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Los Koshas: las envolturas del cuerpo según el yoga

Las cinco envolturas, koshas en sánscrito, son como cinco cuerpos que se superponen uno dentro del otro.
Únicamente el más denso está hecho de materia palpable; los otros cuatro son estados de energía invisibles para el ojo físico aunque podemos sentirlos en nuestro interior si prestamos atención. Las tradiciones yóguicas de la India consideraron ejercicios puntuales para tonificar cada envoltura, dado que mantenerlas óptimas no solo nos genera bienestar en esta vida, sino que además, de lograr la iluminación podremos trascender a otros planos, de lo contrario tendremos los vehículos bien aceitados para volver en el ciclo de reencarnación.

Annamaya kosha
El cuerpo físico lo llamamos annamaya kosha (maya significa “hecho de”, aunque también se traduce como ilusión, y anna significa “comida” o “materia física”). Esta envoltura son los músculos, el esqueleto, los tendones, los órganos, en fin todo lo tangible.

Pranamaya kosha
Mediante el yoga hacemos prontamente consciente un segundo cuerpo, el pranamaya kosha. Este cuerpo de la energía vital -el prana- gobierna nuestros procesos biológicos, desde la respiración hasta la digestión y la circulación de la sangre.
Hay medicinas como la acupuntura y la homeopatía que no impactan directamente en nuestro cuerpo físico sino que apuntan a la fuerza vital que lo activa y lo sostiene. La medicina tradicional occidental también observó la fuerza vital, sin embargo, la rama de la medicina que terminó predominando en Occidente desde hace poco más de un siglo, basada en la industria farmacéutica, se terminó centrando exclusivamente en el cuerpo físico.
Es la envoltura de energía la que nos mantiene vivos, si dejara de funcionar, el cuerpo físico ya no podría operar, el corazón y los pulmones dejarían de funcionar y las células comenzarían a desintegrarse. Sin el prana para dirigirlo y sostenerlo, el cuerpo físico no puede sobrevivir más de unos pocos minutos.
Para el yoga son muy importantes los ejercicios de respiración que, agregándole la intención de la energía, son los pranayamas. Si le sumamos aire fresco, y en particular luz solar, estaremos manteniendo la salud de nuestra energía vital.

Manomaya kosha
La tercera envoltura, el cuerpo mental, es el responsable de las actividades motoras y sensoriales. La traducción literal desde el sánscrito sería: “cuerpo hecho de procesos de pensamiento”. Éste procesa la información que captan los sentidos y responde de modo automático. Se trata del sistema nervioso en su totalidad. Mi profesora de Kinesia Psicosomática decía que mucha gente vive con el sistema nervioso periférico sin involucrar el cerebro y de eso se trata esta envoltura justamente. Es como cuando uno por costumbre se sienta a conducir en dirección a un nuevo lugar pero se distrae y termina yendo hacia uno anterior modo rutinario. Este cuerpo nos permite transitar la vida de modo pasivo, solo reaccionando a los estímulos, como sin procesarlos. Por otro lado, una persona en coma se tiene este cuerpo detenido.
El manomaya kosha se “apaga” temporalmente cada día, regenerándose durante el estado de sueño profundo. La salud de esta envoltura se potencia enormemente con la práctica de la meditación y de la meditación con mantras. Esto calma y equilibra a este cuerpo interno y ayuda a liberar pensamientos mentales complejos y obsesivos. Por lo general, quienes meditan mucho pueden dormir poco.
El cuerpo mental se “alimenta” de las impresiones sensoriales que le ofrecemos. Por esa razón debemos cuidar bien los programas que vemos en las pantallas y las músicas que escuchamos, porque uno se va adaptando, incluso anestesiando, por ejemplo, ante la violencia. Por eso uno debe procurarse un entorno armonioso con desafíos profesionales interesantes y relaciones agradables. El estado de pratyahara (retiro sensorial) que se logra con la meditación nos tonificará el manomaya kosha.

Vijnanamaya kosha
Más sutil aún es la siguiente envoltura (vijnana significa “el poder del juicio o del discernimiento”). Muchas veces se lo puede leer traducido como “intelecto”, aunque su significado es más amplio porque abarca todas las funciones de la mente superior, como la conciencia y la voluntad.
Cuando una persona deja de reaccionar ante circunstancias culpando lo externo y en cambio toma decisiones y responde de modo proactivo, decidiendo, pensando por si misma de modo creativo diferentes soluciones se dice que está actuando desde el vijnanamaya kosha.
Para que las decisiones que tomemos para moldear nuestro mundo, que también impacta en el de todos, sean las correctas es que debemos tener bien en claro ciertos preceptos.
Esta envoltura está activa -o latente- en los seres humanos que tienen la capacidad de dirigir sus propias vidas, pudiendo así quedar liberados de los impulsos del instinto y pudiendo tomar decisiones morales. Los antiguos rishis (sabios) consideraron tan importante el desarrollo de un vijnanamaya kosha saludable que presentaron los ejercicios para esta envoltura al comienzo del programa yóguico: son las cinco advertencias (yamas) y las cinco observancias (niyamas). Así el yogui debería comprometerse a no mentir, no robar, no desperdiciar la energía sexual, no codiciar y no ser violento ni cómplice de asesinato (por ende, ser vegetariano). Ser puros, vivir con “contento”, ser autodisciplinados, estudiar y estudiarse, entregarse devotamente a la energía del universo.
El gñana yoga se enfoca en esta envoltura, es el camino del intelecto en el que se estudian las verdades espirituales, se las contempla en profundidad para incorporarlas en el ser.
A medida que se avanza en el pulido del vijnanamaya kosha la meditación comienza a calar cada vez más profundo y el contacto con nuestro sabio interior se hace cada vez más presente y de a poco iremos tomando la vida de modo más calmo y de manera objetiva con un claro juicio que incluye la intuición además de la razón. Iremos avanzando de modo contemplativo y con un juicio claro, con una mejor percepción intuitiva y una mayor fuerza de voluntad.

Anandamaya kosha
La mayoría apenas percibe este nivel de conciencia que implica el cuerpo más sutil. Ananda significa felicidad espiritual y son los santos, los sabios y los místicos quienes han hecho el trabajo interno necesario para que ananda sea una parte de su vida cotidiana.
El anandamaya kosha es el velo final entre nuestra conciencia ordinaria y nuestro ser superior. Todos sabemos que muchas personas con experiencias cercanas a la muerte cuentan haber percibido una luz blanca brillante que irradia amor incondicional que todo lo abarca, y ésa sería una experiencia concreta del anandamaya kosha. Quienes purifican sus mentes logran poder tener esta experiencia a lo largo de toda su vida y no solamente en el fugaz momento en que llega la muerte.
Para despertar el anandamaya kosha el yoga nos ofrece al menos tres prácticas: la primera es seva, el servicio desinteresado, el cual abre nuestro corazón a nuestra unidad innata con otros seres. La segunda es el bhakti yoga, la devoción divina el cual abre nuestro corazón a la unión con el ser omnipresente. La tercera es samadhi, el momento de la meditación cuando sentimos la unión de nuestro ser con el todo.

 

Imagen de arriba: ilustración de las cinco envolturas.
Abajo: muñecas mamuskas rusas, encajan una dentro de la otra…

Los cinco koshas según explicados por el clásico Taittiriya Upanishad:

“Los seres humanos se componen de un cuerpo material construido a partir de los alimentos que comen. Los que cuidan este cuerpo son alimentados por el universo mismo.
”Dentro de este, hay otro cuerpo hecho de energía vital. Llena el cuerpo físico y adquiere su forma. Los que tratan esta fuerza vital como una fuerza divina experimentan excelente salud y longevidad porque esta energía es la fuente de la vida física.
”Dentro de la fuerza vital hay otro cuerpo, este está hecho de la energía del pensamiento. Llena los dos cuerpos más densos y tiene la misma forma. Los que entienden y controlan el cuerpo mental ya no están afligidos por el miedo.
”Más profundo aún se encuentra otro cuerpo, está comprendido por el intelecto. Impregna los tres cuerpos más densos y toma la misma forma. Los que llevan su conciencia hasta aquí se liberan de pensamientos y acciones poco saludables y desarrollan el autocontrol necesario para alcanzar sus metas.
”Oculto en su interior hay un cuerpo aún más sutil, compuesto de pura alegría. Penetra a los otros cuerpos y comparte su misma forma. Se experimenta con alegría, deleite y felicidad”.

Traducción tomada del portal de Yoga Internacional.