Dos años del Derrumbe de San Cristóbal, donde murió el vecino Adrián Continiello
Este jueves 1 de abril se cumplen dos años del Derrumbe de San Cristóbal, ocurrido en Pavón y Urquiza, por el cual murió el vecino y sonidista Adrián Continiello.
En el primer aniversario, Leonardo Menghini, abogado de la familia, dijo que el derrumbe se produjo “por defectos en el proceso de construcción de una torre lindera que se encontraba en la etapa de submuración”.
La vivienda que se derrumbó tenía un supermercado en la planta baja y viviendas en los pisos superiores. Allí vivía Adrián con su pareja.
Según la familia, la empresa constructora es Caputo Hermanos, de Flavio y Hugo Caputo, hermanos de Luis Caputo, ex ministro de Finanzas de la Nación.
En diciembre de 2019, la jueza Graciela Dalmas citó a prestar declaración indagatoria a diez personas: Ricardo Nicolson, el ingeniero a cargo de la obra por parte de la constructora Lybster S.A.; Norma Eugenia Mendes Simoes, directora de la firma; a la arquitecta Valeria Martini; a la responsable de Seguridad e Higiene de la obra Sabrina Lorena Blans; a Cayo Alberto Pessoa Riveros, operador de la máquina excavadora que se utilizó; a Maximiliano Mauriño y a su socio de la firma Demoliciones Mitre S.A; al arquitecto Eduardo Aguaviva, director de la obra por parte del Fideicomiso que la encargo (Aguaviva es ejecutivo de la empresa de los hermanos Caputo); a Guido Tirendi, inspector del gobierno porteño, y finalmente a Oscar Arrúa, capataz de la obra.
En ese entonces, Menghini sostuvo ante Página 12 que en la primera etapa de la investigación “se recogieron muchísimos testimonios que dieron cuenta de las continuas y numerosas advertencias y denuncias sobre la marcha de la obra por parte de los vecinos linderos”.
Este jueves, desde la agrupación política y social Comunes manifestaron: “Dos años en que la corrupción le arrebató la vida de la manera más cruel. Dos años en que su familia viene luchando contra todo el sistema judicial podrido para obtener justicia… No fue un accidente: FUE UN CRIMEN y los responsables deben pagar para que sus familiares y amigxs puedan encontrar algo de consuelo entre tanto dolor y sufrimiento”.
J.C.