Resistir los recitales
El legislador Hernán Reyes presentó ante los vecinos de Liniers Norte el proyecto de ley para resguardar el espacio público lindero durante los eventos masivos en el estadio de Vélez.
A fines del año pasado, tras escuchar las diversas problemáticas que padecen los vecinos linderos a los estadios en los que periódicamente se organizan recitales y espectáculos masivos, el legislador Hernán Reyes (Coalición Cívica-ARI) presentó en la Legislatura porteña el proyecto de ley de “convivencia en los eventos masivos”.
Antes de que se presente en el recinto para ser sometido a votación, Reyes se está reuniendo con los vecinos afectados para interiorizarlos sobre los alcances de la iniciativa y analizar eventuales agregados o modificaciones. A comienzos de este año, el legislador se reunió primero con los vecinos del barrio River, luego hizo lo propio con los de Caballito que habitan los alrededores del estadio de Ferro y más tarde con los del Movistar Arena, en Villa Crespo. El cuarto de los encuentros -del que participó una treintena de vecinos- tuvo lugar a la caída de la tarde del viernes 23 de febrero último en la sede del Centro de Jubilados “Volver a vivir”, de Reservistas Argentinos 452, en Liniers Norte, a metros del estadio de Vélez Sarsfield.
Además de Reyes participaron del encuentro la juntista local Soledad Aulita y el exjuntista y actual director general de Promoción Deportiva, Hernán Poggi, único comunero que en la gestión anterior acompañó a los vecinos cuando reclamaron ante las anteriores autoridades del club -con Sergio Rapisarda a la cabeza- por los incumplimientos, excesos y atropellos que se observan en cada recital, en perjuicio de los habitantes de esa olvidada porción del barrio de Liniers.
Esta es la segunda oportunidad que el legislador de la Coalición Cívica-ARI se reúne con los vecinos de Liniers Norte. Ya lo había hecho a finales del año pasado, cuando se estaba gestando el proyecto, con el objetivo de ordenar y regular el uso del entorno de los estadios, en estos eventos multitudinarios. La iniciativa se encuadra en la lógica de una ley marco, ya que apunta a garantizar el cumplimiento de otras leyes que hoy no se cumplen ni controlan, con una clara y sugestiva ausencia de las autoridades de aplicación del Gobierno porteño.
“Hace más de dos años que estamos trabajando para mejorar la calidad de vida de los vecinos de los alrededores del estadio de Vélez, a raíz de los numerosos problemas que ocasionan los recitales, los partidos a fútbol y de rugby. Desde la Secretaría de Deportes de la Ciudad estamos apoyando esta iniciativa para que se promulgue la ley y se realicen los controles pertinentes”, comenzó expresando Poggi.
Por su parte, Reyes explicó que la norma pretende “generar un área de manejo de los eventos propia para cada estadio” y una “mesa de diálogo”, que en el caso de Vélez estaría integrada por las autoridades responsables del club, la productora del evento y las distintas autoridades de aplicación (por ejemplo, la Policía de la Ciudad) además de incorporarse a los vecinos afectados y a las autoridades de la comuna, que tendrían injerencia directa en el control de este plan de manejo. Además, el proyecto contempla la creación de una nueva área de gobierno a cargo del control y actualización de plan de manejo, ya que cada entorno es específico para cada estadio.
Posteriormente, el legislador explicó los alcances del proyecto y se detuvo en un punto que generó malestar entre los vecinos presentes. Fue cuando se refirió a la posibilidad de generar un código QR que posibilite el normal traslado de los vecinos por el sector lindero al estadio durante los días de recital. “No corresponde, porque las empresas no son las dueñas de nuestras vidas. En ese caso sería mejor controlar a la empresa que viene a hacer su negocio y no a las personas que habitan el barrio”, se quejaron los vecinos. Ante este planteo, Reyes sostuvo que el QR era apenas una opción que ni siquiera estaba incluida en el proyecto de ley.
“Si se cumplen las normas vigentes, que para el caso de Vélez parecerían no existir, el QR no tiene sentido. Si se llegara a implementar significaría entregarle el manejo del barrio a la empresa, y los vecinos no somos sus prisioneros ni tenemos por qué ser controlados por una empresa privada que sólo resguarda sus propios intereses. En todo caso que nos den la potestad a nosotros para controlar a la empresa”, sostuvo el arq. Alejandro Ruggiero, referente de los vecinos de Liniers Norte.
Los principales puntos del proyecto
Según reza en su artículo 1°, el Proyecto 1186/2023 tiene por objeto “definir los lineamientos destinados a asegurar la convivencia vecinal en eventos culturales, festivos y deportivos que se organicen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se encuentren debidamente autorizados por la autoridad competente”. En ese sentido, resalta que “la Autoridad de Aplicación deberá crear un plan de gestión y manejo correspondiente a cada estadio, teatro, y/o locación de eventos de las características de la presente ley”.
La iniciativa expresa además que apunta a “promover una mejor convivencia vecinal, la continuidad de la vida cotidiana y actividad económica adyacente, la higiene y asegurar una gestión ordenada de la movilidad de los asistentes y del tránsito general de la Ciudad”.
Para ello, se apoya en los siguientes lineamientos: “reducir al mínimo los cortes de calles y avenidas para asegurar un ingreso y egreso ordenado del público asistente, sin afectar la movilidad de la zona para el resto de los habitantes de la Ciudad; dar prioridad a la liberación de avenidas, bicisendas y demás infraestructura requerida para el transporte público masivo de pasajeros; promover la asistencia al evento por medios de movilidad sustentable, con la finalidad de reducir el tránsito de automotores privados; realizar las gestiones para ampliar el horario y/o la frecuencia de colectivos, subte, premetro y tren, para promover la concurrencia y salida de los eventos masivos; priorizar la no afectación respecto de los trayectos habituales del transporte público masivo de la Ciudad; promover la disponibilidad de estacionamiento para bicicletas y monopatines, de manera de impulsar el transporte multimodal; garantizar los operativos de seguridad y ordenamiento del tránsito adecuados para asegurar el acceso de los ciudadanos a sus viviendas, los estacionamientos para vehículos privados, y a los comercios de la zona afectada; garantizar el efectivo cumplimiento de la Ordenanza 51.277, sobre las medidas de higiene en los alrededores del lugar donde ocurra el evento masivo; y planificar procedimientos para la prevención de precios abusivos en espacios de estacionamiento aledaños y en vehículos afectados al transporte de pasajeros”.
Además, en el Artículo 6 resalta que “la Autoridad de Aplicación deberá garantizar que el operativo de ordenamiento del tránsito y de seguridad no afecte el desarrollo de las actividades sanitarias, de emergencia, y las educativas y formativas en la zona, evitando que las instituciones deban suspender o acortar la jornada para dar cumplimiento al operativo”.
En sus fundamentos, el proyecto parte de la idea de involucrar a los vecinos en la planificación de la gestión de estos eventos. “Al permitir que los vecinos participen activamente en la toma de decisiones que afectan su entorno, se fomenta el sentido de responsabilidad y cooperación entre los miembros de la comunidad, y se garantiza que los intereses de todos sean respetados”, expresa.
Finalmente sostiene que la iniciativa “busca garantizar la seguridad y el disfrute de los espectadores, y reducir las molestias en los vecinos que habitan y transitan las zonas afectadas”.