FIBA: Eleonora Comelli, dramaturga y vecina de Coghlan, presenta “El hombre que perdió su sombra” en el CC 25 de Mayo
“Es una carga emocional fuerte volver a encontrarse con el público”, dice Eleonora Comelli, dramaturga, directora y vecina de Coghlan, sobre las tres funciones de la obra El hombre que perdió su sombra que se realizarán en el Centro Cultural 25 de Mayo en el marco del segmento FIBITA (para menores y toda la familia) del Festival Internacional de Buenos Aires. Es una coproducción del FIBA y el Teatro Nacional Cervantes.
Comelli también es coreógrafa, docente y licenciada en Composición Coreográfica de la UNA. Su ópera prima Domingo data de 2007. Desde entonces ha estudiado en el país y en el exterior (España, México, Perú). Fue miembro del Lincoln Center Theater, Director´s Lab 2017 (Nueva York) y se la distinguió en varias oportunidades, como con en los Premios Teatro del Mundo (2014). Participó en ediciones anteriores del FIBA, en el Festival de Danza Contemporánea de Buenos Aires y varios más.
Vive en Coghlan hace dos décadas y desde 2009 enseña tango salón en el CC 25 de Mayo, melodía ciudadana que conoció gracias su tía abuela. “Al Centro Cultural lo conozco como vecina y hace mucho que doy clases. La sala es hermosa y luego de vivir un parate tan grande por la pandemia hay muchas ganas de volver”, señala en diálogo con este medio.
Comelli y la artista plástica Johanna Wilhelm son las directoras de esta pieza teatral construida a partir de la historia de Peter Schlemihl (1814) de Adelbert von Chamisso.
Primeramente, la obra fue seleccionada a partir de la “Convocatoria de proyectos teatrales dirigidos a niños y niñas para programación 2018” en el Teatro Nacional Cervantes, cuya preselección estuvo a cargo de María Luján Picabea.
Desde entonces, El hombre que perdió su sombra fue un éxito. “Agotó las dos temporadas que tuvo y el año pasado el Cervantes la hizo online. Fue la obra mas vista del teatro. El streaming fue impensado. También se trabajó en escuelas. Es una fiesta desde que arrancó, se generó un boca en boca muy fuerte”, celebra Comelli.
Agrega que para estas tres funciones la sala del 25 de Mayo tendrá un aforo en torno al 50%. Señala sí que hubo que adaptar algunos aspectos de escenografía, ya que la del Cervantes es más grande. “Los montajes son estresantes, pero se vive con alegría. El elenco es el original, tienen la obra en el cuerpo”, añade.
Para Comelli es un momento especial, ya que ella tiene “un gran cariño por el FIBA como festival”. Participó, por ejemplo, en la edición 2014 con su obra Qué azul que es ese mar.
Sin dejar la alegría por estas tres funciones, la dramaturga y vecina no oculta su preocupación y malestar ante la situación vigente: “La pandemia me mató”.
Nos cuenta que iba a estrenar la obra El Porvenir en el Teatro San Martín. “Eso quedó en stand by, no sé cuándo volverá”. También tenía proyectado hacer obras en la sala Dumont 4040 de Chacarita y en Tecnópolis (Villa Martelli).
Incluso su trabajo como docente de tango salón se vio perjudicado ante la pandemia: “Con la distancia social es impensado”.
En resumen, Eleonora expresa: “Se me vino todo abajo. Al futuro lo veo bastante oscuro. En ese panorama, las funciones en el 25 de Mayo son una gran alegría; estamos contentos pero no nos olvidamos el contexto que toca vivir”.