“Con el equipo que formamos, vamos a sacar el club adelante”
El flamante presidente de Vélez, Fabián Berlanga, se refirió al complejo presente que atraviesa la entidad de Liniers, en una entrevista exclusiva
Para muchos es un valiente que se atrevió a agarrar un fierro caliente, para otros un loco que no sabe en dónde se metió. Como sea, las elecciones del 11 de noviembre pasado convirtieron a Fabián Berlanga en el flamante presidente de Vélez Sarsfield, y este miércoles estará asumiendo sus funciones al frente del club de Liniers, en reemplazo de Sergio Rapisarda. En sus manos tendrá el timón de un barco que navega por aguas turbulentas, acuciado por una tormenta de deudas y un oscuro vendaval en la tabla de posiciones anual, con el inusitado desafío de mantener la máxima categoría, en un club que supo ser un referente ineludible en el fútbol continental.
“Sabíamos de antemano dónde nos estábamos metiendo, y sabemos que tenemos una apuesta muy grande por delante. Pero el amor que tenemos por Vélez es todavía más grande y hace que nos metamos de lleno en esta locura. Pero estoy confiado en que con el equipo que formamos y con el apoyo de la gente que recibimos en las urnas, vamos a sacar al club adelante”, comenzó diciendo Berlanga (59 años y casi cuatro décadas en el comercio minorista) en diálogo con Cosas de Barrio, en su heladería de Alberdi y Miralla.
– ¿Quién es Fabián Berlanga? ¿Cómo te definirías?
– Soy un socio hincha de Vélez, que ama al club y a sus colores. Trabajo en mi heladería desde hace 37 años, allá está colgada la última camisa que usó mi papá acá, así que este lugar es donde paso gran parte de mi vida, pero ahora ya armé las cosas para desligarme un poco y dedicarle mucho más tiempo a Vélez.
– ¿Tu papá fundó la heladería?
– No, él tenía una fábrica de fideos, pero me ayudó mucho a poner la heladería. Después tuvo algunas diferencias con los socios y yo me lo traje para acá, para que trabajara al lado mío. Siempre trabajé con la familia y guardo el mejor de los recuerdos de mi Viejo.
– ¿Sos de la zona?
– Nací en Ciudadela, cerca de General Paz y Díaz Vélez, pero desde hace varios años vivo en Mataderos, a unas cuadras del negocio.
– ¿Cuál es el mayor desafío que tenés por delante como presidente de Vélez?
– Hoy la urgencia pasa por lo futbolístico, porque Vélez es un club acostumbrado a pelear grandes cosas y hoy se encuentra en una situación angustiante. Por eso el objetivo principal es devolverle ese protagonismo al club. Después, el paso siguiente es devolverles el club a los socios, hacer que Vélez vuelva a ser una gran familia, sin apartarnos del modelo de club que nos legó don Pepe, pero tratando de modernizarlo y de desarrollar una gestión eficiente, de cara al socio, participativa, y por sobre todas las cosas, una gestión transparente.
– En el primer punto entiendo que ya hubo un avance, en la reunión que tuvieron con Chiqui Tapia, poco después de ganar las elecciones
– Así es, estamos atentos a todo. Le agradezco especialmente al Chiqui porque me invitó a participar de la reunión del Comité Ejecutivo, antes incluso de haber asumido. Nos brindó un aplauso por haber ganado las elecciones, a manera de bienvenida. Eso fue a la mañana, y a la tarde nos fuimos con Augusto Costa al predio de Ezeiza para reunirnos con Tapia en su oficina. Estuvimos charlando un rato largo. Le pedimos que ajuste los detalles para que no haya errores en el partido con Colón, un partido muy importante para Vélez, donde estará en juego la historia del club. Que estuviese atento a los detalles, para que sea un partido limpio y en paz, y que el resultado final sea la consecuencia del desarrollo futbolístico. Sabemos que esta situación crea mucho dramatismo, para Vélez particularmente se trata de una final más pesada que la de una Copa Libertadores, porque está en juego el prestigio del club.
– Es que después del despojo del que fue víctima Vélez en el partido con Argentinos Juniors, en el hincha surge un paralelismo con la ausencia de Vélez en la AFA…
– Exacto, por eso lo primero que hicimos fue reunirnos con Tapia. Le dijimos que éramos gente nueva, que necesitábamos volver a tener presencia en AFA y que veníamos a colaborar. Que no nos interesaban los protagonismos personales, pero sí la presencia activa de Vélez como institución. Le dije que quería organizar un encuentro para tratar de organizar un proyecto tendiente a evitar la fuga de juveniles, cosa que últimamente ocurre a menudo, y que va a terminar afectando a la selección nacional, porque se están llevando chicos para que jueguen en otros países y tengan otra nacionalidad. Somos el país campeón del mundo y no queremos eso.
-Augusto Costa es tu vicepresidente primero, y durante la campaña hubo panfletos y pasacalles con la leyenda “no queremos kirchnerismo en Vélez” ¿Cómo tomaron eso? ¿Se sabe quién impulsó esa movida?
– Hicimos muchas investigaciones y denunciamos con carta documento a quien entendemos que es el responsable, que es una persona que en algún momento estuvo ligada al Gobierno de la Ciudad. Vélez no está acostumbrado a eso, y no tenemos que dejar que la política nacional entre en el club. Al contrario, Vélez tiene que trabajar mancomunadamente con la política nacional, sea de la vereda que sea, para obtener beneficios para el club. Por eso tenemos que estrechar lazos con el Gobierno de la Ciudad en la Ciudad de Buenos Aires y con el nacional a nivel país. Eso lo tenemos muy claro. Augusto es más un funcionario político que un político. El ejerce una función y tiene una capacidad admirable. De hecho, mi relación con él empezó con una discusión, cuando nos sentamos a tomar un café acá enfrente. Charlamos dos horas y empezamos a ponernos de acuerdo sobre qué modelo de club queríamos para Vélez, y la verdad encontramos muchos puntos en común y los otros los terminamos puliendo. Él, aunque tenía ganas de postularse como presidente, aceptó mi candidatura y desde entonces tiramos todos para el mismo lado. Por eso hoy trabajamos en equipo. Yo soy muy nacionalista y tengo esa tendencia política, que es contraria a la de Augusto, y sin embargo eso en Vélez no se nota. Yo soy de la idea que si un funcionario hace mal las cosas hay que sancionarlo, en la política nacional o en el club, no importa de qué partido venga. Porque el club está por arriba de todo y el escudo es lo primero.
– Hubo una foto emblemática tras conocerse tu triunfo en las urnas con Raúl Gámez…
– Sí, claro. Raúl es una persona que ha marcado un camino en Vélez, en lo futbolístico y en lo institucional. Un modelo de club que nos llevó a ser campeones del mundo y a lograr títulos. Armó un modelo muy presidencialista. Hoy nosotros consideramos que el modelo dirigencial de Vélez tiene que ser más horizontal, donde todo se dirima en una mesa de consenso, con debate, con argumentos y con una justificación al socio, que en definitiva es el dueño del club. A eso nos comprometimos en la campaña y no nos vamos a apartar de ese camino.
– En la campaña hablaste de auditoría de los últimos seis años, correspondientes a las dos gestiones de Rapisarda ¿Tenés diálogo con él, tenés previsto juntarte?
– Sí, tuve diálogo, pero en los últimos tiempos ya no. No obstante, al día siguiente de las elecciones me llamó por teléfono, me dijo que quería charlar conmigo para explicarme algunas cosas y le dije que sí. Es gente de Vélez, así que lo voy a escuchar, pero la auditoría se va a hacer igual. Porque no sólo es una auditoría para indagar sobre el manejo de los fondos del club o para apuntarle a alguien en especial, también incluye el área de recursos humanos, análisis de sistemas, gestión, un montón de aspectos. Si aparece alguna incongruencia, lo lamentamos en el alma, pero primero está el escudo y vamos a hacer lo que tengamos que hacer. Ya sellamos el acuerdo con el decano de la Facultad de Ciencias Económicas. Los primeros informes de la auditoria, en cuanto a los procedimientos de gestión, estarán disponibles en 90 días, por lo que oportunamente estaremos notificando al socio. Seguramente la auditoria que más demore sea la económica-financiera, porque la idea es que sea muy rigurosa y detallada. Todo lo que se prometió en campaña intentaremos cumplirlo, y lo que no podamos explicaremos los porqués. Pero tampoco hicimos falsas promesas o promesas descabelladas.
De acuerdo al último balance, presentado hace pocos días y que incluye hasta el 31 de julio pasado, Vélez tiene una deuda de 13 millones de dólares, a los que se sumarán otros siete millones que vencen en 2024. Una cifra bastante menor a los 200 millones en rojo que recibió Rapisarda al comienzo de su primera gestión, pero que se redujo luego de dilapidar a las principales joyas del club. “Es un panorama muy complejo, aparte hay contratos firmados en dólares. Pero bueno, tenemos un equipo económico-financiero, gente del palo, con experiencia, en la que confiamos plenamente”, remarcó Berlanga.
– ¿Podés adelantar algún proyecto puntual en materia futbolística o es demasiado prematuro aún?
– Primero queremos esperar a que pase el temblor. No queremos generar ningún movimiento raro, hasta tanto no se resuelva la situación de Vélez en lo inmediato. Ya hemos tenido algún encuentro informal con Sebastián Méndez, pero recién cuando pase el partido con Colón nos reuniremos formalmente, porque quiero escuchar su diagnóstico y, en base a eso, tomaremos determinaciones. Eso sí, no tomaremos decisiones apresuradas ni dejaremos nada librado al azar. Todo será analizado y pensado, tratando de generar lo mejor para Vélez.
– ¿Cómo te gustaría que te recordaran de acá a tres años, con la gestión ya finalizada?
– Como ahora, me gustaría volver a sentarme en mi platea otra vez, seguir transitando el club como toda la vida (pausa). Bueno, ahora que lo pienso me gustaría que me recordaran como el tipo que le devolvió la felicidad a los hinchas de Vélez. Y si pudiésemos coronar la gestión con alguna conquista deportiva, bienvenida sea. Pero por sobre todo me obsesiona la idea de dejar un club ordenado para que el escudo se siga llenando de estrellas.
– Para el partido contra Colón la idea es abrir todos los sectores de la cancha, incluida la platea Norte alta ¿Verdad?
– Sí, estamos hablando con el Comité de Seguridad, con Eduardo Capuchetti que maneja la seguridad en Vélez. Nosotros asumimos el miércoles 22 de noviembre y el jueves 23 ya vamos a estar trabajando, o sea que no hay demasiado tiempo. Por eso ya estamos en contacto con Diego González, el actual vice primero, que se puso a nuestra disposición y nos está abriendo los caminos para que podamos avanzar sobre este tema. Además, con Diego estamos organizando todo el tema de la transición.
– Dejale un mensaje al hincha, al sufrido hincha de Vélez
– El hincha de Vélez es el primero en acompañar y demostrar su apoyo, siempre. Gran parte de la grandeza de Vélez tiene que ver con su gente. Quedó claro el compromiso del socio con su participación en las urnas en una elección con récord de votantes. Gracias a los casi 4.400 socios que nos apoyaron con su voto (el 57%), y a los que votaron a otra agrupación, gracias por acercarse a votar. Nuestra intención es estar más cerca del socio y del hincha para que renueven su amor por Vélez, que es lo que nos une. Pronto vamos a llamar a los presidentes de las agrupaciones para empezar a trabajar otra promesa de campaña que es la modificación del estatuto, porque Vélez necesita un estatuto más moderno que nos permita generar mayores ingresos, siguiendo el modelo de la Constitución de Estados Unidos, con enmiendas, para que se pueda modificar rápidamente sin tener que esperar años de asambleas.
– Yendo a lo puntual y a lo que mantiene en vilo a los hinchas ¿Nos quedamos?
– ¡Sí, por supuesto!
Ricardo Daniel Nicolini
El “kindergarten” fortinero
Durante la charla con Berlanga surgió un tema que, como en tantos otros clubes de fútbol, resulta, al menos, insoslayable: la barra. Lejos de intentar poner a sus integrantes en el ojo de la tormenta, el flamante presidente fortinero prefirió tildarlos de “chicos buenos”. El tramo en cuestión, es el que sigue:
– Recién hablabas de volver a hacer de Vélez el club de la familia ¿Tenés vínculo con la barra? ¿Cómo vas a manejar ese tema?
– Con los chicos de la barra, lo único que tenemos que hacer en ponernos de acuerdo en trabajar para pacificar a Vélez. Que ellos estén atentos a los días de partido, a esa fiesta que generamos siempre, y nada más. Son chicos buenos, no hay demasiado problema por el momento en ese sentido.
– Pero hace pocos meses la barra irrumpió en la Villa Olímpica y amenazó a los jugadores, varios de los cuales optaron por irse, y en el cierre de campaña de Lalo Rado hubo agresiones y tiroteos en el club Villa Luro Norte…
– Si, pero ahí se mezclaron cosas, hubo gente que se involucró. Lo charlé con Lalo y reconozco que no tuvo nada que ver. Cuando no se planifican bien las cosas ocurren hechos como ese. Lalo confió en una persona que por ahí se equivocó, y por querer obtener un rédito político todo terminó como terminó. Tengo entendido que le habían dicho que no se metiera en ese tema, prometieron cosas que no tenían que prometer, y las consecuencias están a la vista. En la vida del dirigente, como en los negocios, tiene que haber planificación y análisis, entonces uno se podrá equivocar, pero los márgenes de error serán menores.
– Ojalá no los haya entonces…
– Sí, claro, ojalá.