Vélez lo ganaba en la última, pero lo dejó escapar en el descuento
Por la 20ª fecha de la Liga Profesional, el Fortín empató 1 a 1 con Argentinos Juniors en la Paternal. Una desinteligencia en la última jugada, lo privó de la merecida victoria. Aunque el sabor amargo de los empates no se va, el equipo de Quinteros se mantiene como único puntero del torneo. En la B Metropolitana, por la última fecha del Clausura, Liniers venció por la mínima a San Martín de Burzaco con gol de Agustín Hermoso, para cerrar un gran año. En esta nota, todos los detalles.
¡Qué difícil se le hace a Vélez enfrentar a Argentinos Juniors! En la Paternal, el Bicho parece querer crear una gran rivalidad con el Fortín, dispuesto a jugarse la vida, como si fuese siempre una final. Hace casi un año atrás, con el agua al cuello y peleando por la permanencia, Vélez visitó el Diego Armando Maradona y enfrentó a un Argentinos que se puso el traje de clásico y un árbitro que alimentó la polémica. Esta vez, el contexto pintaba distinto. Huracán había empatado contra Gimnasia y el Fortín se aseguraban la punta, aunque el partido todavía estuviese por jugarse. Pero los nervios no entienden de matemáticas ni contextos y no dan tregua.
Vélez saltó al campo con ansias de imponer su juego, pero el primer tiempo fue un laberinto. En el mediocampo no hubo claridad, y el ataque parecía un rompecabezas sin piezas. Agustín Bouzat reemplazaba a Elías Gómez en el lateral izquierdo, y Jalil Elías se movía en el medio, pero la fórmula no daba frutos. Thiago Fernández intentaba, causaba cierto revuelo, pero le faltaba el toque final. Claudio Aquino pedía la pelota, pero la perdía, Francisco Pizzini se llevó un patadón en la rodilla, y Braian Romero parecía invisible entre los defensores.
Entonces, en el final del primer tiempo, cuando parecía que nada podía romper la monotonía, un planchazo atroz y artero de Kevin Coronel a Bouzat cambió el curso del juego. Sebastián Zunino no dudó en mostrarle la roja directa y dejar a Argentinos con diez hombres para el complemento.
Y es ahí cuando cualquiera pensaría que Vélez aprovecharía la superioridad. Error. El Fortín siguió sin encontrarle la vuelta al partido. Si alguien se sentaba a verlo en el segundo tiempo, sin saber que Argentinos estaba con uno menos, jamás lo hubiese notado. La ventaja numérica era un fantasma.
El tiempo pasaba, y el empate empezaba a gustarle al local. Los de la Paternal se acomodaban en el césped cada vez que iban al piso, alargaban las pausas, desesperaban. Tanto que hasta Zunino perdió la paciencia y dejó a José Herrera, que había salido en carrito, esperando a que lo autorizaran a ingresar. Esa fue la ventana que Vélez necesitaba, y finalmente aprovechó. A los 44’, después de una serie de rebotes y piernas enredadas en el área local, la pelota cayó en los pies de Agustín Lagos -que había ingresado minutos antes por Joaquín García- quien sin titubear remató y marcó su primer gol con la V Azulada.
La alegría se sintió en Liniers, pero duró poco, porque Argentinos Juniors golpeó de inmediato. Emiliano Viveros, en una jugada que parecía inofensiva, tardó en sacar un lateral, esperando a Román Vega. Y en esos segundos, la defensa fortinera pareció -increíblemente- desentenderse de la jugada. Nicolás Cordero ganó en el aire, peinó la pelota, y Fernando Meza apareció de atrás para empujarla. Tomás Marchiori tapó el arco con la pierna, pero el propio Meza aprovechó el rebote para empujar la pelota al fondo de la red.
La frustración se hizo presente en la conferencia de prensa y Gustavo Quinteros no se guardó nada: “El empate para nosotros es perder dos puntos. Sumar de a uno sirve sólo si el próximo partido de local lo ganamos”.
Con este tercer empate consecutivo, Vélez sigue en la cima con 39 puntos, manteniendo la ventaja de tres puntos sobre Huracán. Ahora el Fortín recibirá a Tigre el jueves desde las 21:15 en el Amalfitani, con la esperanza de recuperar la calma y retomar la senda de la victoria, que le permita alcanzar el sueño que viene forjando a base a compromiso y buen juego. Faltan siete fechas, siete finales, y en Liniers todavía hay mucho por jugar.
La Topadora cerró con victoria
Por la última fecha del Torneo Clausura, Liniers dejó todo para finalizar el año con una victoria que le dé solidez a su primera campaña en la B Metropolitana.
La temporada del Celeste en una nueva categoría arrancó como una subida empinada, y Guillermo De Lucca estaba para empujarla. Pero los resultados no acompañaron, y la Topadora quedó atrapada en la parte baja de la tabla del Apertura, acumulando apenas tres victorias.
Pero todo cambió con la llegada de Diego Herrero, quien le cambió la cara al equipo, y de repente las victorias empezaron a llegar, las derrotas se hicieron menos frecuentes y los empates sumaron. Liniers se estabilizó y subió a la mitad de la tabla en el Clausura, incluso coqueteando con la punta en algún momento. Pero la realidad es que un campeonato de veintidós equipos, se le hizo grande por ahora. Un detalle en el que, sin duda, habrá que trabajar para el 2025.
En la tabla anual, sin embargo, Liniers logró alejarse de la zona baja, asegurando un lugar más cómodo. Y si había una forma ideal de cerrar el año, era con una victoria que levantara el ánimo del equipo y de la hinchada.
Después de golear a UAI Urquiza en el Juan Antonio Arias, festejando junto a su gente, Liniers encaró una última salida, visitando a San Martín de Burzaco. Y el festejo se hizo más dulce cuando Agustín Hermoso, en su debut goleador, marcó su primer tanto con la celeste, dándole otro motivo de alegría a la Topadora.
Los éxitos están al alcance de Liniers, que, si sigue en este rumbo, alcanzará todas las metas que se proponga el próximo año, sumando un capítulo más en la B Metropolitana.
Micaela Ailup