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Día Internacional del Cáncer Infantil en el hospital Garrahan

En un lugar muy especial ayer se recordó el Día Internacional del Cáncer Infantil, en el hospital pediátrico Dr. Garrahan de Parque Patricios, ese lugar donde se salva a diario tantas vidas de niños y niñas.

Desde el establecimiento de la calle Combate de los Pozos  recordaron que la fecha se instituyó en 2001 con el fin de concientizar a la comunidad respecto de la importancia y la necesidad del acceso rápido al diagnóstico y tratamiento adecuados. En nuestro país, el Garrahan cumple un rol fundamental como centro de referencia y articulación con otros centros de salud pediátricos de la Argentina.

El cáncer es una enfermedad que afecta en nuestro país a 1340 niñas y niños por año. De esa cifra, el 80% son atendidos en hospitales públicos y cerca del 40% es atendido en el Hospital Garrahan, lo que significa unos 500 nuevos casos por año para la institución pediátrica. Si bien la sobrevida del cáncer en la población pediátrica es alta, la detección temprana es fundamental.

“El cáncer infantil es una enfermedad que afortunadamente es poco frecuente y es curable. Se cura en la mayoría de los casos, atendidos en tiempo y forma adecuadamente, alrededor del 70% u 80%,”, informó Pedro Zubizarreta, jefe del servicio de Hematología y Oncología del Hospital.

La leucemia es el tipo de cáncer más común en niños y niñas con un 36% de los casos totales. En el resto de los casos está compuesto por tumores cerebrales y tumores sólidos. Por lo general, en comparación con los adultos, presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación.

“Para lograr estos números es fundamental la llegada en tiempo y forma de un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado que sea igualitario y de calidad para todos los casos. Para llegar a una medicina de calidad equitativa tenemos que trabajar de forma colectiva, en red, de manera que todos los centros del país estemos conectados de forma adecuada y que tengamos en cuenta la importancia de la calidad de la atención”, afirmó Zubizarreta.

Y destacó: “Teniendo en cuenta esto vamos a lograr el objetivo principal que es una atención de calidad e igualitaria para todos los chicos con cáncer de la Argentina”.

Garantizar la equidad: la experiencia de una red federal

Para comunicarse con otros puntos de la red, el Garrahan posee una Red de Oficinas de Comunicación a Distancia – Telesalud, con más de 400 oficinas en todo el país, desde las que realiza teleconsultas de segunda opinión para el tratamiento, referencia y contrarreferencia de pacientes oncológicos. Y estas experiencias, lejos de ser solo números, se transforman en una parte fundamental del trabajo de muchos especialistas.

“Siempre estamos muy agradecidas con el Garrahan por el apoyo para la creación de nuestro servicio en 2005. Cuando vine a Catamarca me acompañaron autoridades y siempre tuvimos un trabajo en red muy importante. El intercambio de opiniones y capacitaciones es permanente y las interconsultas nos permiten dar con diagnósticos más precisos para todos los niños y niñas que se atienden con nosotros”, destaca Maria Soledad Vides, jefa de Hematoncología del Hospital Interzonal de Niños Eva Perón de esa provincia del NOA.

Luz Cosentini está a cargo de la unidad de Hemato-Oncología del Hospital Héctor Quintana en Jujuy. Es el único hospital pediátrico de la provincia y también el único servicio dedicado al cáncer infantil en esa jurisdicción.

“Usamos mucho la red para definir pacientes complejos, indicar tratamientos y derivaciones que realizamos muchas ya que no tenemos radioterapia en nuestro hospital. Para nosotros es fundamental, es parte de nuestro trabajo y nos permite tratar de brindar la mejor opción terapéutica para los niños jujeños y de alguna manera también estar contactados con el Garrahan”, afirmó Cosentini.

A Constanza Arnaiz, oncóloga neuquina, la separan 2000 kilómetros de su par jujeña, y 1200 del Hospital Garrahan, centro donde cursó su beca de formación y con la que desde 2011 mantiene un diálogo contínuo en búsqueda de la mejor atención posible para sus pacientes del Hospital Castro Rendon.

“El trabajo en red ha facilitado mi tarea, ha sido mi soporte y acompañamiento, pero sobre todas las cosas, me ha permitido continuar trabajando en equipo, por los pacientes. Se les puede ofrecer una segunda opinión a quienes lo necesitan, se los puede derivar en forma oportuna”, destacó Arnaiz.

Y agregó: “Desde hace un año, somos un equipo local de tres profesionales, casualmente formadas en el Hospital Garrahan, y a través de la comunicación a distancia y del compartir opiniones de los pacientes, nos sentimos una extensión local del Servicio de Oncología del Garrahan, a quienes sentimos siempre cercanos y sabemos podemos recurrir”.

La atención oncológica en pandemia

El Hospital Garrahan cuenta con un Centro de Atención Integral del Paciente Hemato-Oncológico (CAIPHO), donde los resultados de sobrevida a los tratamientos superan el 70%, una cifra que iguala al hospital con los mejores centros oncológicos mundiales.

En el hospital se atienden pacientes que son diagnosticados por el Servicio de Hematología y Oncología, pero también muchos niños, niñas y adolescentes que comenzaron un tratamiento en otros centros y requieren de mayor complejidad ya sea por complicaciones, etapas del tratamiento, procedimientos quirúrgicos o estudios que no pueden realizarse en su lugar de origen.

Para ello, el Centro de Atención Integral del Paciente Oncológico (CAIPHO) posee 90 camas y los recursos médicos y tecnológicos para establecer un diagnóstico preciso del tipo de cáncer en todas las áreas, en particular laboratorios de Anatomía Patológica, Citometría de Flujo y Biología Molecular.

Los tratamientos incluyen quimioterapia, cirugía y/o radioterapia, y el personal de oncología cuenta con: médicos hemato-oncológicos pediatras, equipos de bioquímicos, patólogos, cirujanos, ortopedistas y muchas otras especialidades que trabajan multi e interdisciplinariamente y permiten obtener los resultados mencionados.

Uno de los desafíos más importantes que planteó la pandemia fue el seguimiento y la atención de los pacientes oncológicos que, por las características de la enfermedad, no podían dejar de venir al hospital.

El protocolo incluyó la realización de hisopados a pacientes que se internan para recibir quimioterapia en el CIM 84 y miembros del personal para evitar mayor circulación y a su vez llevar a cabo seguimiento telefónico diario de pacientes oncológicos positivos.

Gracias a estas adaptaciones la atención se pudo sostener y llegaron a realizar para fines de 2020 una 13464 sesiones en la modalidad Hospital de Día, 9797 consultas clínicas, 2109 infusiones, 3180 sesiones de quimioterapia ambulatoria y 690 internaciones.