“El Gobierno de la Ciudad se volvió socio de las constructoras”
Entrevistamos a la arquitecta Magdalena Eggers, autora del informe técnico utilizado por los vecinos de Villa Devoto que recurrieron a la Justicia para frenar las construcciones.
Los vecinos de Villa Devoto que rechazan las nuevas construcciones en el barrio no se rinden, y en paralelo a la presentación ante la Justicia informada en el número anterior, proyectan nuevas estrategias para lograr el freno legal. En ese marco, durante noviembre se difundió un informe técnico realizado por la arquitecta Magdalena Eggers, el cual comparó la situación edilicia en el viejo Código Urbanístico, y en el actual, rechazado por este grupo.
El mismo concluyó que hay zonas de Villa Devoto donde se autoriza hasta 4 veces más la construcción. “Este aumento indiscriminado de la capacidad constructiva cuyo único fin es recaudatorio, fomenta la demolición de numerosas casas con increíbles parques, con el objeto de promover construcciones rentables en un barrio que aún conserva identidad y tranquilidad a pesar de su ubicación estratégica debido a que el Código de Planeamiento Urbano lo protegía”, expresó la especialista en su documento.
Según el informe, el 62% de las manzanas en Devoto vieron un aumento de entre el 200 y 400% en su capacidad constructiva, llegando en los peores casos al 600%. Esto, a partir de la eliminación al límite del Factor de Ocupación Total (FOT), que determina la cantidad máxima de metros cuadrados que pueden construirse en un terreno, incluyendo su elevación vertical.
Este medio habló con Magdalena Eggers, que amplió sus conclusiones sobre el tema, en línea con las/os vecinos nucleados en “Devoto Unido”. “El objetivo de la reforma en el Código de Planeamiento Urbano, según expresaban, era que sea más sencillo, y adaptable a la realidad. Pero realmente lo que está sucediendo es que están cambiando a los barrios, y arruinando su identidad al permitir estas construcciones, que hacen que el vecino se vuelva un anónimo”, indicó, en relación a la reforma vigente desde 2018 tras el aval de la Legislatura.
La arquitecta puntualizó en un asunto que toca el corazón de Villa Devoto. “El Código anterior autorizaba, y este prohíbe, los jardines al frente de las casas. Entonces empieza a parecer un barrio y una ciudad anodina, que no tiene que ver con lo que fue siempre”, lamentó en ese sentido. Lo mismo, agregó, pasa con los pulmones de manzana de las viviendas, ahora más chicos que anteriormente.
Para la experta, el Gobierno de la Ciudad no muestra deseo de corregir la situación porque es “socio” de las constructoras. “Le conviene permitir la construcción en barrios bajos porque cobran un porcentaje sobre la diferencia en la autorización para construir, en lo que se llama Plusvalía Urbana”, sostuvo Magdalena Eggers. Asimismo, cuestionó la versión sostenida por la administración porteña de que el asunto está abierto al diálogo. “Álvaro García Resta, en 2020, dijo esto. Y en todo este tiempo, nunca existió convocatoria alguna para debatirlo”, lanzó, haciendo referencia al Secretario de Desarrollo Urbano (ver nota en página 8).