Piden cambiar el nombre de una primaria en Colegiales porque evoca a un cura antisemita y golpista
El bloque Evolución Radical presentó un proyecto de ley para cambiar el nombre de la escuela primaria N° 17 D.E. 14 del barrio de Colegiales (Comuna 13), que en la actualidad se conoce como Monseñor Gustavo Franceschi (Enrique Martínez 1432).
“La obra y vida de Franceschi se encuentra atravesada por un profundo desprecio hacia las personas judías y hacia la democracia”, fundamenta el proyecto, que lleva la firma del legislador Leandro Halperin.
En caso de que se apruebe esta iniciativa, el Ministerio de Educación e Innovación porteño “dará inicio a las acciones dentro un marco de participación de la comunidad de la Escuela N° 17 DE 14, para que se realice la propuesta de imposición de nombre conforme la normativa vigente”.
Una propuesta similar “con la firma de miembros de todo el arco político que en ese momento estaba representado en la Legislatura” perdió estado legislativo recientemente, señalan en el bloque radical.
La Escuela 17 de Colegiales (D.E 14) lleva el nombre de Monseñor Gustavo Franceschi. Ese nombre fue impuesto el 6 de julio de 1967 (cuatro días más tarde se publicó en el Boletín del Consejo Nacional de Educación) por el Consejo Nacional de Educación durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y cuando las escuelas de la ciudad todavía pertenecían a la Nación.
Sobre la vida de Monseñor Gustavo Franceschi, los fundamentos del proyecto sostienen que nació el 28 de julio de 1881 en París, Francia, y murió el 11 de julio de 1957 en Montevideo, Uruguay. A los cinco años de edad llegó a la Argentina y a los 23 se ordenó como sacerdote. Fue periodista y profesor de filosofía y sociología en distintas instituciones. “Entre 1932 y 1957 tuvo a su cargo la dirección de la revista Criterio , lugar desde el cual hizo públicas sus controversiales posturas”, recuerda el proyecto.
Sobre el aspecto antisemita del cura, la defensa del proyecto sostiene: “Monseñor Gustavo Franceschi formó parte de un grupo de sacerdotes católicos que en la década de 1930 —fundamentalmente a partir de la dictadura de Uriburu— impulsó, junto a sectores nacionalistas de la época, un fuerte antisemitismo en nuestro país. La propaganda antisemita de entonces pugnaba por instaurar la idea del “problema judío” o “problema hebreo” como una cuestión de orden religioso, racial y económico. Según esta forma de pensar, el judaísmo era una raza milenaria que trataba de dominar al mundo a través de la desintegración de los pueblos y la exaltación de lo corporal y lo material en las sociedades cristianas”.
Con respecto al carácter antidemocrático, se agrega: “En Argentina, Latinoamérica y varios lugares de Europa los años ´30 se caracterizaron, tras la crisis del liberalismo y la irrupción de las masas, por el surgimiento de ideas y regímenes autoritarios con un fuerte acento en la identidad nacional y en la instalación de disciplina y orden social. En nuestro país esa tendencia la encarnó el sector católico y nacionalista que apoyó el primer golpe de estado argentino, encabezado por José F. Uriburu, y que promovía una visión jerárquica, elitista, antidemocrática y xenófoba en la búsqueda de soluciones a las transformaciones que Argentina vivía por entonces”.
“Franceschi formó parte de estos grupos y fueron varias las oportunidades en las que éste se expresó en contra de la democracia, por ser un sistema de gobierno débil, aliado del liberalismo y del comunismo. Franceschi apoyó y acompañó los golpes de Estado de 1930 y 1943 en nuestro país e hizo público su agrado por las experiencias dictatoriales de Primo de Rivera y Franco en España, de Dolfuss en Australia y de Oliveira Salazar en Portugal”.