Organizaciones defensoras de derechos de animales piden la reapertura del Instituto Pasteur
Distintas organizaciones defensoras de los derechos de los animales reclaman hace semanas la reapertura del Instituto de Zoonosis “Luis Pasteur” de Parque Centenario. El lugar, a cargo del Gobierno de la Ciudad, se encuentra cerrado ante las restricciones vigentes por la segunda ola de coronavirus.
El argumento de las autoridades del hospital veterinario es que con el último Decreto de Necesidad y Urgencia fijado por el Gobierno nacional, debían suspenderse las actividades veterinarias, pero ninguno de los considerando del mismo hace referencia al respecto. Por ello, se radicó una denuncia contra Guillermo Belerenian, director del Instituto Pasteur.
La ONG “Defendamos a los animales” fue una de las voces que encabezaron el reclamo. En sus redes sociales, destacaron que la dirección del instituto “ha decidido arbitrariamente la interrupción de las castraciones y el cese del servicio de atención médica, como anunció el pasado el 4 de mayo”. La organización mencionó que el decreto considera como esenciales a las veterinarias, pero el Pasteur optó por no abrir.
“Entendiendo que las perras entran en celo 2 veces por año y las gatas, ovulan por penetración, pudiendo tener crías hasta 6 veces por año, es importantísimo la continuidad de las campañas de castraciones masivas y gratuitas”, cuestionaron.
El instituto situado en Av. Diaz Velez 4821 es el único del sistema público en la Ciudad. Para “Defendamos los animales”, esta situación genera una desigualdad debido a que la única opción para atender a las mascotas en este momento son las veterinarias o centros privados, debiendo pagar elevadas sumas de dinero para ello.
Por su parte, el refugio de mascotas “Los Callejeritos de Flores”, agregó que “en una economía atravesada por la pandemia, la ciudad con mayores recursos deja sin servicio a la gente que más lo necesita”. “Exigimos la reanudación de las actividades y la creación de una plataforma online para los turnos”, instaron. Hasta el último cierre, se realizaban 4200 castraciones anuales en el instituto, necesarias para una población de un millón de animales domésticos, como se calcula que es la de Buenos Aires.