El Resero perdió las riendas
Dos días después de que el barrio de Mataderos celebrara sus 135 años de vida, el emblemático monumento al Resero, que desde hace noventa años se luce al pie de la recova, en avenida de los Corrales y Lisandro de la Torre, fue víctima de un hecho de vandalismo. Manos anónimas quitaron del caballo las riendas de bronce para comercializarlas en el mercado negro. El hecho se produjo a escasos cincuenta metros de la comisaría de Mataderos.
“Los que suelen montar a caballo saben, y muchos de los que nunca cabalgaron quizás supongan, lo que significa ‘perder las riendas’. Una expresión de uso popular que simboliza privar del control al que debería tenerlo”, comenzó diciendo el profesor Orlando Falco, director del Museo Criollo de los Corrales y presidente de la Junta de Estudios Históricos de Mataderos. Y luego aclaró “implica carecer del dominio del equino, no poseer el medio para frenarlo y dirigirlo y quedar sujeto al recado o a la silla sólo por la fuerza de las piernas. Del recado, la silla y los estribos un buen jinete podría prescindir, aunque no es lo aconsejable, pero de las tiras que sujetas al freno y son como el volante del caballo, ciertamente no”.
En este caso, el que perdió las riendas fue la estatua del resero, la emblemática obra del escultor Emilio Sarniguet que, enclavada en la plazoleta de avenida de los Corrales y Lisandro de la Torre, junto a la histórica recova, es un verdadero símbolo del barrio de Mataderos.
“Me di cuenta el martes 16 de abril, y no es que haya perdido las riendas, más bien, se las robaron”, sentenció Falco, que fue el primero en percatarse del hecho. “Son apenas dos trocitos de bronce -explicó- con los que se llevaron un pedacito más de la dignidad y de la historia del barrio y que, seguramente en el sospechoso comercio de metales, tengan un escasísimo valor”. El autor del libro “El Resero, la historia de una estatua”, recordó además que “no hace demasiado tiempo el pedestal de la estatua se quedó sin ninguna de las plaquetas que homenajeaban a ese trabajador anónimo que cumplió, hasta no hace mucho, un rol fundamental en la compra y venta de ganado en pie en el ámbito de la ciudad”.
En aquella oportunidad se realizó la correspondiente denuncia policial en la Comisaría 9A que, paradójicamente, se encuentra enfrente, a unos cincuenta metros del monumento violentado. “En unos minutos estaré radicando una nueva denuncia en la seccional, donde ya hablé mil veces sobre este tema”, manifestó Falco, visiblemente molesto, y recordó que “después desaparecieron todas las demás chapas del mismo material del casco histórico que integran las recovas del antiguo Mercado de Hacienda, y también se pidió entonces la intervención de la policía”.
Además de radicar la denuncia, Falco tiene previsto organizar una jornada de desagravio para el próximo 25 de mayo, cuando se conmemoren los noventa años del emplazamiento de la estatua. Para entonces tiene previsto convocar al presidente de la Junta Comunal 9, Maximiliano Mosquera Fantoni, y a los responsables de la Feria de Mataderos. “Lo único que no debería hacerse ante esta situación es nada. Sin embargo, nos estamos acostumbrando a eso y el dejar hacer es indudablemente cómplice del que hace el daño”, concluyó Falco.