Impulsan un homenaje por los 30 años del Centro de Día Carlos Gardel, fundado en el Abasto
El legislador porteño Matías Barroetaveña (Unión por la Patria) presentó un proyecto de Resolución para homenajear por sus 30 años al Centro de Día Carlos Gardel de atención en consumos problemáticos de sustancias dependiente del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La institución nació en la zona del Abasto y ahora funciona en el Cemar 1 de La Paternal. La iniciativa contempla la colocación de una placa conmemorativa a nombre de la Legislatura porteña.
La defensa del homenaje introduce: “Durante el año 1993, la Dirección de Salud Mental, estructura organizativa de la cual dependía la Red Metropolitana de Servicios en Adicciones (RMSA), se plantea la necesidad de contar con dispositivos clínicos ambulatorios para personas con problemas vinculados al uso de drogas y alcohol. Se buscaba brindar a usuarios y usuarias un mayor sostén y contención considerando el importante número de abandonos de tratamientos que se observaban en los efectores de la red. En consecuencia, se diseñó y se creó un dispositivo asistencial: el Centro de Día Carlos Gardel, que debe su nombre al emplazamiento original en el barrio del Abasto”.
“Su primera locación fue un inmueble inhóspito y precario que dependía de la Dirección General de la Mujer, en la segunda semana de mayo de 1994, comenzó a trabajar el pequeño equipo de profesionales dirigido por el Dr. Mario Kameniecki, cuyo liderazgo, a lo largo de dos décadas, promovió lo mejor de cada uno de los integrantes del equipo, tanto profesionales como administrativos y de seguridad. Desde hace ocho años (2016), la coordinación está a cargo del Licenciado Carlos Herbon, uno de los primeros integrantes del equipo y quien preserva la misma impronta de conducción que el jefe anterior. El equipo actualmente está compuesto por 6 psicólogos, una trabajadora social, una médica toxicóloga y dos médicas psiquiatras. Se encuentra integrado desde 2018 al plantel profesional del Cemar 1, dirigido por el Dr. Pablo Presa, en un segundo nivel de complejidad”, se agrega.
“El Carlos Gardel fue el primero con dedicación específica en el campo del uso de drogas por fuera de un hospital o centro de salud en el ámbito de la entonces Secretaría de Salud de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Contaba, en sus inicios, con dos áreas: Hospital de Día y Consultorios Externos. De esa manera, se disponía de una diversidad de herramientas clínicas para una población heterogénea. Diversos factores socio económicos en conjunción con limitaciones del sistema llevaron a que luego se implementara una modalidad de atención que denominamos ambulatorio ampliado: un tratamiento con espacios individuales, grupales, y con instancias colectivas en forma de talleres. La sede del centro fue objeto de sucesivos traslados, hasta llegar en agosto de 2018, por invitación del Dr. Gabriel Batistella, a cargo de la Subsecretaría de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria, a la actual sede en el Cemar 1, en el barrio de La Paternal”, se menciona sobre su presente.
“El Gardel tiene como premisa fundamental que la salud es un bien público y un derecho humano, por lo tanto, las personas usuarias de sustancias psicoactivas tienen derecho a ser atendidas en forma igualitaria por el Sistema de Salud, en tiempo y forma, sin ser objeto de discriminación alguna y con el máximo respeto a la personalidad, dignidad humana e intimidad. No exige la suspensión del consumo como condición de ingreso al tratamiento, ni plantea la abstinencia como único criterio de cura. Fundamenta su práctica clínica en sostener la ambigüedad que subyace al consumo de sustancias: la del remedio y/o veneno”, resalta la defensa del homenaje.
“A lo largo de estos 30 años, además de asistencia clínica, los profesionales del Centro Carlos Gardel han desarrollado notablemente el área de prevención, realizando gran cantidad de tareas ya sea en forma directa con la población, como en conjunción o brindando soporte a diversas organizaciones e instituciones de la comunidad. Remarcamos además la participación de profesionales del equipo en jornadas, que han llevado las premisas del trabajo del Carlos Gardel. También hay que señalar el fuerte énfasis que se le ha dado al área de formación y capacitación. Cientos de estudiantes y profesionales han pasado como alumnos de cursos, primeras prácticas universitarias, rotaciones como concurrentes o residentes tanto del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como de otras localidades del país. Además de un blog y un boletín electrónico, el equipo del Carlos Gardel publicó tres libros: “Clínica Institucional en toxicomanías “, “Una cita con el Centro Carlos Gardel: Adicciones: del fantasma del flagelo a la dimensión de la pregunta”, y “Consumos problemáticos: un trabajo en curso””, concluye el texto firmado por Barroetaveña.
J.C.