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Audiencia Pública por ajustes al Código Urbanístico

Esta semana en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la actividad de mayor relevancia fue el inicio de la Audiencia Pública por los ajustes al Código Urbanístico propuestos por el Poder Ejecutivo. Se anotaron más de 1.700 ciudadanos, por lo cual las exposiciones se desarrollarán de forma presencial y online en los días hábiles entre el 6 y el 15 de noviembre.

El proyecto ingresó en julio y en septiembre se votó la primera lectura (media sanción). Tras la Audiencia Pública habrá una nueva votación en busca de la sanción definitiva (segunda lectura).

La audiencia pública es presidida por el diputado Edgardo Alifraco, presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, acompañado de los diputados Paola Vanesa Michielotto, Alejandro Omar Grillo, María Sol Méndez, Manuela Thourte, Pablo Alejandro Donati, Cele Fierro, Francisco Loupias, Juan Pablo Modarelli, Maia Daer, Claudia Neira, María Cecilia Ferrero y Franco Vitali.

En el inicio, expusieron los funcionarios representantes del Poder Ejecutivo: Álvaro García Resta, Secretario de Desarrollo Urbano; Sandra Tuya, Directora General de Planeamiento Urbano; Aníbal del Olmo, Director General de Antropología Urbana y Marina Vasta, Gerente Operativa en la Dirección General de Interpretación Urbanística.

“Agradecemos esta instancia para venir a contar este proyecto de actualización del Código Urbanístico, tan importante y tan relevante para el futuro de la ciudad. Quiero destacar el valor del proceso que se ha llevado hasta acá. El proyecto enviado a esta Legislatura, allá a fines de julio, plantea una revisión periódica”, expresó García Resta.

“Aspiramos a una visión de desarrollo urbano sostenible. A lo largo de este arduo proceso de trabajo, hubo una instancia de participación que se extendió más allá de la sanción de la primera lectura, con reuniones con cada una de las 15 Juntas Comunales. Además, y en forma previa, hubo muchísimas horas de trabajo con asesores, con los diputados y diputadas de esta Casa, para lograr la mejor norma posible para la ciudad”, agregó.

“Esta actualización apela a generar el equilibrio, que se basa en 3 escalas: la escala ciudad, equilibrio norte-sur; la escala barrio o comuna, que se refleja en las planchetas; y, la escala manzana, conformadas por parcelas, que tienen unidades de sustentabilidad, que es lo que permite construir o no en cada parcela”, indicó.

Más adelante, Tuya destacó: “En cada uno de los ajustes y propuestas de modificación, respetamos todos los principios de la planificación urbana y ambiental, que refieren a la ciudad integrada, que persigue todas las zonas entre sí, especialmente la zona sur con el resto de la ciudad; la ciudad policéntrica; la ciudad plural; la ciudad saludable; y, la ciudad diversa”.

Por su parte, Vasta explicó: “Hay 4.275 inmuebles en el catálogo preventivo a la espera de una ley firme para pasarlos al catálogo definitivo, cuya audiencia pública será el 27 de noviembre”.

Del Olmo, remarcó que “la metodología participativa llevó 50 reuniones con vecinos, en los que hubo intercambios técnicos con profesionales; uno de los motores de inicio fue el movimiento vecinal”.

La Comisión de Planeamiento Urbano convocó entre el 18 de octubre y el 5 de noviembre a reuniones con vecinos e integrantes de las 15 Juntas Comunales. En junio hubo un encuentro con vecinos por Zoom a través del Foro Participativo Permanente en el cual se adelantó el envío del proyecto.

En el mismo segmento inicial de la Audiencia Pública expuso la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Bárbara Laura Rossen, responsable de la Dirección General de Derecho de Acceso a la Ciudad.

Hubo anotados unos 30 representantes de las Juntas Comunales:  Silvia Collin, Inés Fornassero y Carlos Alberto Salazar de la Junta Comunal N° 3; Diego Gonzalo Achile de la Junta Comunal N° 13; Luciana Grossi de la Junta Comunal N° 1; María Paz Carreira Griot de la Junta Comunal N° 14, entre otros.

En general, los comuneros dijeron que hubiera sido ideal haber sido consultados antes de redactar los artículos y no en estas instancias, tras el ingreso del proyecto de Ley y la aprobación de la primera lectura.

En el caso de Comunas con mucha densificación, como las 3 (Balvanera y San Cristóbal) y 5 (Almagro y Boedo), sus comuneros aseguraron que el Código Urbanístico y los ajustes propuestos siguen promovieron la construcción de edificios sin una planificación ordenada ni contemplando las problemáticas locales.

En este sentido, juntistas de ambas Comunas hablaron sobre la falta de espacios verdes. Pidieron que haya herramientas para la construcción de plazoletas o espacios públicos transitorios a fin de paliar esta situación. Aseguraron que los espacios verdes existentes no son suficientes y que muchos de ellos están a oscuras ante buena parte del día por la construcción de torres en sus alrededores.

En las primeras exposiciones vecinales se coincidió con la falta de diálogo previo. Recordaron que desde la sanción del Código Urbanístico en 2018 se constituyeron muchas asambleas barriales que a lo largo del tiempo presentaron proyectos de Ley en forma particular para introducir cambios, orientados a limitar alturas en calles alejadas de avenidas, proteger edificios históricos y resguardar zonas exclusivamente residenciales. No obstante, nunca fueron tratados.

Otro reclamo vecinal fue contra el “tratamiento exprés”. Consideraron que tener a unos 200 expositores al día es una forma de acelerar esta instancia, apostando a que haya ausentismo, ya que las jornadas inician a las 10. Dijeron que mucha gente está en sus trabajos durante la mañana y la tarde, que lo ideal era hacer jornadas más cortas y garantizar la participación de todos.

Durante las exposiciones hubo reclamos por situaciones locales de cada barrio: consideraron que Caballito es “una isla de calor, registra más temperatura que otros barrios”, por lo cual pidieron parquizar el ex playón ferroviario lindero a las ´vías del tren Sarmiento; pidieron una plaza en Gallo y Corrientes, en el límite de Almagro y Boedo, un predio que está en venta y los vecinos habían presentado varios proyectos de Ley para incorporarla como espacio público.

En general, sobresalían como problemas comunes la falta de espacios verdes, la enorme cantidad de viviendas vacías a la par de la crisis habitacional vigente (problemas de acceso a la compra e incluso al alquiler).

Por eso, los vecinos solicitaban una normativa que planifique el tejido urbano en pos de la calidad de vida más allá de la cuestión ligada a la rentabilidad del sector inmobiliario, desde las constructoras hasta los inversores y profesionales del área.

Juan Castro