Cooperativa de Editores de Medios de Buenos Aires
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Una escuela ocupa mucho espacio (en el corazón)

La Legislatura porteña lanzó la convocatoria a la audiencia pública tendiente a oficializar el nombre de Elsa Bornemann al jardín de infantes del Polo Educativo de Mataderos. En esta nota, todos los detalles.

El 27 de mayo próximo se llevará a cabo en la Legislatura porteña la audiencia pública tendiente a refrendar, en segunda lectura, el nombre que la comunidad educativa eligiera para el Jardín de Infantes Integral N° 9 D.E. 20, que desde el 19 de marzo de 2018 funciona en el emblemático Polo Educativo de Mataderos, de Murguiondo y Directorio.

La elección de Elsa Bornemann, la prestigiosa escritora y docente argentina, surgió tras realizarse una votación de la que participó toda la comunidad escolar en su conjunto, desde los propios alumnos hasta sus familias, los docentes y la comunidad en general. “Estamos muy contentos del resultado de la elección, pero cualquiera de las candidatas hubiese calzado a la perfección, ya que cada una tiene una trayectoria en el arte muy potente, las tres son mujeres importantes de nuestra cultura”, expresó por entonces la directora del establecimiento, Rosana Borelli, en relación a las tres candidatas entre las que optaron los electores: Elsa Bornemann (la elegida con 125 votos), la artista plástica Aida Carballo (60) y la escritora infantil Beatriz Dourmec (30).

Tras la realización de la audiencia pública, donde la comunidad escolar podrá dar testimonio del trabajo realizado hasta aquí y de la importancia de tener una identidad como institución, la ley pasará a segunda lectura y será votada para lograr su aprobación final. “Creemos que este año será posible oficializar el nombre de nuestro establecimiento, por eso nuestro proyecto escuela 2024 se enfoca en eso”, aseguró la directora, y hasta se animó a anticipar lo que viene. “Tenemos previsto un gran festejo el día de la imposición del nombre, en el que haremos participe a toda la comunidad, porque este es un gran logro para la comunidad barrial, teniendo en cuenta que el Polo Educativo de Mataderos es el resultado de varios años de demanda de los vecinos y vecinas del barrio por construir escuelas donde antes había un corralón de materiales”.

La audiencia pública tendrá lugar el lunes 27 de mayo a las 16 en el palacio legislativo (Perú 160) pero también se podrá participar en forma virtual, mediante la plataforma digital de la Legislatura. Para informes e inscripción, los interesados podrán contactarse vía mail a pciudadana@legislatura.gob.ar o telefónicamente al 4338-3151, de 10 a 17.

La importancia de llamarse Elsa

Elsa Bornemann fue una escritora y docente que nació en Parque de los Patricios el 20 de febrero de 1952. Hija de Blanca Nieves Fernández —nombre sin dudas premonitorio— una argentina descendiente de portugueses y españoles, y de Wilhelm Karl Henri Bornemann, un alemán de profesión relojero, experto en relojes de torres y campanarios. Era la más pequeña de tres hermanas: Hilda, Margarita y Elsy, como la conocían los íntimos. La lectura fue fundamental en su infancia.

Primero se recibió de maestra y luego egresó como profesora en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Además, estudió inglés, alemán, italiano, latín y griego.

Ejerció la docencia en todos los niveles, dictó muchos cursos y conferencias, integró variedad de mesas redondas y jurados, asistió a múltiples seminarios y congresos como invitada especial, y dio numerosas charlas en establecimientos educativos y culturales. Por entonces ya tenía en claro que el destinatario de sus creaciones literarias serían los chicos, esos “lectorcitos” o “amorcitos”, como ella solía llamarlos en sus prólogos.

Así, no tardó en convertirse en una de las más destacadas escritoras argentinas para niños y jóvenes. Comenzó a publicar libros para ellos en los años 70’ y su literatura aún sigue vigente, recolectando el aprecio de los lectores que se renuevan de generación en generación.

Algunas de sus obras más recordadas son “Queridos monstruos”, “Un elefante ocupa mucho espacio” -que fuera censurado por la dictadura- y “¡Socorro!”. Escribió cuentos, novelas y poesías, donde el amor, el humor y el terror captan la atención del lector. También compuso canciones y piezas teatrales, y hasta elaboró antologías de cuentos tradicionales de diferentes etnias, ensayos, traducciones y prólogos. Muchas de sus obras se han publicado en Japón, Israel, Estados Unidos y diversos países de Latinoamérica y Europa, donde recibió un amplio reconocimiento nacional e internacional.

Falleció en Buenos Aires el 24 de mayo de 2013, a los 61 años. Para entonces, su obra ya era patrimonio de la humanidad.