La patrimonialización perdió estado parlamentario, pero la lucha continúa

Este 30 de diciembre se cumplen 16 años del incendio producido en el local bailable de Mitre, entre Ecuador y Jean Jaurès, por el cual murieron 194 personas y hubo más de 4.500 heridos. En ese contexto, el jueves 10 de diciembre, última sesión ordinaria de 2020, perdió estado parlamentario un proyecto de ley hecho por familiares de víctimas y sobrevivientes -mediante el Movimiento Cromañón- para que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires garantice la “patrimonialización y protección estructural” del edificio (el mismo que la Justicia devolvió a los dueños responsables de sub alquilarlo a los organizadores de los recitales), a fin de conservarlo como un Espacio de Memoria.

Desde Movimiento Cromañón explican: “Que se patrimonialice Cromañón significa que se incorpore al Patrimonio Histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, reconociendo el significado e importancia que posee como parte de la identidad del pueblo. Implica que sea testimonio de la memoria de nuestra comunidad. Este es un primer paso para lograr que allí funcione un Espacio para la Memoria”.
En la sesión del 3 de diciembre legisladores de bloques como el Frente de Todos y del Frente de Izquierda lucieron en sus bancas carteles con la leyenda “Patrimonialización ya”. Pidieron que en la sesión siguiente, el día 10, se trate el proyecto sobre tablas (sin debate en Comisiones), pero la idea no prosperó por falta de votos por parte del bloque oficialista Vamos Juntos.
La propuesta de cuidado patrimonial fue ingresada como Expediente N° 1684/2019 y luego fue incorporada como propia por varios legisladores de la oposición. Terminado el periodo ordinario de sesiones de 2020 y luego de tener vigencia por dos años, el proyecto perdió estado parlamentario. Se lo debe volver a presentar en la mesa de entradas a partir de 2021.
Este mismo 10 de diciembre se conmemoró el Día de los Derechos Humanos. En este contexto, desde Movimiento Cromañón reflexionaron: “Reivindicamos aquellos fundamentos por los que todo el Movimiento Cromañón exigió durante los últimos dos años que la Legislatura Porteña se expidiera y tratara, entre otros, el Proyecto de Patrimonialización del inmueble donde sucedió la masacre. En el día de hoy esa Legislatura, teniendo la última oportunidad para hacerlo, decidió no tratar sobre tablas el proyecto y en consecuencia dejarlo caer. Como Movimiento venimos sosteniendo que esa decisión no modifica la profunda convicción de que Cromañón debe ser un Espacio para la Memoria. Por esa razón, el año que viene volveremos a presentar los proyectos. Y lo haremos las veces que sea necesario”.
“Esta masacre nos enseña todos los días a militar con el compromiso de que los derechos no se negocian y con la certeza de que vamos a continuar luchando el año que viene y todos los años, como hace ya casi 16 años. La lucha inclaudicable de Madres de Plaza de Mayo, a través de Nora, de Elia y de Mirta nos motivan a seguir y no bajar jamás los brazos. Entendemos que la memoria, la verdad, la identidad y la reparación histórica y simbólica son Derechos Humanos fundamentales e innegociables. Un pueblo con memoria tiene herramientas para respetar la libertad, la paz y la justicia”, concluyeron.
Movimiento Cromañón señala a legisladores del bloque oficialista Vamos Juntos (versión local de Juntos por el Cambio). Nombran a la presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, Victoria Roldán Méndez, y al presidente de la Comisión de Presupuesto, Claudio Romero. “Nos recibieron el año pasado para decirnos que no había presupuesto para tratar el primer proyecto presentado (de expropiación). En respuesta, presentamos la patrimonialización y protección estructural del inmueble porque no requiere erogación presupuestaria. No nos volvió a recibir”, señalaron en Movimiento Cromañón. También mencionan al vicepresidente primero de la Legislatura, Agustín Forchieri, y al presidente y vicejefe porteño, Diego Santilli.
“Los legisladores de Vamos Juntos son los responsables de impedir la protección y recuperación de Cromañón, permitir el avasallamiento de la memoria y de borrar la historia de la Ciudad de Buenos Aires. Impiden la construcción de una memoria ejemplar y la posibilidad de que las futuras generaciones entiendan cómo el 30 de diciembre de 2004 cambió para siempre la historia de la ciudad”, concluyen.

J.M.C.