Pepín Rodríguez Simón a un paso de ser extraditado a la Argentina. Luego de una situación escandalosa en una sesión del Parlasur, donde fue repudiado hasta por los suyos, la justicia uruguaya le negó el status de “refugiado político”.
Rodríguez Simón está prófugo de la justicia argentina hace ya un año y cuatro meses, acusado de haber operado con jueces, fiscales y espías en la búsqueda de perseguir a dirigentes relacionados con la oposición durante el gobierno de Mauricio Macri.
Aun así, trató de asistir a la primera reunión presencial del Parlasur en Montevideo, lugar en el que está “refugiado” de facto desde que se escapó del país para eludir la acción de la justicia argentina. Pero su actitud es un bochorno que hace que hasta sus socios de la UCR le reclamen que se entregue de una vez.
Es que luego de ser imputado en una causa, donde se le atribuyen amenazas y extorsiones a los accionistas del Grupo Indalo, causa que muestra a la perfección cómo funcionaba la mesa judicial macrista, Rodríguez Simón huyó a Uruguay, donde el actual presidente, Luis Lacalle Pou, buscó bancar la parada y le permitió extender su estado de “refugiado político”, algo ridículo por dónde se lo mire.
Así lo entendió la Comisión de Refugiados (CARU) uruguaya, que rechazó el pedido de asilo ante lo que Pepín reaccionó judicializando el asunto, tal como él acostumbra a hacer.
Así, la última palabra quedó en manos de la Justicia de Uruguay, qué debía decir que curso le iba a dar al pedido de extradición solicitado desde la justicia argentina. Además, Pepín tiene pedido de captura internacional y la prohibición de salir de Uruguay.
Pues bien, finalmente la Justicia de Uruguay rechazó su pedido de permanecer en ese país como refugiado político. El operador judicial de Mauricio Macri, que lleva 512 días prófugo, debería comenzar a probarse el traje a rayas, ya que nadie piensa que luego de haber evadido la acción de la jueza por un año y medio, podría permanecer libre al retornar al país.
A la par de la decisión judicial, el Parlasur se encamina a separarlo de su banca por considerar que incurrió en “graves actos de falta de decoro” y no debe seguir como miembro de ese cuerpo. Los que antes trataron de “bancarlo” ya comienzan a despegarse de quien consideran un muerto político y judicial.
Esperemos que su extradición no se siga demorando con cualquiera de los artilugios de este personaje oscuro en la política y la justicia argentinas. Muchos, de este lado del Río de la Plata, temen lo que pueda llegar a declarar… Mauricio Macri entre ellos. La novela continuará…