Insólito! denunció el robo de su auto y termino condenado
La historia señala que una persona se acercó hasta la Comisaría Vecinal 8A, ubicada en Martiniano Leguizamón 4347 del barrio porteño de Villa Lugano, y realizó una denuncia sencilla “el robo de su auto”.
Hecho que luego describieron fuentes policiales no genero ningún tipo de sospechas, era tan solo un ilícito automotor más.
La victima en sede policial relato que estaba en su vehículo, en una estación de servicio, cuando se le acercó un hombre subió a su auto, le exigió que le entregara las llaves y escapó conduciendo.
Después de hacer la denuncia ante la policía, el hombre robado siguió con los trámites correspondientes de rigor para cobrar el seguro de auto ante la empresa que tenía contratada.
Allí fue cuando comenzaron los problemas la compañía aseguradora desconfió de la historia y puso en marcha una investigación que reveló que ese robo no existió.
Según los últimos datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación, se roban 115 automóviles por día, es decir, nada fuera de lo común.
El dueño del vehiculo robado adquirió el auto a una persona incluyendo una licencia de taxi y en cuotas. Aparentemente no pudo pagar bien en termino las mismas Económicamente, las cosas se le complicaron y decidió devolver el auto y así dejar sin efecto el crédito prendario con el que se había comprometido.
Fue allí donde surgió el verdadero delito en una estación servicio hasta donde llego entregar el auto.
Después denuncio el ilícito, la maniobra quedó probada ante la justicia, que condenó a esta persona por estafa. Además de pagar una cantidad de dinero simbólica, tendrá que hacer tareas comunitarias. Para la empresa, Libra seguros, es un “fallo histórico”.
No es la primera vez que se inicia este tipo de demanda contra los asegurados que falsean los hechos, pero sí es el primer fallo favorable que obtiene. Una sentencia inusual porque estos casos de fraude son difíciles de probar.
En esta oportunidad, la aseguradora avanzó sobre la sospecha de fraude. Incluso cuando R. intentó desistir del reclamo que había iniciado. Sin embargo, la aseguradora lo llevó ante la Justicia y denunció el ilícito. Finalmente, se lo encontró “autor penalmente responsable del delito de estafa en grado de tentativa”.
La causa se elevó a juicio oral y una vez más la defensa del primer propietario, se insistió con firmar una conciliación, una instancia permitida en algunas causas penales. Sin embargo, la empresa se opuso nuevamente y siguió con la causa.
En síntesis, el supuesto asaltado fue condenado a realizar 96 horas de tareas comunitarias en una entidad de bien público, un club; barrer, pintar, hacer arreglos. Y además tendrá que pagarle a la empresa $ 40.000 en concepto de reparación.