VACUNACIÓN
Diego Rivera (México, 1886-1957) pintó sus Murales de la Industria en la ciudad norteamericana de Detroit entre 1932 y 1933.
El proyecto fue financiado por Edsel Ford (hijo del fundador de la Ford Motor Company).
Hablamos de otras épocas; el presidente Roosevelt había implementado el New Deal, y tal vez suene raro, pero no era nada raro que en aquellos tiempos los desbarajustes económicos fueran solucionados por el estado. Incluso algunos multimillonarios (!) llegaban a poner el hombro para salir de la miseria. Lo dicho: otra época.
Volviendo a los murales, podemos afirmar que Rivera fue capaz de expresar cabalmente su ideario sobre la colectividad y la suma importancia de todos y cada uno de sus integrantes (engranajes) cumpliendo sus tareas para que la maquinaria social y económica funcione como debe funcionar.
Ahora, ustedes se preguntarán, ¿qué tiene que ver la vacunación con la industria? Bueno, en estos tiempos de pandemia lo podemos discernir con claridad. Tan solo, cada uno de los integrantes (engranajes) de la sociedad debe gozar de buena salud para que el desempeño del conjunto sea óptimo.
Eso es algo que (supongo) cualquiera puede entender. Rivera quiso dejar en evidencia que aun para la industria del automóvil la ciencia es algo imprescindible. Todo está relacionado en un nivel u otro, y en el fondo no hay individualidad que prevalezca.
Alguno podrá pensar que sí somos individuos, que somos libres, que si trabajamos duro conseguiremos acceder a los sueños más inalcanzables, que nadie da nada a cambio de nada, que los pobres son pobres porque quieren serlo, que el libre mercado es la solución mágica a todos nuestros problemas, que la economía se autorregula como si se tratara de una inteligencia artificial, que en Alemania usted puede manejar por la autopista a la velocidad que se le dé la gana, etc., etc., etc. … Pero si pasa algo grave -pasa bastante a menudo, y seguirá pasando- resulta que la única opción es contar los unos con los otros. Y por supuesto, con el auxilio de la ciencia.
Al final, si lo pensamos en profundidad y no depositamos la fe en supercherías neoliberales, todas las cosas, incluidas las creencias, acciones e intenciones, independientemente de si son similares u opuestas, se entrelazan formando una especie de mancomunión universal o conciencia unificada. Para su mural, el artista realizó estudios como este, en el que se representa la vacunación de un bebé. Por supuesto, hubo controversia. Algunos sectores críticos estaban descontentos con la idea de que Rivera hiciera una especie de parodia del nacimiento de Jesús, con su mula, su buey, y la Virgen, San José y los pastores vestidos con batas de científicos, pero en el fondo esa es la más perfecta alegoría de salvación de la humanidad: un niño sano y salvo.
Leandro Alva. enero de 2022, Temperley.