A 65 años de la toma del Frigorífico Lisandro de la Torre
Como cada año, este sábado 20 de enero desde las 18:30, se llevará a cabo la habitual jornada homenaje en recuerdo a la histórica gesta de los trabajadores del frigorífico, que se concretó con el apoyo de cientos de vecinos de Mataderos. El encuentro tendrá lugar en Lisandro de la Torre y Tandil y, como es habitual, participarán familiares de los trabajadores, quienes ofrecerán su testimonio sobre los inolvidables sucesos ocurridos en el barrio a comienzos de 1959.
El 15 de enero de 1959, cerca de 9 mil trabajadores decidieron ocupar y tomar el Frigorífico Lisandro de la Torre, en repudio a la privatización del emblemático establecimiento de José Enrique Rodó y Murguiondo, que por entonces era el único ente estatal que regulaba el precio de la carne y faenaba un millón y medio de kilos al día. La medida contó con el apoyo de los vecinos de Mataderos quienes, en solidaridad con la huelga, se congregaron en la entrada del frigorífico donde podía leerse una pancarta con la leyenda: “En defensa del patrimonio nacional”. La huelga general proclamada en apoyo a esta acción nunca fue levantada por los trabajadores, sólo la brutal represión contra el frigorífico y el barrio de Mataderos hizo que durante el mes de febrero se reanudaran las tareas en el establecimiento con gente contratada por fuera del plantel del frigorífico.
El principal referente de esa gesta, que enarboló como lema el cada vez más vigente “Patria Sí Colonia No”, fue el mítico dirigente Sebastián Borro, que luego fue detenido. Con cinco mil despedidos, el gobierno de Arturo Frondizi anunció, a mediados de 1960, que se había efectivizado la venta del Frigorífico a la CAP (Corporación Argentina de la Carne).
El pasado lunes 15 de enero se cumplieron 65 años de esa gesta histórica que tuvo al barrio de Mataderos y a su gente como protagonistas insoslayables. Y este sábado, tal como viene sucediendo desde 2009 -cuando se celebró el cincuentenario de la toma- se realizará la tradicional celebración a metros de la plaza seca “Sebastián Borro”, de Lisandro de la Torre y Tandil. En esta oportunidad, la “Comisión Permanente de Homenaje a la lucha de los Trabajadores del Frigorífico Lisandro de la Torre”, evocará aquel símbolo de la resistencia con un homenaje que incluirá la proyección de material fotográfico de aquel momento y, familiares de los trabajadores del frigorífico, ofrecerán testimonios evocativos de las vivencias ocurridas durante la toma.
La juntista local Lorena Crespo, integrante además de la Comisión Homenaje, se atrevió a trazar un paralelismo entre el contexto de situación de aquel entonces y el actual. “Hoy como ayer estamos de pie por la democracia, la justicia social, la independencia económica y la soberanía nacional. Por eso es necesario mantener viva la memoria e imitar el ejemplo”, resaltó. En ese sentido, a la tradicional consigna, este año los organizadores le sumaron un agregado: “¡Patria sí, colonia no! ¡La Patria no se vende!
En la jornada realizada hace dos años, uno de esos testimonios fue el de Alejandra, la hija de José Trombino, operario del Frigorífico y compañero de Sebastián Borro. “Papá trabajaba como jefe de mayordomía en el Lisandro de la Torre y pertenecía a la comisión directiva junto a Borro. Crecí escuchándolo contar esos hechos, y debo admitir que yo lo alentaba a hacerlo, es que eran realmente apasionantes ¿Cómo no hacerlo? Podía ver su emoción, su pasión, su orgullo por hacer algo que sentía que era lo correcto”, resaltó Alejandra, y luego agregó emocionada “lo he visto con lágrimas en los ojos, al contar que, haciendo propaganda desde su auto junto al hermano más chico de Borro, decidieron pasar la marcha peronista, en tiempos en que estaba prohibida y la gente comenzó a salir de las casas llorando al escucharla”.
Alejandra recordó haber escuchado a su padre contar cómo Perón y Evita fueron a comer al Lisandro de la Torre junto a los empleados y cómo él tuvo la oportunidad de darle la mano a Perón. “Lo he escuchado contar sobre la toma, cómo Mataderos se levantó en apoyo a los trabajadores, cómo el tanque Sherman abrió el portón, moviendo las columnas que lo sostenían, cómo subieron al último piso y tiraron todo lo que encontraron por las escaleras, para de esta forma taparlas y demorar el desalojo. Además, abrieron los corrales para soltar el ganado. Me ha contado que, al poder ingresar, el jefe de la policía se subió a una mesa para hablarles, los trabajadores se acercaron para poder escucharlo y el jefe de la policía se pegó un susto tal que los dejó ir porque eran muchos”.
La mujer recordó el testimonio de su padre cuando relataba el preciso momento en que detenían a Borro. “Días después, llevando con su auto a Borro a una reunión, cayó la policía –detalló-. Cuando se estaban llevando a Borro, éste les dijo a los policías que no se llevaran a mi papá y otros muchachos que estaban con él. Los policías les dijeron que se metieran en un baño, pero mi papá y otros desconfiaron y se escaparon. Lo que sigue es una historia increíble, de persecución y escape, donde iba estaba la policía buscándolo, por lo cual escondió el auto y con un compañero viajaron a Rosario, hasta que se calmaron las cosas. Cuando volvió fue a visitar a Borro a la cárcel”.
Estos y otros recuerdos volverán a hacerse carne en la jornada de este sábado, a la que están todos los vecinos invitados.