Compañeros y amigos de Lucas González exigieron justicia frente a la comisaría de Barracas
Decenas de adolescentes que militan en las divisiones juveniles de Barracas Central, acompañados por socios del club, organizaciones barriales y amigos de Lucas González, el joven de 17 años que murió hoy baleado por la Policía de la Ciudad, se movilizaron a la comisaría 4D con una bandera que decía “Justicia por Lucas”.
Los manifestantes llegaron hasta el vallado que había sido colocado para proteger la comisaría, del que colgaron distintas banderas con reclamos de justicia mientras se reunían en distintos grupos para abrazarse y contenerse.
Entre llantos, muchos de los jóvenes concentrados frente a la sede policial ubicada en California al 1800, se sumaron al sonido de los bombos y redoblantes con canciones de repudio al accionar policial, mientras que del otro lado de la valla se alineaba la guardia de infantería.
Hugo, arquero de la cuarta división de juveniles de Barracas Central, contó a Télam que “Lucas estaba en la sexta y aunque no éramos amigos pasábamos juntos el día a día como compañeros de trabajo porque nosotros sentimos el fútbol como un trabajo”.
El joven afirmó que “Lucas era un pibe bueno que todos los días venía a entrenar desde Florencio Varela y como la sexta entrena temprano él tenía que salir todos los días de su casa a las seis de la mañana; tenía cara de negrito como la mayoría de todos nosotros los que jugamos al fútbol porque ninguno salió de Nordelta, pero era un jugadorazo y una gran persona”.
“Yo lo ví jugar en distintas posiciones del mediocampo, era muy habilidoso y tenía buen pie”, recordó.
El arquero apuntó que “fui de los primeros en enterarme porque vivo cerca de la cancha donde entrenamos y me mandó un mensaje el encargado preguntando si había pasado algo en el barrio, fui a fijarme y no había pasado nada, pero cuando llego a mi casa me llama otro compañero que me dice que había pasado algo con un pibe de la categoría 2004 y que podía ser Lucas”.
“Ahí fui al parque y como no vi nada raro pensé que se habían confundido, pero a la tarde en todos los grupos de whatsapp de juveniles del club ya nos habíamos enterado lo que había pasado y que el baleado era Lucas, y encima veíamos como en todos los medios lo trataban de delincuente ”, agregó.
Hugo sostuvo que “anoche la mayoría fuimos al hospital Pena y estuvimos todos ahí angustiados porque se atrasó el traslado al hospital de El Cruce que es donde deberían haberlo atendido lo más rápido posible; estuvimos ahí apoyando a la familia y tratando de hacernos fuertes entre nosotros”.
Crédito: Télam
“A los chicos que detuvieron no los conozco porque venían a prueba, pero sabemos que son buenos pibes porque vienen de otros clubes y son como nosotros; vinieron a club por primera vez a probarse y se van así, tiroteados por la Policía por negritos”, añadió.
“El club emitió ayer un comunicado de prensa y sabemos que los dirigentes del club están en contacto con la familia por cualquier cosa que necesiten, también vimos en redes sociales que se suspendieron las actividades sociales”, completó Hugo.
Pasadas las 19, la columna de jóvenes se retiró por la calle California de manera ordenada y acompañada por socios e hinchas de Barracas Central y Camioneros.
El hecho ocurrió ayer a las 9.30 cuando el adolescente y tres amigos se movilizaban en un Volkswagen Suran azul y, al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas, fueron interceptados por efectivos de civil de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.
La policía dijo que los jóvenes se negaron a ser identificados, embistieron con el vehículo a dos efectivos y tras una persecución a los tiros que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, el futbolista fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante.
Dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó aprehendido.