Puerta Negra Estudio en el Abasto
Las manos que pintaron muchos de los muros que nos cruzamos a diario, que son parte de nuestro paisaje cotidiano, trabajan día a día bajo este techo fabril ubicado en pleno Abasto. Puerta Negra Estudio (Jean Jaurés 345) es el taller compartido que construyeron un grupo de artistas a fines de 2022 y desde entonces generan un sitio de encuentro que “alimenta la creatividad”, según sus propios impulsores.
Varios artistas de distintas disciplinas, unidos por el muralismo, llegaron a un punto en común: buscaban un espacio para montar sus talleres, en un código colectivo, con un espacio para el desarrollo personal, pero también para compartir un mate, una charla, un momento de relajación y contribuir al vuelo artístico.
En este año y medio de trabajo cada cual desarrolló sus proyectos, se sumó a iniciativas colectivas y alojó proyectos colegas que van desde la gastronomía a la proyección de películas dentro del inmueble fabril.
Desde zona norte, Villa Crespo y barrios del sur se sumaron los creadores. Detrás de esta puerta negra de metal enmarcada en granito oscuro, escaleras arriba, encontraron su lugar para trabajar y expresarse.
Puerta Negra está ubicado al lado de JJ Circuito Cultural y forma parte del mismo conjunto edilicio, que antaño alojó una fábrica de gran envergadura, a tono con el Abasto de principios del siglo XX.
Los artistas locales, al instalarse en el barrio, fueron parte de iniciativas como Distrito Once, el proyecto de atelieres abiertos que se desarrolla desde hace varios años y convoca a decenas de centros culturales de Almagro, Abasto, Balvanera y alrededores.
En Puerta Negra, cada artista cuenta con su habitación o un espacio asignado y también hay lugares comunes para dictar clases o simplemente para disfrutar de un momento de mates, café y relajación.
Existe un grupo núcleo que dio inicio a este estudio y ocupa varias de las salas del edificio fabril del Abasto. Hay otros tantos espacios libres, los cuales se subalquilan, siempre pensando en la necesidad de los artistas, como precios charlables y evitar caer en la burocracia de garantías y otros papeles.
Con esta idea, a mediados de 2022 varios creadores empezaron a buscar inmuebles para el proyecto colectivo. Ante la salida de la pandemia, miraron en distintos barrios y terminaron en el lugar donde habían empezado, en el Abasto.
El grupo fundacional está integrado por los muralistas Ismael Marinat (Nato) y Tomas de Oliveira (Polara), el fileteador Fernando Rossjanski, el muralista El Marian (Mariano Antedomenico), la gestora cultural Gabriela Bagalio, la artista visual Eugenia Petre. El Marian y Gabriela están al frente de la Productora Pogo, exclusiva de arte público, en la cual trabajaron varios de los artistas de Puerta Negra. Se suma que Nato tiene una productora audiovisual llamada Grow Up Art Films junto a su socia Michelle, trabajan casi exclusivamente con murales.
Luego, se sumaron Andrea López y Daniel Riera, Pier (Juan Pablo Reyes), Iliden Arzamendi, Pablo Ruscica, Rylax (rocky), Juan “Brujo” Y en breve se incorporará Juli Bussot.
“Este lugar fue el primero que vimos online y el último que vinimos a visitar. Las fotos no mostraban bien cómo era el lugar y cuando estuvimos acá había pilas de escombros, pero lo convertimos en nuestro lugar; es un sitio laberíntico, pero le encontramos la vuelta”, señala Tomas de Oliveira (Polara), uno de los artistas que participó en la génesis de Puerta Negra.
Junto a su socio Ismael Marinat realiza intervenciones en distintos espacios públicos como pasos bajo nivel y paredes emblemáticas. También trabajan para emprendimientos privados como cervecerías, centros culturales y viviendas.
En la “mesa chica” de Puerta Negra también estuvo Fernando Rossjanski, artista especializado en el fileteado porteño y el muralismo. Muchos tal vez no sepan su nombre, pero sí ubican parte de su obra, por ejemplo, los motivos de Carlos Gardel y el Mercado de Abasto sobre la calle Mitre casi Salguero, en Almagro. Los realizó a fines del año pasado para una casa de tango en dupla con la artista Inti Oeste.
Además, en el marco del extinto programa Abasto Barrio Cultural junto a varios colegas intervino con filetes porteños un equipo electrógeno sobre la calle Guardia Vieja y Agüero, frente al Canal de la Ciudad.
“Había tenido una experiencia similar tiempo atrás en Villa Crespo alquilando un espacio con otros artistas. El proyecto no continúo, pero busqué gente para armar un taller compartido”, repasó el artista.
“En momentos de tanta individualidad es importante crear propuestas colectivas” señala Eugenia Petre, parte del grupo que dio inicio a Puerta Negra.
Sus trabajos están presentes en diversos espacios públicos porteños, entre ellos la Estación Saludable del Parque Saavedra. También participó en muestras colectivas e individuales y varios festivales de arte urbano.
En esta línea coincide Iliden Arzamendi, diseñadora gráfica (FADU), muralista y artista autodidacta. Se especializa en murales, cuadros en acrílico, pintura digital y la experimenta-ción en cuadros confeccionados con plastilina.
“Vos podés tener muchos contactos en redes sociales, pero acá en el cara a cara gestás proyectos, te conocés realmente, trabajás en proyectos compartidos”, señala la artista.
Entre quienes subalquilan son parte El Marian, reconocido artista urbano que realizó uno de los murales sobre la medianera del Hospital de Clínicas dependiente de la Universidad de Buenos Aires (Córdoba y Uriburu) para el 25 aniversario del atentado a la AMIA (2019), promovido por el Ministerio de Cultura porteño. Este centro de salud recibió a la mayoría de los heridos tras el ataque terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994.
Su obra, la realizada en la medianera más cercana a la avenida Córdoba, retrata el momento posterior a la explosión y la tarea colectiva para asistir a los heridos. Buena parte del mismo se basa en el trabajo de los fotoperiodistas de aquel entonces.
“Vos creaste un estudio en el cual cada uno está en su proyecto particular, pero de alguna manera se van conectando los laburos, las experiencias, compartís mucho tiempo con tus colegas, das espacio a ideas nuevas”, se sincera Polara.
Por eso, si bien existe el “núcleo duro” de quienes crearon y dieron origen a Puerta Negra, todos aquellos que se suman, que montan su atelier y que conectan con los trabajos de sus pares, terminan por acordar iniciativas comunes.
Por otra parte, los artistas coinciden en que contar con su “casita artística propia” –según palabras de Arzamendi- es una necesidad. No alcanza con tener un rincón libre en la casa.
Pablo Ruscica, quien se sumó a Puerta Negra hace pocos meses, asiente: “Me enteré de este lugar por el boca en boca. Hay toda una red artística por la que te enterás de atelieres en alquiler y demás temas. Una amiga estaba acá, se tuvo que ir y yo buscaba un lugar”.
“Yo vivo de otra cosa, pero sueño con vivir del arte. En casa tengo un espacio para pintar, pero le falta algo, le falta el alma de eso que te lleva a hacer, a concretar tu proyecto artístico. En casa siempre hay distracciones, no te enfocás, acá sí. Apenas llego acá, yo me pongo a fluir, es la magia del lugar. Llego y me conecto con mi veta artística y estoy feliz”, celebra sobre lo que ocurre día a día en Puerta Negra.
El vínculo cara a cara, los mates para distender y las charlas relajadas hacen a la rutina artística y el proceso creativo. Eso hace especial a Puerta Negra, a la propuesta y su objetivo de alojar bajo un techo común distintas expresiones.
“Las redes sociales sirven para generar un vínculo, pero no va a reemplazar una red que construyas en forma personal, así ocurre acá”, contrasta Polara.
En esta línea, Petre agrega: “Al llegar acá vimos que estaban los espacios posibles para construir lugares comunes, lo pensamos así para generar el encuentro, es el objetivo de este proyecto artístico”.
Con la experiencia vivida en más de un año y medio, los artistas del Abasto se muestran contentos de todo lo vivido, lo construido de forma colectiva y trabajan a diario para hacer de Puerta Negra una experiencia que trascienda lo individual, una historia con alegrías para todos los gustos.
J.M.C.