La cooperadora del Mariano Acosta produce medidores de dióxido de carbono para prevenir contagios de Covid-19
La cooperadora de la escuela normal Mariano Acosta del barrio de Balvanera (Comuna 3) impulsa la producción de sus propios medidores de dióxido de carbono (CO2), una medida preventiva para evitar la propagación del Covid-19 en el contexto de clases presenciales.
Sus integrantes denuncian que debieron apelar a esta medida ante la negativa del Gobierno porteño de entregar estos dispositivos en los establecimientos estatales de gestión pública.
“Hay que pensar el aula de nuevo para hacerla un espacio salubre. También en algunas escuelas están poniendo micrófono a los profes para reducir la emisión de aerosoles”, dijo Luz Pearson, madre e integrante de la cooperadora del Acosta.
En febrero inició el desarrollo de los dispositivos en esta escuela de Balvanera. A partir de la información que el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga difundió en su página web y la ayuda del profesor de la escuela Alberto Falabella construyeron 3 prototipos. Dos familias se sumaron al proyecto con donaciones: la familia Varone Arias donó sensores de dióxido de carbono MH-Z19c (el componente más caro del medidor), y la familia Genoud Rique está diseñando e imprimiendo en 3D las cajas de los medidores. Mientras tanto se lanzó la campaña de recaudación de fondos, consigna Página 12.
El Ministerio de Educación de la Ciudad informó que no tiene previsto por el momento comprar los medidores de CO2. Sí instaló más de 1260 purificadores de aire con filtros hepa en distintas aulas con poca ventilación: “Este tipo de filtros, que se utilizan por ejemplo en los aviones o en las unidades de terapia intensiva, son el único método que proporciona una purificación segura del aire”.
En tanto, la Red de Cooperadores de la Ciudad de Buenos Aires, Comisiones Directivas adherentes de Cooperadoras escolares, docentes e integrantes de la comunidad educativa pidieron los medidores a través de este comunicado: “Numerosos estudios han comprobado que una de las principales formas de transmisión de covid-19 ocurre a través de los llamados ‘aerosoles’ presentes en la respiración cotidiana, y que a través de la adecuada ventilación y del uso de medidores de dióxido de carbono es posible mejorar la calidad del aire en espacios interiores. Estas dos simples acciones tienen un impacto verificable en la reducción de contagios de enfermedades respiratorias”.