Lo escuché en el Yotivenco – Julio 2024
• Las plazoletas de la discordia
En José León Suárez y Humaitá se ubican dos plazoletas secas que llevan el nombre de sendos representantes de la cultura linierense: el pintor Tomás Ditaranto y el escultor Santiago Chiérico. Sin embargo, desde hace años, lejos de ser el ámbito de recreación de los vecinos, parecen ser el sitio ideal de reunión de personas que alteran la paz de ese sector del barrio de Liniers. A fines de junio pasado, cerca de la medianoche, un grupo de ocho o nueve personas alcoholizadas comenzó a golpear los contenedores de basura y poco después se generó una batahola que finalizó a las trompadas y a los botellazos. Media hora más tarde arribó al lugar un patrullero, pero los revoltosos ya se habían ido. Episodios similares, no obstante, se repiten a menudo. Los vecinos solicitan una mayor presencia policial en la zona para que ambas plazoletas vuelvan a ser un punto de recreación comunitaria y no un ámbito de violencia y descontrol.
• ¡Volvió la Parada de Lili!
Tras varios años sin hacer del puesto la parada obligada de vecinos y peatones, a fines de junio pasado volvió a abrir sus puertas “la parada de Lili”, el histórico puesto de diarios y revistas de José León Suárez y Tuyutí que, desde la irrupción de la pandemia, sólo conservaba el reparto domiciliario. Desde entonces, el puesto abre de lunes a domingo entre las 8 y las 13 con un gran surtido de material gráfico (incluido Cosas de Barrio) y lo atiende Nicolás -el hijo de Lili- y Sebastián, el yerno. “Cuando pase el frío Lili seguramente vuelva a regalarle su sonrisa a los vecinos”, anticipó Sebastián. El puesto es uno de los más antiguos que se mantiene vigente en el corazón del barrio de Liniers y en el de su gente. Funciona allí desde hace casi setenta años, cuando lo inició el suegro de Lili y desde entonces siempre fue patrimonio de la familia.
• Se presentó el libro “Primas lejanas”
El domingo 14 de julio, en la sede del Centro de Resistencia Cultural “Sigue la polilla” (Castro Barros 874) se llevó a cabo la presentación del libro “Primas lejanas”, de la escritora linierense Isabel Moreno. La atrapante novela relata la historia de dos mujeres a las que las separa mucho más que la distancia geográfica. “Los secretos de familia, las palabras no dichas y la traición, son los condimentos de este vínculo aparentemente amoroso”, adelanta la autora. Y define la atmósfera de la novela como “un vendaval de sentimientos enmarcados en la hostilidad de un pueblo que se nutre de la crítica y ayuda a destapar verdades sin escrúpulos que, al ser descubiertas, evidencian que ya nada volverá a ser como antes”. En síntesis, una obra inteligente con una trama atrapante. Oriunda de Torniquist y vecina de Liniers desde hace años, Moreno es profesora en Letras y fue premiada en diversos certámenes literarios. Aunque sus cuentos integran diversas antologías, esta es su primera novela y promete no ser la última.
• Mucho ruido y pocas luces
Días pasados llegó a nuestra redacción una gacetilla del Gobierno porteño con un título grandilocuente: Potenciación lumínica en parques de Liniers. En su interior, el texto decía “se están realizando tareas de repotenciación y refuerzo de luminarias en diferentes parques y plazas para que los vecinos puedan transitar con mayor seguridad por el barrio”. Y luego indicaba que “la repotenciación consiste en el recambio de las luminarias existentes por otras de mayor rendimiento (LED), permitiendo tener más luz por el mismo consumo. Al mismo tiempo, se ejecutaron obras de refuerzo que consistieron en la incorporación de nuevos puntos de luz que implicaron tareas de zanjeo y cableado”. Casi perdido al final del texto, se indicaba que el “parque” intervenido era la minúscula plazoleta de García de Cossio y General Paz, a la que sólo le cambiaron las lámparas a la única torre de iluminación…
• Cantar, siempre cantar
El viernes 12 de julio poco después de las 18, la Casa de la Cultura de Liniers -de Pieres y Tonelero- se llenó de ritmo y colorido con la presentación de la muestra del Taller de Coro y Repertorio del Centro Cultural Elías Castelnuovo. Allí, los integrantes del elenco que coordinan los profesores Natalia Maña y Marcelo Heuman, subieron al escenario para recorrer con sus voces diversos géneros del cancionero popular y darle forma a una verdadera fiesta de la canción. Entre los intérpretes estuvo Mauricio, el incansable vecino de Liniers que a sus 100 años recién cumplidos sigue deleitando a propios y extraños con su voz y su entusiasmo. Durante el encuentro, que se extendió hasta poco antes de las 22 y se ofreció con entrada libre y gratuita, una importante cantidad de asistentes cantaron y disfrutaron a la par de los intérpretes, en el marco de una jornada que volvió a poner en evidencia los vínculos de unión y camaradería que definen a estas dos pujantes entidades del barrio.
• Pesar por la partida de Ricardo Giuzio
El sábado 13 de julio, poco después del almuerzo, Ricardo Jorge Giuzio o simplemente “Firulete”, como se lo conoció desde siempre en su querido Liniers, se acostó a dormir la siesta y se dispuso a descansar para siempre. “Se fue tranquilo, sin sufrir, mientras dormía”, le informó poco después a este medio Joel, su nieto mayor. Firulete (foto) fue un destacado actor, director, escritor y dramaturgo, pero también fue un gran padre, esposo, abuelo y amigo. Había cumplido 91 años el 25 de mayo pasado y se llevó consigo un montón de recuerdos, varios de los cuales se publicaron en este medio, hasta la edición pasada. Ricardo se formó como actor de teatro clásico en la escuela de Louis Jouvet, lo que le valió protagonizar obras de los principales autores contemporáneos. Además, tuvo varios papeles en la pantalla grande en los años dorados del cine argentino, y durante los 90’ también se lució en las novelas más vistas de la televisión. Como escritor, publicó el ensayo “Historia y Revisión de los Teatros y Maestros del Mundo” y como dramaturgo realizó varias adaptaciones de obras clásicas del teatro francés que luego dirigió en la escena nacional. “Fue un artista dedicado, un padre y abuelo siempre presente y cariñoso, y un tipo preocupado por el bienestar del prójimo”, lo retrata Joel. “Apasionado de la herbología, la filosofía, la literatura y la metafísica, disfrutaba de crear vínculos de afecto con las personas que se cruzaban por su camino, quienes rápidamente lo adoptaban como parte de los suyos. Actuaba siempre desde el corazón, con profundo amor y sin egoísmo”, agrega. Aunque desde hacía algunos se había instalado en Luján, al cuidado de su hija, Firulete se definía como un hijo entrañable del barrio de Liniers. “Se emocionaba al recorrer las calles que lo vieron nacer, allá por Tonelero y Cañada de Gómez, o por su tan querida plaza Sarmiento”, cuenta Joel, y asegura que “podría escribir páginas enteras sobre su legado profesional y muchísimas más sobre lo que nos dejó a nosotros como ser humano. Pero quienes lo hayan conocido sabrán muy bien de todo esto y al leer estas líneas sentirán el frío de su partida, pero mucho más el calor de su recuerdo”. Al cierre de esta edición, sus familiares y amigos le daban la despedida en el Jardín de Paz de Luján. Vaya nuestro abrazo fraterno para su hija Carina y para sus tres nietos, Serena, Jaco y Joel -a quienes Ricardo amaba con locura- y el eterno recuerdo para el inolvidable Firulete, cuya sonrisa inconfundible seguirá sonando por siempre en cada esquina de su querido Liniers.