De sapitos y refritos, la fábula urbana del Ferrocarril Sarmiento
Se conocieron detalles del proyecto del paso bajo nivel de la calle Irigoyen.
Por el Arq. Alejandro Ruggiero (*)
El jueves 13 de junio último los vecinos de Liniers, Versailles y Villa Luro experimentamos un viaje al “futuro pasado”. Aquella tarde participamos de la reunión informativa para explicar las bondades y virtudes del proyecto de paso bajo nivel que el Gobierno de la Ciudad pretende ejecutar en la intersección de la calle Irigoyen y las vías del Ferrocarril Sarmiento. La reunión se realizó en el Centro de Jubilados Ramón Carrillo, de Juan Agustín García 5566, y contó con la presencia de un centenar de vecinos, autoridades de las comunas 9 y 10, representantes de la empresa AUSA (encargada de la obra) y autoridades del Ministerio de Infraestructura del Gobierno porteño.
La reunión se realizó en un tono cordial, al principio los técnicos del Gobierno y AUSA explicaron el proyecto y luego se dio paso a las preguntas de los vecinos. La cantidad de inquietudes fue tal que, dada la nutrida concurrencia, no todos los interesados pudieron preguntar. Dada esta particularidad, las autoridades presentes indicaron que iban a organizar una nueva reunión para tratar de evacuar todas las dudas vecinales. Dicha reunión, a la fecha, todavía no se ha realizado.
Ante esta situación de desborde, culminada la reunión consulté a las autoridades sobre cómo acceder a la documentación exhibida para poder analizarla y saber si refería a un viejo estudio realizado allá por el año 2014. La respuesta de la funcionaria del Ministerio de Infraestructura fue que se encontraría publicada en la página de Licitaciones de AUSA, en la que finalmente estuvo disponible promediando el mes de julio (Licitación 2024-01-0016). Consultada la documentación, se pudo confirmar que se trataba de un refrito del proyecto del 2014. También se observan cuáles son las intenciones para los otros pasos a nivel del barrio.
En el año 2014 se encontraba en el tapete el tema del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Por entonces, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner se realizaron los Estudios de Impacto Ambiental para el soterramiento. Paralelamente, las entonces autoridades del Gobierno porteño, con Mauricio Macri a la cabeza, propusieron la construcción de los pasos bajo nivel, mal llamados “sapitos”, en la traza del Sarmiento. Ambas situaciones fueron sometidas a sendas audiencias públicas, poco difundidas y, por ende, con escasa participación.
La Audiencia de los sapitos se realizó en el Parque Indoamericano con la presencia de seis ciudadanos expositores y los técnicos del Gobierno porteño, encabezados por el Ing. Guillermo Krantzer. Allí se volcaron diferentes observaciones respecto a lo que ellos llamaban “Programa de pasos bajo nivel en el Ferrocarril Sarmiento”. Las observaciones destacadas se referían a los pasos de García Lorca, en Caballito; de Segurola, en Floresta y de Irigoyen, en Villa Luro. Casualmente, los de García Lorca y de Irigoyen son los que hoy la empresa AUSA ha lanzado a licitación. Cabe aclarar que los otros pasos bajo nivel no serán ejecutados, ya que la decisión política es la de construir el viaducto del Sarmiento entre Floresta y Caballito, situación que excede el marco de esta nota.
Respecto a la Audiencia del soterramiento, cabe acotar que de dicho estudio surgen distintas situaciones ambientales comunes que deben ser consideradas cualquiera sea la resolución que se adopte.
Este proceso de información a la ciudadanía que abarcó ambas audiencias no tuvo la suficiente difusión y participación. En su momento, en el ámbito de la Comuna 9, el único comunero que se interiorizó y participó fue Rubén Tzanoff, el resto de los juntistas estuvo ausente. Por el contrario, en la versión actual del refrito, se pudo observar la presencia de comuneros oficialistas de ambas comunas, que de seguro se interiorizaron de estos temas de relevante impacto ambiental y sus implicancias.
De la lectura de la documentación disponible, surgen diversos temas y conclusiones que deberán ser tenidos en cuenta:
1. La propuesta ofrecida no da solución a la falta de cruces ferroviarios entre Villa Luro y la avenida General Paz. Seguirán existiendo tres puntos de cruce que no satisfacen la demanda: Irigoyen, Barragán y Cuzco. La circulación por estos se ve siempre afectada por los eventos masivos que se desarrollan en la zona, sea en Vélez o en la Iglesia de San Cayetano.
2. Surge la opción de realizar otros bajos a nivel en el cruce de Barragán y en el de Cuzco a partir del año próximo. Ambos son de difícil solución dada la problemática ambiental del lugar: en ambos cruces se producen anegamientos cada vez que llueve.
3. El cruce de Barragán requiere una excesiva longitud, ya que allí hay que atravesar ocho vías activas, lo que constituye un riesgo potencial para el cruce peatonal, principalmente en horarios nocturnos o en días de eventos masivos.
4. El cruce de Cuzco presenta la dificultad que por debajo de dicha arteria corre el ramal Cuzco, que evacúa el agua de lluvia hacia el Maldonado. Además, la zona es visitada por numerosos fieles que concurren a San Cayetano.
5. En el cruce de Irigoyen, cabe señalar otra situación importante, que es la presencia del canal aliviador del Cildáñez, que toma y desvía casi el 50% de las aguas del Maldonado hacia el arroyo Cildáñez. Dicho canal corre bajo la calle Ruiz de los Llanos y, sobre éste, el Gobierno porteño pretende abrir un paso a nivel provisorio mientras ejecuta el bajo nivel. En los documentos, no hacen referencia al estado del suelo y la estructura del antiguo canal que puede sufrir daños, dado el alto tránsito.
6. Dicho cruce provisorio se pretende instalar en el área de los Talleres Ferroviarios, que se halla alcanzada por la Ley 626 que resguarda y protege esos históricos edificios. En el articulado de la ley se establece que en el entorno y el conjunto de los talleres se debe establecer un área de protección ambiental que preserve su integridad.
7. Tampoco se hace mención al tratamiento y acopio de la tierra a extraer del lugar. Cabe señalar que dichas tierras pueden estar potencialmente contaminadas desde antaño.
8. Por último, y dada la decisión política adoptada, es importante observar que el área operativa del ferrocarril no cambiará y, por lo tanto, las zonas que se iban a ceder para el desarrollo urbano no serán las mismas porque el tren seguirá corriendo a nivel. Esta situación obliga a replantear los términos de la Ley 4477, que establece la normativa urbana para los terrenos ferroviarios, habrá que redefinir los áreas edificables y usos posibles en esa zona.
Como vecinos debemos de ser responsables. Esperamos que los comuneros estén a la altura y se involucren para plantear y solucionar estas inquietudes.
(*) El Arq. Ruggiero es vecino de Liniers Norte y un referente permanente en el proyecto de recuperación y urbanización del predio ferroviario lindero a la Estación Liniers.