Santos explosivos
En el marco de un procedimiento desarrollado en diversas santerías de Liniers lindantes al santuario de San Cayetano, la Policía de la Ciudad incautó más de 16 kilos de pólvora negra, 600 frascos con mercurio líquido y unos 26 kilos de azufre -precursor químico para la elaboración de explosivos- que eran vendidos en forma irregular y que, según fuentes del caso, suelen ser utilizados en ritos umbanda.
El operativo se llevó a cabo en la mañana de ayer por personal de la División Investigaciones Especiales (DIE) de la Policía de la Ciudad, por orden de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del Dr. Carlos Fel Rolero Santurián. Participaron también miembros del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ), la Brigada de Riesgos Especiales de Bomberos de la Ciudad, la Agencia Nacional de materiales Controlados, y las Direcciones Generales de Fiscalización y Control (DGFYC) y de Control Ambiental (DGCONTA).
En uno de esos comercios, ubicado en Cuzco al 100, frente al santuario de San Cayetano, los oficiales descubrieron una “cocina” con balanzas de precisión, cucharas y guantes para la producción de pólvora negra. En tanto, en otro comercio ubicado a la vuelta, más precisamente en el pasaje Bueras al 100, se encontraron grandes cantidades de azufre, uno de los precursores químicos usados para producir pólvora negra.
Además, en diez de las santerías registradas se vendía pólvora negra sin contar con la autorización de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). En otros locales ofrecían a la venta mercurio líquido, un material altamente peligroso para la salud.
Según fuentes policiales, los materiales incautados son compatibles con los empleados comúnmente para ritos de la religión Umbanda, en los que se utiliza pólvora, mercurio y azufre como herramientas ceremoniales asociadas a “purificar y limpiar el cuerpo”. Sin embargo, el mercurio y sus compuestos son considerados neurotóxicos y pueden causar un envenenamiento crónico ya que es absorbido rápidamente por la piel y es muy volátil, se evapora fácilmente y puede ser inhalado. Por otra parte, aclararon que la manipulación casera o clandestina de la pólvora es potencialmente peligrosa, ya que puede producir daños oculares, auditivos y tóxicos para los pulmones, además del peligro inherente de graves accidentes en caso de entrar en combustión.
Los responsables de los quince locales inspeccionados quedaron imputados, algunos por suministro de explosivo, y otros por comercialización de metales tóxicos, por la existencia de mercurio líquido, y por infracción a la Ley 22344 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, ya que fue hallado gran cantidad de palo santo (bulnesia sarmientoi) y mangos de cuchillos hechos con partes de animales silvestres, como pezuñas de ñandúes y cornamenta de ciervos.
Los locales inspeccionados se encuentran sobre la calle Cuzco entre Francisco de Viedma y Bynon y uno detrás, sobre el pasaje Bueras.
En total, los oficiales secuestraron 16,073 kilogramos de pólvora negra fraccionada en pequeños contenedores, 26,051 kilos de precursores químicos para fabricación de explosivos, 646 frascos de mercurio líquido, 57,340 kilos de palo santo en fragmentos y nueve cuchillos confeccionados con subproductos de fauna silvestre.