La Legislatura aprobó alivios fiscales para hoteles y cines
Las restricciones vigentes por la pandemia generaron un fuerte impacto negativo en los ingresos de muchos de los sectores de la economía. Especialmente, en aquellos que debieron llevar a cabo cierres prolongados por el riesgo que implicaba su actividad para los contagios de covid-19. Entre ellos se destacan los cines y la hotelería. Ante este panorama, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó este jueves 11 de noviembre una serie de alivios fiscales para ayudar a su recuperación.
Se trata de distintos proyectos, que replican iniciativas similares aplicadas previamente a otras áreas de la economía. El primero de ellos, impulsado por el radical Juan Francisco Nosiglia, deja sin efecto la obligación de pago del Impuesto sobre los Ingresos Brutos en octubre, noviembre y diciembre de 2021 a los contribuyentes que desarrollen en la ciudad la actividad de “exhibición de filmes y videocintas”, fundamentalmente los cines.
Esta actividad estuvo inhabilitada casi un año: entre finales de marzo de 2020 y comienzos del mismo mes, en 2021, con aforo limitado. No obstante, las restricciones por la segunda ola volvieron a forzar otro cierre, el cual pudieron dejar atrás a mediados de junio de este año. Desde entonces, fue paulatinamente ampliándose la capacidad máxima permitida en las salas. Durante el período de inactividad, muchos clásicos cines de barrio debieron cerrar sus puertas por no poder afrontar los gastos.
A su vez, la Legislatura dio curso en la sesión de este jueves a otro proyecto similar, que en este caso exime de la obligación de pago de las cuotas de octubre, noviembre y diciembre del Impuesto Inmobiliario y de la Tasa Retributiva de los Servicios de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) a los titulares, usufructuarios, y dueños de inmuebles donde se desarrollen las actividades de hotelería, alojamiento, pensiones, albergues transitorios o moteles. Este texto fue elaborado por Sergio Abrevaya, del GEN.
Ambas votaciones contaron con el apoyo del interbloque de Vamos Juntos y el Frente de Todos, aunque en este último hubo voces que criticaron lo “tardía” de la medida y lo “insuficiente” que esta era para paliar la crisis. En tanto, de los cuatro diputados del Frente de Izquierda-Unidad, dos se abstuvieron y dos votaron en contra.
Desde la alianza de izquierda la voz más crítica la llevó el legislador Pablo Almeida. “Las medidas se presentan como alivio para sectores afectados por la pandemia pero sin discriminación alguna entre un negocio familiar y las grandes cadenas, algunas de las cuales han despedido a trabajadoras y trabajadores”, cuestionó. Desde el GEN, Abrevaya había defendido su iniciativa, al destacar que “la mayoría de los beneficiarios serán pequeñas empresas”.
Por su parte, Matías Barroetaveña del Frente de Todos recalcó que “esto es muy poco”. “No cobrarle ingresos brutos a alguien que no tuvo actividad es igual a cero”, dijo, y contrapuso la ayuda brindada por el Gobierno nacional, como el ATP y el IFE. “El Gobierno de la Ciudad, en cambio, no tiene política ni de trabajo ni productiva: asume una agenda municipal”, planteó.
Desde el oficialismo, el encargado de refutar al dirigente peronista fue Nosiglia, quien recordó que el Frente de Todos no apoyó la Ley de Emergencia Económica de la Ciudad que la Legislatura aprobó en 2020, la cual permitió la erogación de estos beneficios especiales.
Como informó Pura Ciudad, en anteriores momentos de este año la Legislatura porteña había avanzado con medidas con el fin de aliviar a sectores golpeados por la crisis. Uno de ellos fue el que eximió del pago del Impuesto Inmobiliario y de la Tasa Retributiva de los Servicios de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) a comercios no esenciales, durante un trimestre.