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Por las lluvias y los vientos hay una proliferación de mosquitos, pero no contagian dengue

En los últimos días dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se produjeron fuertes lluvias y vientos, lo que generó la proliferación de mosquitos de la especie Aedes Albifasciatus, que no es transmisora del dengue, zika o fiebre chikungunya. Se espera que su presencia se reduzca cuando cambien las condiciones climáticas.

El último Boletín Epidemiológico Semanal del Ministerio de Salud porteño, fechado el 5 de febrero, informa que “desde el inicio de la temporada 2020-2021 en la semana 27 del 2020 (28 de junio) hasta la semana epidemiológica 4 del 2021 (30 de enero) se notificaron 259 casos de ETMAa (Enfermedades Transmitidas por Mosquitos Aedes Aegypti), 258 correspondientes a dengue. Sin casos confirmados a la fecha”.

Por su parte, el biólogo, investigador del Conicet y profesor de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA , Nicolás Schweigmann, dijo a Télam que “el registro de grandes crecimientos en la población del mosquito como el que apareció en el AMBA, el Aedes Albifasciatus es un fenómeno habitual de esta región vinculado a las condiciones meterológicas”.

“La hembra del Aedes Albifasciatus pone huevos en el barro, en el pasto o en el borde de los charcos, y mientras no llueve sigue poniendo huevos en el mismo lugar; entonces cuando después de una sequía viene una lluvia todos esos huevos eclosionan juntos y provocan un súbito e importante aumento de la población de mosquitos”, indicó.

El biólogo apuntó que “el Aedes Albifasciatus es un mosquito de zonas rurales, es el más austral del planeta porque se lo registra incluso en la patagonia y no tiene problemas con el frío porque sus huevos resisten hasta diez grados bajo cero. Esta adaptado para picar animales silvestres por lo que cuando pica a las personas es doloroso ya que también es común que nos piquen varios a la vez”.

“Este mosquito no tiene como proliferar en las zonas urbanas porque el avance del asfalto y el concreto le quitó los charcos y el barro que necesita para depositar los huevos”, dijo el especialista.

“El Aedes Aegypti prefiere la sangre humana, es un mosquito diurno, no pica de noche, los que nos pican de noche son los de tipo Culex Pipiens que en general prefieren la sangre de las aves”, aclaró.

El investigador subrayó que “para cuidarnos deberíamos hacerlo durante todo el año con acciones diferenciales de prevención de acuerdo a cada época del año; y comentó que “los estudios señalan que año tras año el Aedes Aegypti va aumentando su presencia territorial en Buenos Aires porque las campañas de prevención no logran la efectividad necesaria”.