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¿A quién es fiel el infiel?

La infidelidad en las relaciones afectivas es un tema muy candente en todos los tiempos, podríamos decir que en las generaciones de hace dos décadas esas conductas se las relacionaba más a los hombres, que a las mujeres y hasta podría asegurar que en algunas culturas los hombres tenían cierto permiso para ser infiel en la relación, con la excusa de ser muy jóvenes o las conocidas crisis de los 50 años, 60 años, etcétera. Muchos de ellos se pasaron la vida siendo infieles y quedaban al descubierto cuando se presentaban los hijos de esas relaciones.

La mayoría sino todos, tenemos o tuvimos un amigo/a o un familiar cercano que se lo encasillaba en ser un picaflor, o una rompe corazones, y era muy normal para todos verlos transitar diferentes relaciones amorosas de corta duración. Hasta que un día presentaban al príncipe del cuento de hadas, o la princesa vampira que describe Calamaro en una de sus canciones, y a viva voz escuchábamos la tan conocida frase “era tiempo de sentar cabeza”.

A los pocos años la burbuja explotaba con salidas intrépidas y situaciones que llevaban nuevamente a verlo/a solo/a porque su esposa/o los abandonó o muchas veces también observar, que conservaban la relación poco amorosa por los hijos o apariencias familiares.

En estos tiempos de tanta modernidad tecnológica la infidelidad se puede presentar en todos los ámbitos. Más en aquellos que se dejan seducir por las redes sociales, los sitios que  ofrecen toda clase de distracciones, pero “hecha la ley hecha la trampa” muchos fueron descubiertos gracias a un celular olvidado sobre la mesa, un hacker que brinda servicios por internet y/o un listado de posibilidades cibernéticas.

Dejando de poner el foco en convertirte en un espía o un hacker para saber si te son infiel o crear las mejores tácticas para engañar alguien, lo más saludable sería encontrar una terapia más ligada a reconocerte y profundizar en esas conductas que de alguna manera te hacen sentir poco feliz, y no estamos hablando de esa sesión psicoanalítica donde alguien anota en una libreta y cuando termina la hora, solo dice “nos vemos la semana que viene” y te vas más perturbado de cuando entraste.

 

La Biodescodificación un método que guía a descubrirnos

Inés Ruiz, terapeuta de Biodecodificación, nos compartió en una entrevista que le realizamos los diferentes enfoques que tiene este método, ya que puede ayudar a esclarecer aquello que el consultante no puede descubrir, ya sea porque es una información oculta en su inconsciente u otras situaciones que no logra entender.

Ella nos comparte que no hay una sola situación que defina si vas a ser fiel o infiel: “Porque nosotros, las personas somos todas distintas y hay muchas posibilidades. Por eso en la Biodecodificación es muy importante el diálogo con la persona para ver desde donde está viviendo lo que vive”.

La importancia del rol de los padres en nuestra construcción psíquica, dice Inés, “puede ayudar o no a nuestra manera de amar. Algunas personas lo tomarán como el ejemplo que recibieron de sus padres. Uno de los factores que puede guiarnos es saber que tanto el nombre que nos hayan puesto o la fecha de nacimiento marcará una mayor inclinación a recibir mayor influencia de uno de ellos. Por ejemplo, si somos mujeres y tenemos un padre infiel muy probablemente vamos a ir de un extremo al otro. O vamos a tener una pareja infiel o vamos a ser nosotros infieles. Es el desafío para nuestras vidas. Llevar la fidelidad para nosotras/os mismas/os, será ponerle un límite. Aprender a valorarnos, respetarnos y decir «no quiero eso para mí». Va a ser todo un aprendizaje. “

 

La infidelidad y nuestros ancestros

La historia de nuestros ancestros sigue resonando en nuestro ADN. La epigenética en las últimas décadas viene descubriendo los diferentes procesos de modificación y expresión de los genes, aseguran que las experiencias del ser humano, mayormente las traumáticas producen una conmoción en los genes y es trasmitida a los descendientes.

La Bioneuroemoción sugiere que llevamos esa información vigente en nuestro clan y el revelar esos sucesos ocurridos en el pasado nos permitiría liberarnos de esas cadenas invisibles que pueden condicionar nuestras conductas, como pueden ser el tema de la infidelidad. La licenciada Ruiz destaca que “se puede deber a diferentes orígenes. Por ejemplo, si encontramos en el árbol genealógico del consultante referentes familiares que experimentaron relaciones de amor con mucho sufrimiento, el sistema al que pertenece posiblemente lo condicione o limite, si sigue resonando con esa experiencia en su inconsciente, la persona que se observa infiel, entiende que al estar con varias personas evita enamorarse y cree que va a manejar la situación y evitar sentir emociones dolorosas.

”Otra posibilidad de las miles que se pueden presentar en un sistema familiar es venir de mujeres que no fueron elegidas, que siempre se sintieron usadas y dejadas de lado… y entonces la conducta se invierte y dice «ahora me toca a mí jugar con todos ustedes». Me voy de una polaridad a la otra si no soluciono mi conflicto. Sigo repitiendo situaciones no resueltas, más de lo mismo.”

Los sistemas familiares pueden ayudar a descubrir esa información que te libera, la terapeuta explica que aparte del árbol vale encontrar el ancestro con una vinculación directa, que llama el doble: “Los dobles se saben cuando encontramos similitud con él nombre o la fecha de concepción, o del nacimiento, o el fallecimiento”. Inés comenta que ese doble “puede haber sido alguien que haya enviudado muy joven o alguien que nunca se sintió la elegida. O alguien que haya sido infiel siempre. Recordemos que tradicionalmente antes la mujer estaba dentro de la casa y el hombre salía y tenía sus amantes que era algo aceptado socialmente. Pero que sea aceptado socialmente no implicaba que como mujer lo aceptaba, por ahí lo padeció con dolor. Con ese ejemplo, una bisabuela que haya vivido eso puede pasarle cierta información a la bisnieta de que no haga pareja, que viva sola. Entonces esa persona a nivel inconsciente, para completar su felicidad lo hará de otra manera, esto te lleva a entender que está en una fidelidad familiar, ante ese mandato de la abuela.”

Encontrar el porqué y él desde de dónde, además del árbol, puede también venir de algo que hemos vivido en esta vida que nos pueda llevar a la infidelidad. Explica que “las conductas que tenemos tienen una razón de ser, uno las hace para algo, para sentirse seguro/a, amado/a, etcétera”.

La observación es clave para poder transformar toda esa información que llevamos en nosotros, y que vamos haciendo mientras transitamos el camino, sin juicios, entendiendo que podemos liberarnos de los mandatos más recientes, así como también podemos dejar descansar en paz a nuestros ancestros liberando su carga.

 

Imágenes:  GETTY