Vecinos de Villa del Parque contra el Código Urbanístico
El colectivo Conciencia Urbana, formado a partir del rechazo a las nuevas construcciones, elaboró un texto que pide readecuar la normativa.
La reforma del Código Urbanístico aprobada en la Ciudad de Buenos Aires en 2018 dejó cuestionamientos en todos los barrios, donde grupos de vecinos se van conformando para frenar el avance de las construcciones y la gentrificación. Así como en Villa Devoto, el vecino Villa del Parque tiene su colectivo que moviliza el rechazo y pide por un nuevo régimen especial, que proteja al área residencial.
El grupo se denomina Conciencia Urbana, y lleva a cabo actividades como charlas, juntas de firmas y semaforazos para visibilizar el asunto, junto a una fuerte campaña en redes sociales y plataformas de petición virtual como Change. Pero en paralelo, presentaron al comienzo de este año parlamentario un proyecto de ley en la Legislatura que insta a hacer modificaciones restrictivas en el Código.
Conciencia Urbana se apoya en un relevamiento finalizado a principios de este año que da cuenta de 114 obras en construcción solamente en ese tiempo, sumado a la venta de casi 400 antiguas casas en las que se vendió el lote completo para construir. Si bien se distribuyen de manera pareja por Villa del Parque, la zona entre la estación y el Club Comunicaciones es la que más obras posee, junto a la que rodea a la Plaza Aristóbulo del Valle.
Amparados en este relevamiento, presentaron el proyecto con la firma de la legisladora Claudia Neira (Frente de Todos), y el aval del Consejo Consultivo Comunal 11 y el Observatorio por el Derecho a la Ciudad. El texto tiene un gran escollo, que es la conformación del bloque legislativo que es mayoritariamente integrado por el oficialismo, que es el que sostiene la reforma del Código de 2018. Pero los vecinos se reunieron a principios de mayo con los legisladores Marcelo Guouman y Manuela Thourte, del bloque UCR-Evolución, y le transmitieron su apoyo.
“Expresamos nuestro interés en la pronta resolución, previa a las próximas elecciones pues urge detener el crecimiento exponencial de la constructividad que sigue avanzando firme y aceleradamente. Agradecemos a los legisladores y asesores, el espacio para escuchar nuestro reclamo y confiamos en el compromiso expresado para acompañarnos en una resolución favorable”, plantearon en las redes sociales de Conciencia Urbana tras el encuentro.
El proyecto expresa que el nuevo Código pone en riesgo al barrio “tanto para sus características identitarias, como para la calidad de vida de todos los habitantes”. Por ello, presentaron una propuesta para readecuar la normativa a la “estructura física identitaria de nuestros barrios”, la cual incluye una división en cuatro sectores según las características residenciales y comerciales y de tipo de vivienda.
En ese marco, proponen “consolidar y jerarquizar los corredores principales Beiró, San Martín y Nazca con una altura máxima de 22,8m/29,80m2”. Sumado a ello, instan a restringir la altura de los corredores de Cuenca, Nogoyá, Jonte y Sanabria, más angostos, y el frente de la Plaza Aristóbulo del Valle a una altura de la mitad a la del otro eje. En las áreas residenciales de baja escala situadas entre corredores comerciales, se insta a delimitar una altura máxima de 9 metros.
La iniciativa vecinal pone por su parte reparos a la construcción en zonas de pasajes, pide por la preservación de los pulmones de manzana, la preservación de los bienes inmuebles con valoración arquitectónica, urbanística, histórica o ambiental, e insta a aumentar la participación vecinal.