Desde el inicio de la pandemia, casi un centenar de enfermeros dejaron de trabajar en el Hospital Pirovano
Desde el inicio de la pandemia, cerca de un centenar de enfermeros del Hospital Pirovano (Monroe 3555) han dejado de trabajar, ya sea por renuncia o porque no se les ha renovado su contrato, informaron fuentes sindicales a este medio. Se trata del efector público de salud más importante de la Comuna 12 (Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón) y alrededores.
Javier Arroyo, enfermero de cuidados críticos y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) dentro del Pirovano, dijo a Saavedra Online: “La situación con respecto a los enfermeros contratados por la emergencia sanitaria es delicada. Hasta el momento entre 80 y 100 han renunciado. Hubo un recambio pero no alcanza para apoyar al resto del personal de planta”.
El delegado señala que uno de los principales aspectos de la problemática obedece a motivos económicos: “Los salarios están en torno a los $44.000, cuando en el sector privado pueden llegar al doble”.
Además del dinero, hay quejas entre enfermeros por la entrega de ropa de trabajo, falta del pago de los plus de Insalubridad, área critica, presentismo, ticket canasta, el no Reconocimiento a la carrera Profesional de Salud (Ley porteña N° 6.035).
Asimismo, Walter Benítez, licenciado en enfermería, delegado y trabajador hace 17 años en el Pirovano, dijo a este medio: “No son personal de planta, sino que tienen un contrato. Los contrató el Ministerio de Salud por la pandemia. No continuaron ya sea porque le dieron la baja sin ningún tipo de fundamento o el trabajador renunció por las condiciones laborales que son desfavorables”.
“El sueldo es la mitad de un efector privado. Tienen que trabajar con pacientes con Covid-19 y en muchas situaciones no tienen todos los materiales para hacerlo. La carga horaria es excesiva. No le pagan el título de licenciado, no le reconocen como profesionales. No le pagan el área crítica, no reconocen insalubridad, no reconocen tarea de riesgo. Por todo eso, trabajan un par de meses y se van”.
Tanto Benítez como Arroyo coinciden que el centenar de renuncias en el Pirovano no es un hecho aislado. “Esto pasa en otros hospitales públicos de la Ciudad”.
La visibilidad que toma el caso en el centro de salud de Coghlan ocurre casi en paralelo a la denuncia hecha por delegados del Hospital Durand de Caballito, donde se informó que hubo medio centenar de renuncias. Este jueves en la Legislatura porteña se aprobó un pedido de informes sobre lo ocurrido.
Arroyo concluye: “Esta situación empobrece la calidad de atención a los ciudadanos. Una vez más le reclamamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires una solución”.