Una de cada diez viviendas permanece vacía en la Ciudad de Buenos Aires
Un reciente informe acerca de la situación habitacional en la Ciudad de Buenos Aires volvió a mostrar la dificultad que presenta el acceso a la vivienda en el principal distrito del país. De acuerdo a las últimas cifras, uno de cada diez inmuebles permanece vacío, un porcentaje similar a la cantidad de personas sin hogar fijo en el territorio porteño.
Todo se basa en un informe elaborado por la denominada Mesa de estudio de viviendas vacías. Este colectivo está compuesto por organismos públicos como el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y organizaciones como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Centro de Estudios Económicos y Urbanos, La Boca Resiste y Propone, y representantes de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio Público de la Defensa local.
La investigación precisó que la cantidad de casas no ocupadas son unas 138.328, lo que equivale al 9,2 por ciento de los usuarios residenciales. La distribución no es pareja, dado que en la Comuna 1, que abarca a Puerto Madero y Retiro, el promedio trepa al 13,3 por ciento. También están por encima del promedio general la Comuna 2, de Recoleta, con un 10 por ciento; y la Comuna 14, de Palermo, todas orientadas en el “corredor norte”, el de mayor poder adquisitivo de la Ciudad. Por ello, los especialistas indicaron que hay un correlato entre el valor del metro cuadrado y la especulación inmobiliaria, mediante la cual se deja vacío al inmueble por un tiempo, aguardando que su valor de mercado se incremente, y recién allí ofrecerlo en alquiler.
Por el contrario, las comunas con menos cantidad de viviendas vacantes son la 8, integrada por Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano, y la 4, compuesta por La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya. En este caso, las que presentan peores condiciones socioeconómicas según los índices oficiales.
La tasa de vacancia de las viviendas coincide casi exactamente con el déficit habitacional de todo el distrito porteño, estimado en el 11,6 por ciento de los hogares. De ellas, hay 300.000 personas que residen en villas y asentamientos informales, y otras 7.500 que están en situación de calle. Por su parte, un tercio de las familias pagan un alquiler mensual para acceder a un hogar.
Para determinar qué corresponde a una vivienda no ocupada, el informe fijó como parámetro a “aquellos inmuebles de tipo residencial que registren un consumo eléctrico anual inferior al mínimo indispensable considerado para su uso permanente”, fijando el consumo tradicional de la heladera (de unos 45,36 kwh/mes) como el umbral para poder definir si se está o no en esa condición. El período abarcado fue el de febrero 2017-febrero 2018, antes de la pandemia, con datos provenientes del Ente Nacional Regulador de la Electricidad.
Los autores del documento compartieron algunas conclusiones luego de dar a conocer los datos. “Teniendo en cuenta el déficit habitacional existente, se vuelve necesario pensar en políticas para incorporar estas viviendas al stock de viviendas disponible”, fue una de ellas, poniendo como ejemplo el referéndum efectuado meses atrás en Berlín, donde se decidió expropiar viviendas ociosas.
Algunas de las iniciativas para poder paliar esta situación son los incentivos públicos a partir de los que se facilita a los propietarios a la refacción de los inmuebles en mal estado a cambio de darle un determinado uso posterior como su transformación en vivienda social; o la elevación de las cargas tributarias en las que se aplica un impuesto a las casas sin habitantes.