Die Toten Hosen recordó a Pil y su vida en Villa Urquiza: “Siempre su puerta estaba abierta para todos”
La icónica banda alemana de punk Die Toten Hosen dedicó este lunes un sentido homenaje en redes sociales a Enrique “Pil Trafa” Chalar, el recientemente fallecido líder de Los Violadores y Pilsen, histórico vecino del barrio de Villa Urquiza. “Siempre su puerta estaba abierta para todos”, señalaron al evocar los años que el músico vivió en Bucarelli y Tamborini.
“Han pasado unos días desde que se fue nuestro amigo Pil. Tiempo para pensar, recordar y para empezar a despedirse. Ciertamente Pil dejará un espacio vacío que será imposible de llenar. Compartimos muchas veces el escenario con Pilsen, Los Violadores y Pil solista. En esas ocasiones, sin muchas palabras y solo por tocar música juntos, creció una profunda relación personal entre todos nosotros. Lamentablemente vivir estos momentos con el ya no será posible”, introduce la dedicatoria.
Luego, el posteo narra una anécdota ocurrida hace más de 30 años, cuando Pil vivía en el barrio: “La foto que pueden ver aquí es un cassette que Pil grabó en el año 1990 a un fan en su legendaria casa: calles Bucarelli y Tamborini, en su barrio Villa Urquiza. Siempre su puerta estaba abierta para todos”.
“Es una copia del cassette con el que Pil había ido al programa “Heavy Rock & Pop” de Ruso Verea y Alejandro Nagy para presentar la música de una cierta banda alemana que nadie podía pronunciar y que era completamente desconocida para el público argentino: “Die Toten Hosen”. Poco antes, su amigo alemán Michael Reichel le había mostrado “Opel Gang”, “Ein kleines bisschen Horrorschau” y otras canciones. Tanto le gustó a Pil aquel grupo que, convencido que esa ignota banda debía ser más conocida en Argentina, decidió difundir su música con todos y con todo. Y vaya si lo hizo”.
“Tanta fue su fe y convencimiento en nosotros que esperó para dar el primer concierto de su entonces nueva banda “Pilsen” justo hasta el momento en que fuera posible llevarnos a tocar a Argentina. Así fue que debutamos en Buenos Aires junto a Pilsen en una inolvidable noche de septiembre de 1992. Casi nadie nos conocía y cantábamos en una lengua extraña, pero gracias a Pil y su incansable y desinteresado trabajo, bastaron apenas un par de miradas, un caluroso escenario, un puñado de canciones (y por supuesto algunas cervezas) para saber que habíamos encontrado en el un amigo para toda la vida, y en el público argentino un amor a primera vista.
Este cassette revela el carácter de Pil: Una vez convencido de algo, eligió un camino y lo siguió con toda consecuencia. Como cuando quiso tocar en una banda punk en una época cuando el punk casi no existía. Y lo consiguió. Estaba convencido de la democracia y de la libertad, y se enfrentó junto a sus compañeros de los Violadores a la dictadura militar, a pesar de ser detenido y golpeado por la policía varias veces. Cada golpe recibido por la represión les hizo más fuertes”.
“Estaba convencido de la amistad con nosotros, y siempre fue un amigo leal en cada momento desde aquella primera vez que nos encontramos. Nada puede reemplazar las largas charlas con él, cuando revelaba sus ideas, lleno de sabiduría, y su fino sentido de humor. Perder todo esto nos hace sentir muy triste y al mismo tiempo estar muy agradecidos de todos los momentos que pudimos vivir con el. Sin Pil nuestra maravillosa historia con Argentina no hubiera sido posible. Pil enriqueció nuestras vidas de muchas formas, y seguirá haciéndolo. Gracias por todo, Pil! Hasta siempre, amigo eterno!”, concluye la dedicatoria.
Tras la muerte de Pil, varios vecinos de Villa Urquiza fijaron fotos y dedicatorias en la esquina de Bucarelli y Tamborini a modo de homenaje. Hay incluso quienes por redes sociales y chats de WhatsApp piden que un espacio público de Villa Urquiza lleve su nombre.