Chacarita: vecinos resisten el intento de desalojo de una huerta urbana en la vereda
Vecinos del barrio de Chacarita (Comuna 15) resisten el intento de desalojo por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de una huerta urbana ubicada en la vereda de Rosetti al 1000. Este martes habrá una jornada con charlas ambientales desde las 10 de la mañana.
El Reciclador Urbano, organización ecologista de base barrial que tiene 14 huertas comunitarias en diferentes veredas de la Ciudad de Buenos Aires, denunció que la administración porteña “amenazó con retirar” la que se extiende justamente en la cuadra donde vive el referente de la organización, Carlos Briganti, en el barrio de Chacarita, razón por la cual los vecinos se declararon en alerta y llaman a las autoridades porteñas a “reflexionar”.
Se trata de unos 80 maceteros hechos con cubiertas de neumáticos pintadas y rellenadas que se alinean junto al cordón de la vereda en Rosetti al 1000 (entre las calles Forrest y Zabala): allí crecen girasoles, aromáticas, tomates, lechuga, habas, repollos, acelga y otras plantas alimenticias con “anuencia de todos los vecinos”.
En diálogo con Télam, Briganti contó que la cuadra ya recibió dos visitas amenazadoras de personas que se identificaron como dependientes de la Comuna 15 pero vestidas con los chalecos identificatorios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“A principios de la semana pasado vino a verme una persona de la Comuna diciendo que habían recibido una denuncia por mosquitos y se puso a sacar fotos de la huerta, pero no había nada: el mosquito está donde hay agua estancada o cacharros, pero nosotros regamos y la tierra absorbe, no hay humedad residual”, dijo.
“Después eso vino otra persona en una camioneta que estuvo tocando timbre en mi casa y al no tener respuesta, le refiere a una vecina, de muy mal modo, que teníamos que sacar las macetas del espacio público porque de lo contrario iban a venir hoy lunes e iban retirar todo”, contó.
Esta advertencia “disparó una alarma” entre los vecinos que “le hicieron llegar a la comuna sus opiniones” y estuvieron “en alerta” esta mañana esperando un intento de desalojo que finalmente no se produjo.
“Esta huerta significa mucho. Nació en pandemia, fue emplazada con mucho esmero, trabajo comunitario y amor despertó muchas sonrisas, pero también nos llevó mucho sacrificio por eso no estamos dispuesto a abandonarla”, agregó.
Además, “no impiden el paso ni que los autos estacionen”, por eso lleva casi un año funcionando “de manera consensuada con todos los frentistas”, comprometiéndose cada uno de ellos a cuidar de sus propios macetones.