Plaza de la Memoria Amia en Nuñez
El paseo verde de 3000 metros cuadrados frente al río es un espacio que rescata la historia y rinde homenaje a las 85 víctimas que murieron en el ataque de 1994
Las 85 víctimas del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) tienen un nuevo lugar de recordación y homenaje junto al Río de la Plata y sobre los escombros del edificio que fue atacado, un espacio verde y público que les rinde tributo permanente con lo que pasó el 18 de julio de 1994 cuando el terrorismo dejó una herida imborrable en la historia argentina.
El proceso de renovación de la Plaza Memorial AMIA, situada entre Ciudad Universitaria y el Parque de la Memoria, se inició en julio del 2022 como parte de la revitalización de la ribera del Río de la Plata y de un plan global promovido por el Gobierno de la ciudad, que engloba diversos proyectos desde la General Paz hasta la Reserva Ecológica Costanera Sur. La idea de establecer una plaza surgió en 2017 a raíz de una propuesta de la Ciudad en colaboración con AMIA. En ese momento, la Unidad Fiscal AMIA, creada después del atentado, otorgó la liberación del espacio que estaba resguardado como parte de la investigación.
Cuenta con una pasarela que se asoma sobre las aguas del Río de la Plata, caminos destinados para la circulación de quienes visiten el memorial y 85 columnas verticales de acero, cada una en honor a una de las víctimas. Dichas columnas llevan consigo una placa que presenta los nombres de todos los fallecidos, formando así parte integral de este innovador espacio verde.
La Plaza Memoria AMIA, como testimonio urbanístico, tiene un basamento único, que son los escombros. Estos escombros que formaron este terreno, son testigos del horror y portadores de memoria. Era imprescindible que siguieran su función de transmisión y que no sean tapados por un precioso manto verde. Es por eso por lo que la Plaza Memoria AMIA honra a cada uno de los 85 asesinados. Las 85 estacas que recorren esta plaza son el símbolo del dolor, pero también de la decisión de seguir recordando y reclamando justicia.
En el año 2017, el arquitecto Ariel Iasge, quien previamente se desempeñaba como director de Espacios Verdes en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad, inició el primer contacto entre el gobierno y la AMIA para abrir un diálogo acerca del destino del terreno de 3285 m². Esta propuesta resonó rápidamente en la AMIA, la cual, en ese mismo año, dio forma al diseño de la plaza. Un compromiso formal quedó establecido en una carta firmada entre ambas partes en septiembre de 2018, proporcionando la formalidad necesaria para el progreso del proyecto. En julio de 2019, se dio un paso adicional con la colocación de la piedra fundamental de la plaza, bajo la supervisión de la Secretaría de Desarrollo Urbano.
El financiamiento para la construcción de la Plaza AMIA se originó a partir del convenio urbanístico Dique 4, ubicado en Puerto Madero. Según el acuerdo, como contraprestación, se asignaron los fondos necesarios para la creación del memorial. La entidad aprecia la proximidad del terreno a Ciudad Universitaria, ya que esto facilita acercar el pasado y la historia a jóvenes que carecen de una memoria experiencial de los eventos ocurridos en Pasteur al 600 en 1994, al haber nacido después de esa fecha.