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¿Islas de calor a la vista?

Si bien la vulnerabilidad de nuestro barrio no muestra signos preocupantes con respecto a este tema, el cambio climático nos obliga a prevenirlos.

En Buenos Aires, las islas de calor son una realidad preocupante. Según un estudio del BID, la temperatura en el centro de la ciudad puede ser hasta 8°C más alta que en zonas suburbanas. Los barrios más afectados son aquellos con mayor densidad de población y construcciones, como Balvanera, San Telmo y Constitución. En cambio, los barrios con mayor superficie verde, como Palermo,  Núñez, Saavedra o Villa Devoto experimentan, en determinadas zonas, temperaturas más bajas.

Las islas de calor son zonas urbanas que experimentan temperaturas significativamente más altas que las áreas rurales circundantes. Este fenómeno, que se intensifica durante el verano, tiene un impacto considerable en la salud humana, el medio ambiente y la calidad de vida en las ciudades.

Este no es un fenómeno nuevo. A medida que las ciudades fueron crecido y se densificaron, este problema se intensificó.

“En verano, el calor es insoportable. Dormir se vuelve imposible y hasta salir a la calle es un riesgo” comentan vecinos de zonas calientes. Las altas temperaturas impactan en la salud, especialmente en niños, ancianos y personas con enfermedades preexistentes.

Estudios en Buenos Aires, Santiago de Chile y São Paulo revelan un aumento de enfermedades respiratorias, deshidratación e incluso mortalidad durante las olas de calor. Además, las islas de calor degradan la calidad del aire, intensificando la contaminación atmosférica.

PRINCIPALES CAUSAS

Las principales causas que aumentan las islas de calor en los centros urbanos son:

Materiales de construcción: El uso de materiales como el asfalto y el hormigón, que absorben y retienen el calor, contribuye a elevar la temperatura urbana.

Falta de vegetación: Los árboles y otras áreas verdes proveen sombra y refrescan el aire a través de la evapotranspiración. Su ausencia intensifica el calor.

Alta densidad urbana: La concentración de edificios y la escasa circulación de aire en las zonas densamente pobladas favorecen la formación de islas de calor.

Emisiones vehiculares: Los gases de efecto invernadero y contaminantes emitidos por los vehículos intensifican el efecto invernadero y el calor urbano.

ALTAS TEMPERATURAS

Cuatro soluciones para Buenos Aires

Para mitigar el impacto de las islas de calor en nuestra ciudad y nuestro barrio, se pueden implementar las siguientes medidas:

Plan de forestación urbana: Implementar un plan ambicioso de plantación de árboles en calles, parques y espacios públicos.

Incentivos para la construcción sostenible: Ofrecer beneficios a los propietarios que construyan o remodelen utilizando materiales y técnicas que reduzcan el calor.

Mejora del transporte público: Ampliar la red de transporte público y promover su uso como alternativa al vehículo particular.

Campañas de concienciación: Informar a la población sobre los riesgos de las islas de calor y las medidas que pueden tomar para combatirlas.

En definitiva, las islas de calor son un problema urbano urgente que requiere soluciones multifacéticas. La acción conjunta de gobiernos, ciudadanos y empresas es fundamental para construir ciudades más frescas, saludables y sostenibles.