
Tras una nueva frustración, Domínguez dejó de ser el técnico de Vélez
El Fortín cayó sin atenuantes por 2 a 0 ante Huracán en el Amalfitani y una vez finalizado el partido, Sebastián Domínguez confirmó su salida como DT, tras darle forma a la peor campaña en la rica historia centenaria del club de Liniers.
Ni la persistente lluvia del domingo pudo apaciguar los ánimos de los hinchas fortineros que, tras una nueva frustración, no dudaron en reclamar la urgente salida de Sebastián Domínguez y exigirle a la Comisión Directiva que se haga cargo del previsible naufragio, a poco más de dos meses de haberse coronado campeón del fútbol argentino. La noticia de la ida del DT se supo poco después, aunque nadie se atrevió a confirmar si se trató de una renuncia o de una salida acordada con los directivos, que incluye una contraprestación económica por los meses que aún restan del contrato.
Como sea, la continuidad de Domínguez era, a todas luces, insostenible. Poco antes, Huracán -el mismo rival al que Vélez venció y vapuleó en la última fecha del torneo pasado para coronarse campeón- había dominado de principio a fin en un Amalfitani caliente por la presión de los hinchas y la apatía del técnico y los jugadores.
A los 5 minutos de partido, Imanol Machuca -que se había retirado lesionado en el cotejo pasado por Copa Argentina- se disponía a entrar, tras una molestia de Matías Pellegrini. A la media hora, el lesionado sería Emanuel Mammana, que se iría reemplazado por Patricio Pernicone. Para entonces, el inexpresivo equipo de Domínguez -que no patea al arco ni genera situaciones de gol- ya perdía 1 a 0, tras el gol de cabeza de Eric Ramírez. Vélez se fue al descanso en desventaja y sin reacción, sabiendo incluso que, lo que vendría podría ser peor…
Para el complemento, Machuca -que nunca se recuperó de su lesión y no se entiende porqué integró el banco de suplentes ni mucho menos porqué ingresó- le dejó su lugar al debutante Benjamín Bosch, y el ignoto Kevin Vázquez -otra de las incorporaciones increíbles del último mercado de pases- ingresó por Christian Ordóñez, que también salió lesionado ¡Vaya logro del preparador físico! Dos minutos después, el tal Vázquez ya tenía amarilla a causa de sus limitaciones para la marca.
Pero hay más, a los 18’ Aarón Quiróz se tiró al piso en forma imprudente al límite del área penal y se ganó la segunda amarilla. Vélez se quedaba con diez. Diez minutos más tarde, el que dejaría la cancha por roja directa tras una alevosa patada en el pecho, sería Pernicone. Ahora el local tenía nueve jugadores y casi medio tiempo por jugar…
A los 35’, en una escapada Matías Tissera puso el 2 a 0 para Huracán y, de no ser por las atinadas intervenciones de Tomás Marchiori, tal vez el único que demostró estar a la altura- el resultado pudo haber sido mucho más abultado.
El final de la noche en Liniers ya es historia sabida. Sebastián Domínguez dejó su cargo como DT tras darle forma a un hecho inédito a nivel mundial: logró que un campeón vigente de Primera División no haya hecho un solo gol en las primeras ocho fechas del torneo siguiente. Las seis derrotas y los dos empates, sumados a los 13 goles en contra, ubican al Fortín -sí, al último campeón del torneo argentino- en zona de descenso directo por tabla anual.
No obstante, más allá de la responsabilidad, la inoperancia y las limitaciones de Domínguez, los principales responsables de este triste presente del Fortín son los integrantes de la Comisión Directiva, que llegaron a la presidencia del club a través de una alianza y que hoy mantienen una relación distante, plagadas de diferencias.
Con Fabián Berlanga a la cabeza, ellos son los responsables de haber dilapidado en apenas dos meses el prestigio de uno de los clubes más importantes de la Argentina. Una vez obtenido el campeonato, sólo tenían que lograr la continuidad del técnico Gustavo Quinteros, y de las dos figuras del plantel: Claudio Aquino y Valentín Gómez. Pero nada de eso ocurrió. En lugar de Quinteros trajeron a un técnico sin experiencia ni pergaminos y para suplir a las dos joyas salientes optaron por un rejuntado de refuerzos ignotos cuyas prestaciones están a la vista.
Vélez se desangra y los directivos -causantes del sangrado- miran para otro lado. Así las cosas, el próximo viernes 7 de marzo a las 19, Vélez -ya sin Domínguez y, tal vez, con Marcelo Bravo como interino- deberá verse las caras con San Martín de San Juan en el Amalfitani. Tal vez para entonces los responsables del club empiecen a demostrar que no les da lo mismo.
Ricardo Daniel Nicolini