Colegiales enfrenta su momento mas critico por la reconversión de terrenos baldíos en futuras torres
Su identidad de barrio y casas bajas corre peligro por el impulso depredador de los desarrolladores
Bajo la influencia del Gobierno porteño, el histórico Parque Ferroviario de Colegiales, delimitado por las calles Virrey Olaguer y Feliú, Moldes, avenida Federico Lacroze y las vías del ferrocarril Mitre, registró una transformación significativa que no ha sido mayor por la intervención directa de los vecinos que se opusieron a la destrucción total del mismo.La zona se esta convirtiendo en un epicentro de nuevos desarrollos inmobiliarios, potenciando las propiedades preexistentes pero generando una metamorfosis edilicia que va en contra del deseo de los vecinos y la idiosincrasia del barrio.
La apuesta por nuevos emprendimientos persiste, buscando atraer a nuevos residentes pero expulsando a aquellos que tenían un afecto arraigado por el encanto de Colegiales como barrio tranquilo, residencial y de casas bajas, donde todos se conocían. Las otras calles involucradas en este rally incontenible de hormigón son Ciudad de la Paz, Dorrego, Concepción Arenal y Maure. La avenida Cabildo, reconocida por su diversidad comercial era el limite que los vecinos del barrio se permitían en cantidad de decibeles y cemento.
En las inmediaciones, más de 15 edificios en construcción ofrecerán menos vistas al verde, mas temperatura ambiente y contaminación visual para los vecinos que antes tenían a la vista la estación de Colegiales. Este nuevo pulmón verde en el barrio que es gracias al accionar rápido de las asociaciones de vecinos, dinamiza significativamente el acceso de Colegiales hacia Belgrano generando un transito mayor por las calles internas que en alguna época eran un oasis dentro de la ciudad.