Los trabajadores del Mercado San Cristóbal luchan por la reapertura
Los trabajadores y propietarios de puestos del Mercado San Cristóbal (Entre Ríos e Independencia) mantienen una lucha activa para lograr la reapertura del complejo, fundado en 1882. Denuncian que la administración anterior cobró expensas y nunca realizó obras clave para evitar la clausura por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El inmueble está ubicado justo en la esquina, en el límite de los barrios de Monserrat (Comuna 1) y San Cristóbal (Comuna 3). Cuenta con una planta baja amplia donde hay un centenar de negocios distribuidos a lo largo de numerosos pasillos peatonales. Muchos de ellos se dedican a la venta de carne, frutas, verduras. También hay electrónica y feria americana. También hay puestos a la calle. En la planta superior, escaleras arriba, se ubican otros tantos puestos distribuidos en cuatro tiras. Hay comercios que pasaron de generación en generación.
“Todo nuestro sacrifico esta acá también el de nuestros padres y abuelos. Queremos ser escuchados 180 trabajadores fuimos estafados calumniados, injuriados y allanados. Sólo queremos trabajar”, señaló este sábado el grupo de trabajadores mediante la cuenta en Facebook “Salvemos Mercado San Cristóbal”.
Allí resumen sobre la problemática vigente: “Nos clausuraron por obras que la administración anterior nos cobró en expensas extraordinarias y nunca realizó. Estuvimos más de cuatro meses cerrados por la pandemia. De los siete puntos De la clausura solucionamos seis, nos falta el séptimo que es el más caro la obra contra incendio valuada en $4.000.000”.
“Nuestra intención es que nos den una prórroga para juntar nuevamente el dinero y poder realizarla. Merecemos una oportunidad. Estamos desesperados Ya no sabemos que hacer”, concluyeron.
Pura Ciudad habló con varios trabajadores y dueños de locales. La versión que prevalece es que desde 2005 una administración se hizo cargo del mercado, pero con muchos conflictos y denuncias. Los propietarios dicen se había quedado con negocios vacíos y con unas cámaras frigoríficas subterráneas.
Durante muchos años ejerció la administración una personas y al fallecer quedó a cargo su hijo, cuentan los propietarios consultados. El resultado siempre fue el mismo, añaden.
“Dos años y medio nos cobraron para hacer la obra contra incendios y no la hicieron, por eso hoy estamos cerrados”, lamentan los trabajadores. “Eso, más la falta de matafuegos, señalizaciones, eso llegó a que venga el Gobierno de la Ciudad y nos clausure. Somos 180 familias que no podemos trabajar”, agregan.
“Tenemos un nuevo administrador, pero la administración saliente se quedó con la plata que había e insiste en que les sigamos pagando las expensas a ellos. Hay amenazas, en un momento denunciaron que un trabajador vendía droga, hubo como 100 policías allanando y se dieron cuenta que era todo mentira”, suman.
Este medio intentó contactarse con el actual administrador, no obteniendo respuesta hasta el momento.
“Con nuestras propias manos estamos haciendo las obras de reparación, pero estamos desesperados porque no tenemos millones de pesos como para poder costear la obra que demanda el Gobierno porteño, necesitamos una solución para que 180 familias puedan seguir generando ingresos”, concluyeron.