Cómo se distribuirá el Presupuesto porteño 2022 en las áreas sociales
La Defensoría de Laburantes (La Defe) analizó los datos del presupuesto 2022 de la Ciudad de Buenos Aires y señaló que “un 19,5% será destinado a educación, un 16,4% a salud, y un 10,6% a promoción y acción social”.
“Un primer análisis nos muestra que el total del presupuesto que cuenta la ciudad de Buenos Aires para ejecutar durante 2022 es de $964.387 millones. (Presupuesto 2022) Un dato a tener en cuenta es que el 90% de los recursos de la Ciudad son propios (el 70% corresponde al impuesto a los ingresos brutos de actividades ejercidas en CABA) y, además, prevé un superávit de $181.085 millones para este año. Del presupuesto señalado, un 19,5% será destinado a educación, un 16,4% a salud, y un 10,6% a promoción y acción social. Mientras que el área de seguridad tiene destinado un 15,9%, manteniendo su proporción respecto al presupuesto anterior”, indican.
“Respecto a la inversión en obra pública y en mantenimiento, el porcentaje de inversión para ésta área alcanza sólo un 14%. Con este presupuesto, las principales obras a llevar a cabo incluyen: Transporte: -Construcción, ampliación y modernización de red de subterráneos por $7.829 millones Educación: -Infraestructura Escolar (Nuevas obras, ampliaciones y readecuaciones) por $ 3.021 millones -Plan Sarmiento por $ 4.263 millones”, suman.
En cuanto a gastos de salud, se destacan obras de hospitales Rivadavia, Piñero, Argerich, Borda y Muñiz, entre otros, por $ 1.124 millones. En cuanto a seguridad se planifican construcción y remodelación de comisarías 2, 7, 11, 14 y 15, entre otras, por $ 3.161 millones -Equipamiento de la Policía de la Ciudad (Chalecos, patrulleros, video vigilancia) por $5.164 millones.
“Del anterior desglosado, podemos ver que el área que tendrá destinada mayor partida presupuestaria en gastos de infraestructura es el de seguridad, seguido de transporte. Mientras que educación y salud son las áreas que menos inversión en infraestructura tendrán durante 2022. Teniendo en cuenta el actual contexto de pandemia, donde las áreas de salud y educación funcionan desbordadas, donde muchas escuelas no tienen la capacidad necesaria para que les alumnes cumplan su jornada con el distanciamiento social establecido o tengan las aulas con la ventilación adecuada, nos preguntamos por qué estas dos áreas fundamentales no cuentan con un presupuesto para infraestructura acorde a las necesidades que enfrentan”, exponen en la Defensoría.
“Con la excusa de la pérdida de la coparticipación, el Gobierno de la Ciudad ajustó su presupuesto en diversas áreas, sobre todo en las que a lo largo de los años han sufrido un recorte presupuestario fuerte como son salud, educación y urbanización de villas. Teniendo en cuenta que áreas como seguridad han mantenido o incluso aumentado su presupuesto, se denota una clara preferencia a fortalecer el sistema represivo, antes que mantener otros servicios públicos cuyas infraestructuras penden de un hilo”, suman.
“Pero, ¿qué sucede en estas áreas respecto a los presupuestos de años anteriores? Un análisis de los presupuestos ejecutados desde el 2016 al 2021 nos muestra que: Salud El presupuesto en esta área se ha ido achicando con el correr de los años. La evolución fue la siguiente: 2016: 17% 2017: 15,9% 2018: 15,3% 2019: 14,8 % 2020: 14,6% 2021: 15,92% 2022: 16,4 %. Si bien tanto en 2021 y 2022 aumentó, el mismo es leve comparado con el que se inició en el 2016, sobre todo teniendo en cuenta la importancia de la infraestructura de salud en una pandemia. Si tenemos en cuenta los recientes episodios de colapso sanitario, además de que el personal de salud cuenta con sueldos por debajo de la inflación, además de que son duramente precarizados, denota que es área que no responde a los intereses del GCBA”, describen.
Sobre el área educativa indican: “En esta área las cosas no son muy diferentes. El presupuesto del 2022 estima un 19,5% para ésta área, que ha sufrido recortes presupuestarios desde el 2016, cuya evolución fue la siguiente: -2016: 19,7% -2017:18,8% -2018: 18,2% -2019: 18,2% -2020:18,6% -2021: 18,7% 2022:19, 5%. Si bien respecto al 2021 se percibe un leve aumento, éste no puede considerarse un aumento real, ya que incluso quedará por debajo de la inflación estimada. Claramente, ésto se traduce en un deterioro del sistema educativo, particularmente de la infraestructura escolar. Sin embargo, podemos ver que en otras áreas, como Seguridad, el presupuesto se ha mantenido o bien se ha incrementado, por lo que la pérdida de coparticipación no es una excusa válida”.