Los incidentes entre hinchas y policías marcaron el final del velorio a Maradona
“El que no salta es un inglés”, coreaban miles de personas ante un cordón de la Policía de la Ciudad en la esquina de avenida de Mayo y 9 de Julio, epicentro de los principales disturbios, que obligaron a reordenar el tramo final del valatorio de Diego Armando Maradona.
Este medio estuvo presente en el lugar y apreció el despliegue de la Policía de la Ciudad, para alejar lo más posible una columna de hinchas que estaba presente por la 9 de Julio, hacia el sur.
En el momento de mayor tensión se hizo una avalancha humana, por la cual cientos de hinchas entraron a Casa Rosada.
De todos modos, por las calles laterales, como Bartolomé Mitre, se podía sortear el cordón policial y marchar hacia Plaza de Mayo, por un camino de vallas tumbadas y puestos de comida callejera.
“Fue un quilombo, por culpa de este tumulto me quedé sin entrar”, se lamenta un hombre de mediana edad que pide que le tomen una foto con la Casa Rosada de fondo. Casi un premio consuelo de su anhelo en dar el último a dios al astro del fútbol.
Por avenida de Mayo, llegando al cruce con Bolívar empezaba el último tumulto de gente, una aglomeración inmensa que pugnaba por un lugar en la larga fila para decir adiós al féretro del ídolo.
Los planes oficiales debieron cambiar, por lo cual cuerpo de Maradona fue trasladado hasta Bella Vista desde Casa Rosada por avenida Paseo Colón hasta la Autopista 25 de Mayo, en un intento por evadir a la muchedumbre.
Sin embargo, muchas personas en bicicleta, moto o automóvil fueron a la par del cortejo fúnebre, junto a efectivos de la Policía de la Ciudad.