“Hay gente que le da vergüenza pedir, aunque le cruja la panza”
Dan ayuda a personas en situación de calle y quienes se quedaron sin ingresos en la pandemia. “Hay gente que le da vergüenza pedir, aunque le cruja la panza”, cuentan.
“Hay mucha gente durmiendo en las calles del Abasto, las viandas con alimentos se agotaron al instante, lamentablemente”, dice Pablo Guazzardo, integrante y cofundador junto a Javier Gauna de Manos a Tu Lado, una entidad civil nacida en pandemia. Desde hace dos meses una treintena de voluntarios prepara alimentos y recorre el barrio de Almagro, la zona del Abasto y alrededores para ayudar a gente en estado de vulneración social. El día de recorrida es el domingo, con todos los protocolos sanitarios vigentes.
“Elegimos ese día porque vimos que es cuando más cae la ayuda social. Por ejemplo, vivo a la vuelta de la Basílica María Auxiliadora y San Carlos (Yrigoyen y Bocayuva). En la semana, la cola de gente para el comedor da la vuelta manzana. Los fines de semana muchos lugares no funcionan. Así que vimos que era el momento indicado para estar presentes”, señala.
Cuenta que la treintena de voluntarios preparan las viandas con las donaciones de dinero o alimentos que hacen personas particulares, quienes los contactan por redes sociales o les hacen transferencias. “Esto es algo hecho por vecinos, amigos, conocidos. Cada cual tiene sus ideas políticas, pero no es algo partidario o sindical”, aclara. Como todavía no tienen sede propia, las porciones las preparan en sus propias casas.
Con la experiencia de varias recorridas, Pablo diferencia dos grupos: “Por un lado, vos tenés la gente que está en situación de calle. Que antes de la pandemia dormía en la vereda o en ranchadas. Algunos son adictos que con intermitencia intentaron recuperarse, hay personas que perdieron el trabajo o tuvieron una crisis familiar”. Son mayoría en la zona del Abasto. “No es difícil dar con ellos cuando hacemos las recorridas. En la zona vamos por la avenida Corrientes, las calles Agüero, San Luis, Sarmiento, Jean Jaurés”.
Luego, identifica una de las consecuencias inmediatas de la pandemia: “En la zona de Almagro vemos que hay muchas personas de clase media que piden viandas. En este tiempo se quedaron sin trabajo o perdieron la mayor parte de sus ingresos. Entonces, como están acostumbrados, gastan el poco dinero que tienen en los servicios como luz, gas o alquiler y luego se quedan sin plata para comida”. “Esta gente no está acostumbrada a pedir, le da vergüenza, son de clase media y siempre se pagaron todo”.
“Estas personas, que son vecinos, todavía están medio reacias a hacerse cargo de lo que les pasa. Llega un punto que les duele la panza o se enferman de nervios porque no pueden pagar los servicios o no pueden darle de comer a los hijos. Es un infierno lo que viven”, reflexiona Pablo.
“Por eso, en Manos a Tu Lado no solo nos avocamos a dar alimento y contención a la gente sin techo, sino también al vecino que nunca pensó que le iba a faltar algo y hoy está necesitando una ayuda y asistencia concreta”, suma.
Este proyecto, dice Pablo, arrancó en aislamiento, pero durará más que el virus. “Buscamos ser un espacio de contención que se sostenga en el tiempo. Esperemos que esta pandemia pase pronto, que venga la vacuna, que se normalice todo en serio. Después de eso, vamos a seguir haciendo este trabajo”.
Por eso están con el papeleo avanzado para consolidarse como asociación civil, también evalúan nuevas estrategias para llegar a más vecinos. Al cierre de esta edición, pensaban tener un punto fijo de entrega de viandas en Almagro. “Es más fácil llegar a aquellas personas que les da vergüenza pedir un plato de comida”. Aparte, abrirán un perchero comunitario con variedad de prendas para todas las edades, para lo cual esperan recibir donaciones.
“Todo esto lo empezamos amigos y vecinos que sentimos la necesidad de hacer algo concreto en medio de una situación tan particular. Se trata de ayudar a quienes en nuestro barrio la están pasando mal. Ahora y más adelante también”, concluye Pablo.
J.M.C.