La paz empieza en casa
Todo empieza cada mañana al despertar, algunas veces en ese momento la mente te recuerda tus actividades del día y ese parloteo mental inicia llevando la atención aquello que debes realizar y no es de tu agrado, él cual en repetidas ocasiones pone en jaque el equilibrio emocional y como dice el dicho “Te levantas con el píe izquierdo”. Cada cual encontrará como serenarse en esos momentos, algunos incorporarán esas sensaciones como algo natural en su forma de vivir, sin darle importancia, otros entendemos que cada día, al abrir los ojos, es una nueva oportunidad para mejorar aquello que quedó por resolverse. Así nos encontramos en una práctica diaria activando la sabiduría personal aquella que te invita a tener coherencia en todo lo que pensamos, hablamos y hacemos con esa oportunidad.
La paz empieza por casa, esa tranquilidad mental hay que crearla principalmente con buenos hábitos, y lo más simple posible, por ejemplo, tomarse unos momentos al despertar y crear ese día como lo queremos transitar, poniendo objetivos sencillos, como podría ser: “No enojarse con ninguna situación” , “Mantener la calma” y si llega ese desafío disfrazado con un jefe/a, compañera/o de trabajo, esposa/o, hija/o, padres, abuelos, o la comunidad que nos rodea, observar, sentir y resolver amorosamente. Estas son tres acciones que nos permiten encontrar la forma de estabilizar nuestra mente y templar nuestro espíritu.
“Oxigenar nuestro cerebro con respiraciones profundas” puede ser el mejor antídoto para el veneno emocional que permitimos al dejar que lo externo desequilibre nuestra paz interior.
La reflexión nos ayuda a mirarnos y conocer nuestro modo de gestionar cada circunstancia, y entender que ese otro también está viviendo su propio proceso de transformación, muchas veces somos nosotros el desafío de ellos. Esta gran familia del planeta azul lleva más de tres años desafiando sus sistemas orgánicos, cognitivos y emocionales por esa razón reflexionemos como mejorar nuestra conducta y volvernos más amorosos con nosotros mismos, hasta llenar de amor nuestro corazón pudiendo cada día renovarlo y expandirlo a todos los puntos cardinales. Aquellos que vibren en esa sintonía alcanzarán la paz interior y recuerda: La paz empieza en casa y uniéndonos podemos manifestarla en el mundo. Llevemos paz en nuestras palabras.