Repudio por la muestra inmersiva “Secret Garden”
Se trata de una muestra lumínica, un recorrido laberíntico “que apunta a descubrir los secretos de la naturaleza cuando cae el sol”, montada en el Jardín Botánico Carlos Thays del barrio de Palermo. Integrantes de organizaciones ambientalistas manifestaron en redes sociales su rechazo a este show organizado por el Gobierno porteño. Desde la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos advirtieron que se está incumpliendo la ley 12.665.
El sábado pasado, se inauguró en el Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires, la muestra inmersiva “Secret Garden”. La misma funcionará durante las noches de julio a partir de las 18.30. “La idea surgió inicialmente en los Kew Garden (Jardín Botánico de Londres) que tienen 400 años de historia. En invierno siempre había menos afluencia y se les ocurrió hacer algo para resaltar la belleza del espacio y atraer público en una época que no es habitual, en invierno y de noche, que en el hemisferio norte es en Navidad. Hicimos varias instalaciones en diferentes partes de España con muchísimo éxito y buscábamos un espacio en Latinoamérica. Sabíamos que Argentina tiene una riqueza cultural enorme pero cuando conocí este Jardín me pareció impresionante. Nos hemos esforzado por resaltar parques que no son ni la mitad de bonitos que éste. Así que van a ver algo bastante especial que hemos diseñado especialmente para este espacio”, contó a Télam el español Nicolás Renna, manager director de Proactiv Entertainment, la empresa que realizó una alianza estratégica con la productora argentina 6 Pasos para concretar el espectáculo.
Desde varias organizaciones ambientalistas, como así también, profesionales especializados en Historia urbana y del Paisaje; denunciaron que las autoridades porteñas “banalizan” un patrimonio cultural público en un show donde las especies y las instalaciones desempeñan un rol escenográfico en dieciocho postas “inmersivas, disruptivas y sustentables”.
Fabio Márquez, licenciado en Diseño del Paisaje, UMSA; especializado en espacios verdes y gestión pública, publicó en sus redes sociales: “Miren la manera más insólita de conmemorar a Carlos Thays. Van a despertar su espíritu y los va a revolear a patadas. No tienen vergüenza.
El Jardín Botánico Carlos Thays de Ciudad de Buenos Aires es un patrimonio cultural público, histórico y natural. Debiera ser una institución científica, pero hace rato que se lo maneja como un espacio recreativo de uso acotado y algunos espectáculos privados como este. Seguramente para mucha gente será un espectáculo atractivo, pero no se considera el impacto negativo a la fauna que habita este lugar, especialmente en la nocturnidad. Ni el mensaje que se comunica del uso escenográfico sobre la mejor colección de especies vegetales de la ciudad.
Banalizan lo patrimonial como entretenimiento pseudoartístico usufructuando un bien público frágil. Lo privatizan mientras carece de mínima inversión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para su verdadera función científica y educativa. Esto no es arte. Es negocio de algún vivo amigo del jefe de Gobierno. Anuncian 18 postas inmersivas, disruptivas y ‘sustentables’, durante un mes. Supongo que habrán hecho una Evaluación de Impacto Ambiental ¿No? La entrada regular adultos sale $4500. Lo anuncian como celebración del 125 aniversario del Jardín. Dame un ejemplo de cinismo”.
Por su parte, Sonia Berjman, doctora especializada en Historia del Paisaje, señaló: “Gracias Gracias. No puedo dejar de llorar lágrimas de impotencia y sangra mi corazón con tanta impunidad y esnobismo barato. Basta de colonialismo de espejitos de colores. El Jardín Botánico no es un circo, ni un festival de rock, ni un teatro de Broadway. Es el Museo de los Árboles, es el oasis de naturaleza en la ciudad. Es el jardín de la ciudad, un jardín muy especial. Para hacer espectáculos artísticos, mapping, fuegos artificiales o lo que se les ocurra hay otros lugares. Al Botánico no hace falta agregarle ni luces, ni movimiento, ni música, ni nada. Ya tiene sus propias luces, sus propios movimientos y su propia música. Si quieren promocionar al Jardín de noche, armen grupos muy chiquitos de personas (no más de 8) y bajo la luz de la luna, sin iluminación artificial y en silencio, recorran sus senderos, abracen y dialoguen con los árboles, huelan sus perfumes… aprehendan la inmanencia de la naturaleza. Organicen pijamadas para niños con bolsas de dormir: usen la imaginación creadora y no vuelvan artificial lo que es natural por excelencia”.
Sobre esta muestra lumínica, también sumó su rechazo María Angélica Di Giacomo, de la organización “Basta de Mutilar Nuestros Arboles”: “Sentimos tanta tristeza y rabia. En vez de concientizar sobre el valor patrimonial del Jardín Botánico, prima la banalidad de convencer a la gente de que es preferible admirar una mariposa de luz que una verdadera entre las flores. Podrían haber planeado visitas nocturnas para apreciar los sonidos de la naturaleza, la oscuridad, la luz de la luna. Y así como lo hicieron en Plaza Seeber por el Mundial de Fútbol reducen árboles magníficos al rol de postes. Peor “homenaje” a Thays no podría habérseles ocurrido”.
En una nota publicada por el diario La Nación sobre la muestra “Secret Garden”; la profesora Mónica Capano, presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, manifestó: “Estamos muy preocupados. El Botánico fue declarado monumento histórico nacional (MHN) en 1996. Los funcionarios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires debieron consultar antes con la Comisión como determina la ley 12.665. Todo debió ser autorizado; están incumpliendo la ley 12.665 -señala la funcionaria-. El Botánico es un MHN y, por lo tanto, está bajo tutela de la Comisión”.
El Capitulo V de la reglamentación de la Ley 12.665 que habla de la custodia y conservación de los bienes históricos o histórico – artísticos, en su artículo 13º, establece:
“Los bienes históricos o histórico – artísticos de la jurisdicción exclusiva o en concurrencia, no pueden ser sometidos a refección ni restauración, ni destruidos en todo o en parte, ni enajenados, ni gravados, sin intervención y aprobación de la Comisión Nacional (art. 4, ley 12.665). En el caso de que dichos bienes sean del dominio provincial, municipal o eclesiástico, la Comisión Nacional – previa autorización del Poder Ejecutivo cooperará en los gastos que demande la conservación, refección o restauración de los mismos – (art. 4, in fine, ley 12 665).
Desde la Secretaría de Ambiente, organismo del que depende el Botánico y a cargo de la abogada y exlegisladora Inés Gorbea, señalaron en un comunicado (que publicó La Nación) que “se valora y respeta de manera irrenunciable el patrimonio que representa el Jardín Botánico Carlos Thays para la ciudad de Buenos Aires”. También destacaron que no habían recibido la nota enviada por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
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