Piden fijar una placa en La Rioja 169, donde se fundó hace 50 años el Frente de Liberación Homosexual
Legisladores del Frente de Todos presentaron un proyecto de Resolución para fijar una placa en la calle La Rioja 169, en el barrio de Balvanera, con la leyenda: “En este edificio, en agosto de 1971, se fundó el histórico y pionero Frente de Liberación Homosexual (FLH), primera organización de la diversidad sexual en Argentina”.
“Ejercitar la memoria colectiva de nuestro pueblo visibilizando el lugar donde hace 50 años nació el FLH es también visibilizar las luchas colectivas, y profundizar el paradigma argentino de Memoria Verdad y Justicia”, señalan los fundamentos de la iniciativa parlamentaria y suman: “Allí, en La Rioja 169 se gestó un símbolo de la organización de la comunidad homosexual, donde gracias al incansable trabajo de compañeros y compañeras se pudieron visibilizar los atropellos en materia de Derechos Humanos a los que eran sometidos por el solo hecho de su orientación sexual”.
El proyecto asimismo incluye una breve reseña histórica del FLH: “En agosto de 1971 distintos grupos que luchaban por incorporar las sexualidades en el debate político fundaron el Frente de Liberación Homosexual (FLH), compuesto en un principio por tres grupos: “Nuestro Mundo”, “Profesionales”, e “Intelectuales” y a las que un año más tarde se unieron “Eros”, liderado por Néstor Perlongher, la anarquista “Bandera Negra”, “Safo” de lesbianas y “Triángulo Rosa”, entre otras”.
Agregan: “Por ese tiempo, el escenario socio político de nuestro país estaba atravesado por la dictadura cívico militar autodenominada Revolución Argentina que había usurpado los poderes del Estado el 28 de junio de 1966. En el contexto político mundial aún resonaban, en Europa, los alcances del Mayo francés. En Estados Unidos la sociedad se movilizaba por el creciente descontento contra la Guerra de Vietnam. En 1969, en la ciudad de Nueva York surgió el Gay Liberation Front, luego de las revueltas en el bar Stonewall y un año más tarde el Third World Gay Revolution, cuyos dos fundadores, Juan Carlos Vidal y Néstor Latrónico se incorporarían más tarde al FLH. En aumento se encontraban los movimientos contraculturales que incluían la lucha contra la discriminación racial, principalmente los Black Panthers, y los movimientos feministas que combatían la idea de la dominación de género como la primera forma de dominación. Toda esta realidad, en su conjunto, ofició de disparador para la organización del FLH”.
“Con la profunda convicción de ser un colectivo político de la disidencia, embanderado en el imaginario de la revolución social y sexual vio la luz, en una reunión que no superó las veinte personas, en el pequeño departamento del escritor y abogado Blas Matamoro ubicado en un quinto piso de la calle La Rioja 169”, reflexionan.
“Los editores del boletín clandestino Nuestro Mundo, el primero en la historia de la prensa liberacionista homosexual en español, entre ellos, Héctor Anabitarte – quien sigue militando en la actualidad, integrando el Consejo consultivo de la Fundación Igualdad (organización LGBTI de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires); en conjunto con un grupo de intelectuales como Manuel Puig, Pepe Bianco, Nèstor Perlongher, Juan José Sebreli y Juan José Hernández, que solían reunirse allí, tomaron la decisión de fundar el espacio”, detallan.
El proyecto también rememora: “Desde sus inicios sufrieron la persecución y hostigamiento por parte de las fuerzas de seguridad del Estado a través de edictos policiales, como el “2°H” que, sin tener la fuerza de una ley, castigaba el “escándalo en la vía pública” o la “incitación al acto carnal” quedando dichas definiciones en manos de los efectivos policiales. Las penas iban desde 48 a 96 hs detenidos en una comisaría, y si reincidían, de 30 a 60 días en un penal carcelario en condiciones deplorables”.
“Entre diciembre de 1973 y enero de 1976, poco antes de su disolución, dos meses antes del Golpe de Estado perpetrado por la Junta de Comandantes en Jefes de las Fuerzas Armadas, las ideas del FLH encontraron su difusión en la revista “Somos” donde la agrupación se pronunciaba de manera clandestina, mantenía intercambios con organizaciones feministas, con grupos de liberación homosexual del exterior y apostaba a construir una teoría que justificara la potencia revolucionaria del deseo homosexual en el marco de las luchas en curso”, concluye la defensa de esta propuesta en la Legislatura porteña.
J.C.
Foto: Youtube