Maxo Garrone, el poeta de Coghlan: “En las redes encontré un espacio para interactuar con el público”
Maxo Garrone es vecino de Coghlan y una figura destacada de la poesía oral en centros culturales independientes porteños. Con la irrupción de la pandemia, canalizó su talento y creatividad mediante transmisiones en vivo de redes sociales y dando talleres de escritura creativa.
“Hay que seguir construyendo”, cuenta en diálogo con este medio el artista que se define, carta astral mediante y perfilando su estilo, en “Ascendente uruguayo y Luna en Coghlan”.
Se consagró Campeón de Campeones en el Slam de Poesía, que es un encuentro en centros culturales donde el voto del público corona la mejor interpretación poética en vivo. También ha colaborado en espectáculos de variedad suyos y de colegas.
Tras estas ricas experiencias, Maxo continúo presentando en vivo su poesía performática. Incursionó en el stand up y espectáculos híbridos.
A fines de 2019 presentó su unipersonal “IN: Intenso, Inútil, Inmaduro” en el espacio cultural Panda Rojo de Once. “Salió muy bien y por eso pensaba llevarlo este año a nuevos centros culturales en CABA y el conurbano”. “Con la artista Daiana Leonelli este verano hicimos el espectáculo “Ver gente y hacer cosas” en el espacio Wara Wara de Palermo. Incluía variedades y nos fue muy bien. Queríamos hacer más ediciones”.
“Este año estaba bastante fresco, empecé a pensar nuevos unipersonales, proyectos colectivos y propios, pero llegó la pandemia”, dice Maxo. “Los primeros meses de aislamiento me focalicé en dar clases de escritura creativa, adaptadas a lo virtual. Me invitaron a eventos online tipo varieté. Empecé un proyecto con Darío Lobo, que es una transmisión en vivo los domingos a la medianoche con variedades”.
Así, la energía puesta en escenarios de casas culturales porteñas empezó a fluir en redes sociales. “Tuve mayor actividad en Instagram. Arranqué a hacer una serie llamada Maxo en cuarentena, un compilado de videos que va por su segunda temporada. En las redes encontré un espacio para interactuar con el público”.
En Instagram Maxo armó una rutina semanal para que el contacto con el público sea fluido: “Está el Martes de Quejas, un espacio para que el público se queje de lo que sea, un espacio libre con interacción. También están los Viernes Random, para que la gente diga lo que se le canta”.
Sobre la escritura y los procesos creativos, señala: “Siempre estoy escribiendo, estos meses se me juntó un montón de material. En aislamiento, empecé a trabajar en un libro, pero ahora lo tengo en pausa”.
“Estrené en octubre, en el marco de un festival de teatro independiente (Qué ganas de volver, sobre el regreso de la actividad escénica con protocolos sanitarios), el espectáculo “Hago cosas”, un lado B de mi unipersonal. Son poemas mezclados con música y también jugar con lo audiovisual”.
Añorando que regresen aquellas noches de poesía efervescente en vivo, el poeta de Coghlan rearmó su arte desde la nube y la virtualidad. El talento sigue intacto, con nuevos públicos, nuevas oportunidades.