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Ahimsa: la práctica de la no violencia

Ahimsa: la No violencia
Literalmente “ahiṃsā” significa no violencia hacia la vida, pero tiene un significado mucho más amplio. Significa también que uno no puede ofender a otra persona, debiendo compadecerse del otro, incluso si se trata de un enemigo. Para aquellos que siguen esta doctrina, no hay enemigos.
Porque si expresamos nuestro amor de tal modo que marque para siempre a nuestro enemigo, dicho enemigo nos devolverá ese amor.
Ahiṃsā o no violencia, implica una abstinencia absoluta de causar cualquier dolor físico o emocional a cualquier ser vivo, bien sea por pensamiento, palabra u obra. La no violencia requiere una mente, una boca, y unas manos pacíficas.

Bodhidharma, tenía como centro de sus enseñanzas el principio de Ahiṃsā. Este requerimiento ha llevado a sus seguidores, a vivir saludablemente, desarrollar una energía superior, y tener un estado mental y emocional controlado, todo esto con la mira al desarrollo espiritual y la liberación de los sufrimientos del ser humano. Se apoyaron en este método superior de vivir para avanzar en el entrenamiento místico espiritual.
El seguimiento de una dieta vegetariana, característica del budismo originario de la India, era un requerimiento entre sus seguidores. Por tanto, en China, el budismo continuó con la ética y práctica vegetariana.

Hábitos y principios
No-violencia, benevolencia, amabilidad, consideración, compasión hacia todos los seres vivos, por uno mismo y por los demás
, en especial los indefensos, los inocentes, los que están en apuros o en una situación peor que la nuestra; no matar, hacer el menor daño posible y el mayor bien posible. Paciencia y perdón.
No causar dolor en otros, por medio de la acción, las palabras o el pensamiento.
Ser consciente de cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno. Se refiere a no ejercer violencia sobre los demás, sobre lo que nos rodea, y sobre nosotros mismos. Entendiendo como violencia no sólo a la violencia física, sino también a la violencia verbal, psicológica y emocional. Hay que relacionarse con todo y en todos los sentidos con extremo cuidado. La consideración hacia todos los seres vivos incluye también a los animales, a las plantas y al medio en el que y del que vivimos. Nos dañamos a nosotros mismos cuando tratamos sin respeto a las demás personas y al medio ambiente.
Hay que aclarar que la violencia, que se busca tener bajo control, puede ser de cualquier intensidad y a nivel de pensamiento, palabra y/o acción. En una situación de violencia podemos ser partícipes directos o simplemente avalarla o justificarla.
Una manera de ejercer este principio es el respeto. En principio al propio cuerpo, el respeto a las limitaciones, no generar dolor evitable, para nosotros y para el prójimo; y el compromiso con la tarea de comprensión de los desbalances del cuerpo y su equilibrio a través de la acción correcta.
Ahiṃsā requiere introspección para reemplazar los pensamientos y acciones negativas y destructivas por otras positivas y constructivas, la no violencia es un estado mental; es esencialmente una actitud interior, no sólo algo externo. La no-violencia es por lo tanto, en su máxima expresión, lo contrario del egoísmo, es el amor absoluto y en definitiva es recta acción.
La intolerancia, la descortesía, el agravio verbal, un pensamiento de odio son formas de violencia. También el abuso es violencia, por civilizado que sea. Y la falta de respeto, y la exclusión, el rechazo o el menosprecio de los débiles o diferentes, el imponer nuestros deseos, nuestras ideas y nuestra manera de ser y el mirar para otro lado ante la violencia ejercida por otros.
Todas estas formas de violencia implican una gran energía que debemos canalizar en sentido contrario y poner al servicio de un camino espiritual.
Este principio no se contradice con la autodefensa ni con el uso eventual de la fuerza para proteger a otros. La observancia de Ahimsa no debe incluir la pasividad. La persona no puede ser pasiva. Debe defender sus derechos y los de los demás y defender también aquello en lo que cree. La no-violencia no tiene nada que ver con la debilidad o la cobardía. Es el actuar de alguien que tiene todas las posibilidades para resistir violentamente, pero opta por oponer el bien al mal.
Lo importante es tener presente que todas nuestras acciones deben tender al bienestar colectivo y nunca deben ser motivadas por sentimientos egoístas o por el deseo de dañar.

Nerina Wu Lanqian
escueladragondeloto@gmail.com

 

Imagen de arriba: Mahatma Gandhi fue un luchador de la no violencia por la independencia de su país, la India.
La segunda imagen es una representación de Bodhidharma.