Se enamoró del baile en un club de Saavedra, estudió en Broadway y hoy da clases en los parques del barrio
“Me sentía libre cada vez que pisaba el salón, me divertía mucho”, recuerda Georgina Borquez sobre su primer acercamiento al baile. Fue en la Vecinal de Saavedra y ella era apenas una niña. Esa experiencia le cambió la vida, la impulsó a convertirse en instructora y psicóloga. Desde hace más de una década tiene su propio estudio de danzas, con el que enseña distintos ritmos. “Amo la pasión por el arte que tenemos en Saavedra”, celebra.
En diálogo con este medio, dice que uno de sus pilares es la formación constante. Lo hizo en el país con instructorados y en la actual Universidad Nacional de las Artes. También en el exterior, como en Chile, Jamaica, Brasil y Estados Unidos. En Nueva York estudió y filmó coreografías en Broadway. “Entrenar con enormes bailarines, participar de videos con ellos. Son experiencias increíbles y únicas. Fueron un antes y después”.
En 2007 fundó GB Estudio de Danzas. Zumba, fit dande, ritmix, lambaeróbica son algunos de los ritmos que trabaja en grupos. “Amo bailar, pero mas amo dar clases, mi estudio es una familia”, asegura. También organiza presentaciones en público y hasta participa en certámenes.
Por caso, el año pasado su grupo de dancehall se coronó campeón latinoamericano y el julio iba a participar en Roma del mundial para esta disciplina. La pandemia frustró este y otros planes, pero Georgina no se desanimó y reinventó sus clases de forma online y al aire libre en el Parque Saavedra y el Goyeneche.
“Las clases al aire libre las sumé pensando en el bienestar psicofísico de mis alumnas y de todas las chicas que se puedan sumar”. “Es un mimo al alma para cortar un poco con lo que la cabeza tuvo que lidiar todos estos meses. Siempre cuidándonos y desde el profesionalismo y la responsabilidad”.
-¿Hace cuánto te dedicás a bailar? ¿Tenés algún recuerdo del momento en que te diste cuenta que te gustaba el baile? ¿Fue un proceso a lo largo de los años?
-Bailo desde los cinco años. Comencé bailando Danza Jazz y luego Aeróbica deportiva, y con el correr de los años fui formándome en diferentes estilos. Mis comienzos fueron en la Unión Vecinal de Saavedra. Mi mamá me llevo a una clase de baile para que haga una actividad física. Poco a poco fui sumando horas a la semana de esta actividad. También hice natación, hockey, pero el amor por la danza fue más fuerte. Me sentía libre cada vez que pisaba el salón, me divertía mucho. Con el tiempo también me di cuenta que también me gustaba hacer coreografías. En casa jugaba a la profe de baile, llevaba el baile a todos los ámbitos. La típica pesada que en todos los cumples bailaba o preparaba las coreos de actos escolares con ocho o 10 años”.
-Sos profesora nacional de danzas, ¿Dónde estudiaste? ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Cuáles fueron los mayores aprendizajes?
-A los 16 años cubría a mi profesora de danzas en las clases con los grupos infantiles, poco a poco me di cuenta que eso quería hacer: dedicarme a la docencia mas allá de bailar. Siempre digo que no es lo mismo un bailarín que un profesor. Comencé haciendo el instructorado de lambaerobica (danzas brasileras), realicé diferentes profesorados e instructorados simultáneamente como hip hop, reggaeton, técnicas de gimnasia, pilates. Estudié en el IUNA (Instituto Nacional de las Artes, actual Universidad Nacional de las Artes) y comencé la carrera de psicología, luego sume otros instructorados y actualizaciones, como son el dancehall, fitdance, zumba, y formaciones internacionales. Considero que es apasionante y muy importante formarse para estar al frente de una clase, conocer diferentes docentes, metodologías, estilos. De todas las experiencias uno siempre se lleva un aprendizaje.
-Sobre la carrera de psicología ¿Fue en paralelo a la danza? ¿Qué es lo que más te gustó de la carrera? ¿Cómo te ayudó a abordar el tema dela danza?
-La carrera de psicología la comencé simultáneamente, al principio no encontraba una conexión entre las dos áreas pero con el tiempo, por las experiencias vividas y otras formaciones, me doy cuenta que tienen una conexión increíble. Soy especialista en Psicología del Deporte, primera infancia y autismo. Demoré bastante para recibirme ya que los días que tenia danza dejaba libres las materias (porque asistir a danza siempre era mas importante, ja). La psicología en las clases me brinda herramientas para dinámicas grupales, para conocer a cada alumna, mas que nada para plantear objetivos con los grupos de competencia y ni hablar del grupo infantil, conociendo etapas evolutivas, para cuidarlas a los niñxs en cada clases. Aplico muchos los conocimientos del deporte, acomodando los conceptos para aplicarlos a la danza, para abordar diferentes cuestiones que están presentes en el ámbito del baile.
-¿Cómo fue la búsqueda estética para tu vestuario y el logo de tu estudio de danza? ¿Vinculada a qué artistas, músicos, momentos personales está?
-El logo del estudio fue evolucionando con el correr de los años, como mi formación. Comencé llamando al estudio “Instituto GB ritmos” allá por el 2007 y luego paso a ser Estudio de Danzas, porque la forma de ver mi trabajo fue cambiando. Considero también que mis estudios en el exterior tienen mucho que ver con la estética, las ideas, siempre que vuelvo de un viaje traigo -además de la actualización en danza en sí- conceptos de lo que se usa, lo que podemos aplicar siempre relacionado con mis metas, objetivos y mi estilo personal. Considero muy importante que todos los trabajos que hacemos -ya sea en muestras, torneos, material audiovisual se vea prolijo- actualizado, manteniendo nuestra esencia. Siempre digo que el estilo es la forma de decir quien sos sin tener que hablar.
-¿En qué momento empezaste a enseñar baile? ¿Qué es lo que más te gusta de hacerlo?¿Cómo fueron los primeros tiempos? ¿Qué sensación tenías de haber dado ese paso?
-Comencé a los 16 años suplantando a mi profesora. Recuerdo que a los 19 años dicté mi primer clase de danzas brasileras en un gimnasio ubicado en el centro. Había 40 personas, casi muero del pánico, pero salió todo bien. Luego fui dictando clases en diferentes espacios hasta que en el 2007 nació GB RITMOS en el barrio. Mi sueño cumplido: tener la posibilidad de compartir, transmitir e impartir danza es algo que no lo puedo explicar, me llena el alma y me hace brillar los ojos.
En este tiempo que fue la cuarentena, en varias ocasiones me senté a pensar y a mirar atrás y ver todo el camino recorrido, como con el correr de los años fui creciendo no solo en conocimientos sino también en experiencias, comencé siendo muy chica, con muchos miedos, pero siempre con el apoyo de mis padres, siempre siempre a mi lado, sean presentaciones, exámenes finales, torneos, muestras. Empujándome a seguir soñando y a ir por más.
Mis papás me enseñaron que uno debe ser responsable en lo que elige ejercer y tener mucho amor y templanza por lo que uno hace. Para mi dar clases es una responsabilidad enorme, considero principalmente que para estar al frente de una clase debemos estar sumamente formados, en diferentes áreas para poder cuidar a nuestros alumnos. Un curso de un día lo hace cualquiera, pero si a tu alumno le pasa algo en una clase y vos no sabes donde esta la rótula ¿Qué haces? Hoy en día hay muchos paracaidistas, y ese tipo de profesores son los que a mi me motivan a continuar formándome.
Amo bailar, pero mas amo dar clases, mi estudio es una familia. Mis clases son un espacio donde no solo vas a aprender a bailar sino que te vas a encontrar con gente con la que podés compartir un sin fin de experiencias hermosas: cumpleaños, nacimientos, momentos tristes, celebraciones nos apoyamos, nos acompañamos; ahí estamos.
-¿Cómo es en el presente dar clases al aire libre en los espacios verdes de Saavedra? ¿Qué es lo positivo?
-Este año comenzó como cualquier otro en el Estudio pero con esto de la pandemia tuvimos que reinventarnos, nunca lo vi como algo negativo sino al contrario, el 16 de marzo estaba dictando mi primera clase online y al día de hoy continuamos, mis alumnas siempre conectadas y formándose hasta que de a poco en octubre me animé a ir al parque, pocos horarios para probar, y tuve excelente repercusión, es complicado ya que hay mucha demanda de las mismas actividades, yo trato de no coincidir con horarios de otros colegas porque no me siento cómoda, me parece horrible “competir”, algunas actividades las dictamos en el Parque Saavedra y otras en Goyeneche.
Intento estar siempre en el mismo lugar pero a veces sucede que un vecino esta de picnic, o descansando y disfrutando del aire libre y es bastante incomodo tener que molestarlo. Entiendo que nosotros tengamos que trabajar pero también entiendo al vecino que quiere aprovechar del espacio libre, en mi caso de a poco iré volviendo a nuestro estudio físico, pero para preservar la salud de mis alumnas prefiero cerrar el año de esta forma, algunas opciones en el parque y otras online.
Las clases al aire libre las sumé pensando en el bienestar psicofísico de mis alumnas y de todas las chicas que se puedan sumar, como comente fui de a poco ya que algunas personas todavía tienen miedo pero otras están con mucha necesidad de un encuentro con el otro. Me parece que hacer una actividad al aire libre hoy por hoy es un mimo al alma para cortar un poco con lo que la cabeza tuvo que lidiar todos estos meses. Siempre cuidándonos y desde el profesionalismo y la responsabilidad.
-Viajaste al exterior varias veces ¿Qué implica para una bailarina hacer viajes tan grandes? ¿Qué fue lo más importante de esas experiencias? ¿Ambas ciudades eran lo que tenías en mente?
-Siempre que puedo viajo para actualizarme y entrenar con bailarines y docentes de allá. Siempre que puedo también organizo clases en el estudio con profes de allá. Me parece muy importante que mis alumnas tengan la posibilidad de aprender desde la fuente, la base. Con el correr de los años, cursos, actualizaciones me di cuenta que quería ir por mas y viajar para aprender de los mejores coreógrafos y docentes mundiales. Brasil fue el comienzo, seguí por Chile. hasta que logré cumplir mi mayor sueño que era estudiar danza en Los Ángeles EEUU, me vi ahí en esos estudios super famosos, luego también pude viajar a Kingston (Jamaica), la cuna del dancehall y también en New York, entrenar en Broadway, con enormes bailarines, participar de videos con ellos. Son experiencias increíbles y únicas. Y solo me las da el Baile. Es muy zarpado verte parada en esos estudios, tomando clases con profes famosos en las redes, coreógrafos de cantantes, tienen otra forma de ver la danza. Para mi carrera los viajes fueron un antes y después, en cuanto a conocimientos, metodologías, ideas, viajar te explota la cabeza.
-¿Cómo es tu relación con las redes sociales? ¿Difundís mucho tu trabajo allí ¿Cómo vivías la interacción con los usuarios?
-Considero que las redes sociales son una herramienta muy importante hoy en día, el Instagram más que nada, subo mucho material. Tengo dos cuentas, una del estudio y otra personal, pero en constante movimiento. Publico las clases en los grupos del barrio también.
-¿Hace cuánto que estás en Saavedra? ¿Qué es lo que más te gusta del barrio ¿Tenés lugares que frecuentes más?
-Me mudé a Saavedra a los dos años, asique prácticamente soy del barrio desde que nací. Amo este barrio, amo la pasión por el arte que tenemos, amo la murga, amo nuestros espacios verdes, las casas bajas, adoro caminar por Balbín y la zona de la estación, la disfruto como cuando era chica.
-¿Qué le dirías a una persona que tiene ganas de empezar a bailar pero no sabe cómo o no se anima?
-Le diría que bailar te conecta con lo mas profundo, bailar te moviliza el cuerpo, la cabeza y el alma. Bailar te hace feliz, es un camino de ida. También le diría que se tenga mucha paciencia, que disfrute cada momento en el aprendizaje. Bailar es soñar con los pies.
-¿Tenés proyectos, planes o ideas en el mediano plazo sobre baile, enseñanza y demás?
-A corto plazo, realizamos un video para cerrar las clases online, todos los grupos juntos, también tengo en mente organizar la muestra de fin de año por streaming con los cuidados necesarios, ya que este año no pudimos participar de torneos el cuerpo nos pide “escenario”; el año pasado el grupo de competencia salió campeón latinoamericano en la disciplina Dancehall, clasificamos para el mundial a realizarse en Roma en julio y no pudimos viajar por la pandemia. Tampoco se pudo realizar online, quedó eso pendiente.
Tengo mil proyectos todo el tiempo, soy muy inquieta, en este tiempo online estuve dictando cursos de diferentes disciplinas; de metodología de enseñanza, psicología aplicada a la danza y hasta un instructorado de reggaetón para México. Me proyecto para continuar pudiendo llegar a mas personas para compartir esta gran pasión. Sueño muy lejano con tener la posibilidad de viajar a París y Nigeria para formarme en otras disciplinas relacionadas con las danzas urbanas. Proyecto un espacio mas grande para GB.